—Creo que iré con Karina para decirle lo de Keri… y pedirle que se quede con Dashev hasta que yo vuelva de Berlín.
— Tom y yo nos quedamos con el pequeño… Karina de seguro querrá acompañarte.
—Leila y porque no llamamos a mis Tíos… ellos viven en Berlín… tal vez puedan ayudarnos.
—Es verdad Gus… como no se nos ocurrió antes— dice la pelirroja mientras saca su móvil del interior de su bolso.
—Pero mejor vayamos con Karina primero—Tom se ponen de pie—anda Amor llamas a tus padres desde la casa de David.
Los cuatro se dirigen al coche de Tom para partir a casa de David y Karina, en el camino ninguno dice nada, el silencio es algo que todos aprecian, en especial Bill que está más concentrado en encontrar a Keri, pero su hermano tiene razón Berlín es demasiado grande como para que él la encuentre, algo se le tiene que ocurrir, pero todo le resulta extraño que su amada Keri no esté en Dresden, si no en Berlín en compañía de Asgard, ¿qué le pudo haber pasado como para que en lugar de buscarlo a él… ella esté dando vueltas por otra cuidad? Y si todo no es más que una trampa de Harry, ese hombre es capaz de hacer cualquier cosa con tal de lastimar más a su hija, tal vez la envió a Berlín pensando que barbaridades, y la tenga vigilada y esa sea la razón por la que Keri no lo ha buscado aún, si ella no ha podido liberarse del control de él…. ¿Quien le asegura que esta vez sea diferente?
—Entonces yo acompaño a Bill a Berlín— dice Gustav interrumpiendo los pensamientos del pelinegro
— ¿Qué tu qué? —dice sacudiendo la cabeza.
—Que yo viajare contigo a Berlín, mientras Tom y Leila cuidan del enano.
—Muchas gracias Gus… pero no creo que sea necesario.
—No digas estupideces, Georg y Yo te ayudaremos a buscarla, si esta en Berlín la encontraremos.
—Muchas gracias chicos—dice sonriendo.
—Que agradeces Bill—dice Tom aparcando el coche en casa de Karina y David, los cuatro desciende del coche y se dirigen en la entrada de la casa de los Jost, justo la puerta es abierta por Karina quien les sonríe. A su lado agarrado de su pierna esta el pequeño Dashev que sonríe al ver a Bill frente a la puerta.
— ¡Papi! —grita soltando la pierna de su abuela.
—Hola mi niño— dice levantándolo en brazo para entrar, saluda a Karina al igual que el resto.
— ¿Ya me vas a llevar a casa? — dice mirando a Bill, mientras pasa una manita por su nariz.
—Vine hablar con tu abuelita y tal vez si te lleve a casa.
— ¿De que quieres hablar? — pregunta Karina mirando a Bill, quien le entrega al pequeño Dashev a Tom para que salga a jugar al jardín con ellos, la mujer al igual que el pelinegro observan salir a Tom, Leila y Gustav junto con el pequeño hacia el jardín, Bill se gira para quedar frente a Karina quien le indica que la siga hasta la cocina, una vez que llegan, el toma asiento en el comedor mientras ella sirve un par de tazas de café, sabe que la conversación será larga.
Karina queda azorada, al escuchar las palabras de Bill, su hija está en Alemania, demasiado cerca de ellos, pero al igual que él chico está confundida, no entiende por qué en Berlín, ella al igual que Leila sospecha que algo malo debió haber pasado, para que no esté en Dresden y menos con Harry, él jamás la hubiera dejado sola y menos sin alguien de su entera confianza, supone que todo tal vez sea una trampa de Harry de quien puede esperar cualquier cosa. Bill le informa acerca de sus planes de viajar al día siguiente a Berlín, para buscarla junto con Gustav y Georg.
Está claro que ella también viajara a esa cuidad con ellos, ansia estar ahí cuando encuentre a la chica, tras informarle a David sobre la aparición de Keri y el porqué Georg no ha parecido, el comprende la desesperación de su esposa y Bill por encontrarla, así que tras ultimar los detalles de que Tom y Leila se quedarán cuidando a Dashev, todos ellos partirán a Berlín entre mas sean más fácil darán con la chica. Todo queda listo partirán a Berlín en el vuelo del medio día, tras informarle a los Böss que Keri se encuentra en Berlín ellos deciden contribuir en la búsqueda de la chica.
Cuando el sol ha caído, y Dashev se ha quedado dormido en el regazo de Leila, deciden marcharse, puesto que tiene que preparar todo para el viaje, los chicos dejan a Gustav en su casa, para después partir hacia la de ellos, cuando llegan Bill sube al pequeño a su habitación, mientras Leila camina hacia la habitación del pelinegro seguida por Tom para hacer el equipaje, con lo nervioso y ansioso que esta es capaz de no meter nada o tal vez meter hasta la extensión del teléfono a la maleta.
—Tranquilo, Bill —dice la pelirroja cuando ha terminado de guardar la ultima prenda de ropa para el viaje.
—Es que no me puedo calmar—enciende un cigarrillo.
— ¡Oye imbécil! te recuerdo que mi mujer está embarazada—Tom, le arrebata el cigarrillo y lo arroga por la ventana.
—Perdón es que estoy demasiado nervioso.
—Pues entonces cálmate Bill que te dará un infarto— Tom lo sujeta por los hombros para que se deje de dar tanta vuelta por la habitación.
—Iré a prepararle un té y café para nosotros— dice Leila saliendo de la habitación
— ¡Bill! ya me vas a marear— dice Tom sujetándolo nuevamente— Escúchame bien, si no te calmas te voy amarrar a la cama y voy a llamar a David para decirle que tu no vas.
—Para ti es fácil… yo no la he tenido en mis brazos, por cuatro años, mi hijo solo la conoce por fotografías— dice exasperado.
—Se que no ha sido fácil para ti… pero si te vas a poner así cuando la encuentres la vas asustar—dice con voz seria.
—Mejor vamos por el te y por el café— dice saliendo de la habitación— por favor cuida bien a Dashev.
—Eso no tienes ni que decirlo— dice Leila entregándole una taza de Te
—Muchas gracias ambos y cuando el pequeño pregunte por mí.
—No te preocupes, le diremos que te marchaste porque vas a buscar a su madre—dice Tom tomando la mano de su hermano.
—Solo dile que volveré pronto y que le llamare todos los días.
—No te preocupes Bill así lo haremos- dice Leila sonriendo.