Capítulo 32

145 15 0
                                    

Llama a la puerta y espera con los ojos cerrados para que alguien la reciba, comienza a contar hasta diez para tratar de regular su respiración la que en ese momento se ha vuelto acelerada. De  pronto siente unos brazos que rodean su cuerpo y separan sus pies del suelo, abre los ojos para mirar a Bill, quien le sonríe pero ella no puede sonreír.

— ¿Keri que sucede?—dice volviendo a dejarla sobre el piso y cerrando la puerta tras él, Keri inhala una gran bocanada de aire y se gira para sentarse en los escalones, Bill se sienta a su lado y pasa un brazo alrededor de los hombros de Keri para pegarla más a su cuerpo— ¿amor que sucede?

—Yo estaba feliz— dice en modo de trance— y ahora ya no

— ¿Keri me estas asustando por qué dices eso? — Dice tomando su rostro por el mentón para que ella lo mire— ¿Porque ya no estás feliz?

Keri pestañea un par de veces antes de responderle—Me voy Hamburgo— dice en un hilo de voz, Bill sacude la cabeza aun no puede creer lo que ella ha dicho, está a punto de decirle que es la mejor noticia que ha escuchado, pero ella lo interrumpe—Voy a estar  a tu lado, pero algo dentro de mí, no se siente tan feliz de marcharse.

—Yo sé cuál es tu malestar—besa tiernamente sus labios —Tu malestar se llama Leila, no estás lista para despedirte de ella.

—Siempre hemos estado juntas, como me voy a despedir de ella— dice en un hilo de voz

—Mi amor el mundo se acaba por eso, pídele que se marche contigo, no creo que sus padres se opongan, tú misma me lo dijiste ambas habían planeado marcharse juntas.

—Soy muy tonta verdad.

—No solo que te asustas con mucha facilidad, anda vamos para que les demos la noticia a los demás— dice levantándose y estirando una mano para que Keri la tome, antes de llamar de nuevo a la puerta, la besa, no es un beso como los demás, este está cargado de sentimientos para él, está feliz porque la tendrá a su lado, sus planes salieron mejor de lo que esperaba y el que hoy planeaba decirle que no se iría de Dresden hasta que ella cumpliera la mayoría de edad, para que pudieran marcharse juntos.

Keri le cuenta a Leila la decisión que su padre a tomado sobre su continuo desarrollo como chelista, Leila vacila ante la idea de  partir junto con Keri hacia Hamburgo, es una posibilidad que ellas había sopesado desde hacía un tiempo, pero el hecho de que ella se lo planteara así tan de golpe, no es algo fácil de responder, para ella está claro que una de las cosas más entusiasma a Keri es el poder estar junto a Bill, el señor Novacek obviamente no dejara Dresden porque es la cede de sus negocios, pero ella no se sienta lista para alejarse de su hogar, de la seguridad de sus padres, mira a todos en esa sala y observa los rostros de Keri y Bill quienes no pueden ocultar la felicidad que a ambos los embarga, su mirada regresa a Tom quien la mira con un brillo esperando que ella también desee algo parecido a Keri, que dentro de ella también surja la necesidad de estar juntos, como con su hermano y la novia de este,  se acerca a los brazos de Tom y se deja envolver por ellos, mientras termina por decirse que es lo que realmente ella quiere, tiene una promesa con Keri  que tiene que cumplir y lo hará, no solo por su amiga ella también desea estar junto a Tom, el cielo comienza a teñirse de naranja esa es la señal para que Keri vuelva a casa, los chicos la llevan hasta su casa, se despide de todos ahora más feliz porque Leila ha decido también mudarse con ella, aunque igual no vivirán juntas se podrán ver, el señor Böss le prometió ambas mover todos su contactos para que su hija pudiera ingresar al mismo grado de Keri aunque en diferentes áreas por los instrumentos que cada una toca.

Los días pasan mucho más rápido de lo que las chicas se hubieran imaginado, Keri se encuentra en su casa guardando las ultimas cosas que le hacen falta para tomar el avión que la llevaría a Hamburgo, su padre ha decidido que partiera antes para que se fuera acostumbrado al clima de aquella ciudad puesto que ambas son diferentes, una vez que todo está listo recorre con la mirada cada detalle de esa habitación la cual está llena de recuerdos, algunos tristes y otros llenos de alegría, ese lugar que muchas noches la vio derramar miles de lagrimas, esas cuatro paredes que muchas veces la escucharon gritar en silencio, ahora todo le  parece un sueño, uno del que poco a poco va despertando para partir a uno nuevo, con suerte ya no regresará a ese lugar, está más que segura que nunca mas volvería a poner un pie en esa casa, una vez fuera será libre y dentro de un par de meses más lo será para siempre, una sonrisa se apodera de su rostro en ese momento, respira por última vez el aire de esa habitación el cual siente pesado, pero será la última exhalación que hará dentro de ese lugar, toma su maleta y sale de la habitación, para caminar hacia la sala donde la espera su padre y Claire, una vez que todo el equipaje está guardado en el maletero del coche,  cada uno ingresa al interior del coche,  Keri observa por última vez la casa y su mirada se clava en la ventana de su habitación y sus ojos se posan en la imagen de ella sobre esa ventana, ve a una Keri con el rostro lleno de miedo y lagrimas surcando por su rostro, siente una punzada en el corazón al verse a ella misma desde otra perspectiva una a la que nunca volverá, esa realidad ya no le pertenece, el coche se pone en marcha y ella comienza a observar cada detalla de su antigua calle, en el coche nadie dice nada todo es un silencio que es interrumpido, por unas ligeras notas de música clásica que salen por el estero del coche.

El coche se detiene en el estacionamiento del aeropuerto, el padre de Keri con ayuda de un empleado del lugar llevan el equipaje, mientras caminan hacia él mostrador de la aerolínea para poder hacer el chequeo correspondiente del equipaje y los boletos de avión, Keri recorre con la mirada, el lugar mientras sus  padre se encuentra arreglando los últimos detalles, una vez listo se acerca hasta su hija y la mujer, a quien le entrega los pasajes, le da las últimas indicaciones  sobre lo que tiene que hacer una vez que ambas hayan llegado a Hamburgo, la despedida no es nada fuera de lo usual para Keri, un frio beso en la frente y una promesa de ir a verla antes de lo previsto, para asegurase que todo marche de la manera adecuada, ambas caminan hacia la sala de abordaje, Keri mira por última vez a su padre, quien la mira y ella sonríe de lado, el hombre no muestra ni un atisbo de sonrisa en su rostro, pero ella no se siente mal, ahora su corazón late de manera descomunal al saber que en unas horas estará más cerca de Bill de lo que se hubiera imaginado, cuando ambas han pasado la zona de revisión caminan hacia una sala donde tiene que esperar para embarcar, una vez en la sala Claire le indica a Keri que tome asiento que ella ira a comprar unos cafés mientras esperan a que las llamen para abordar, mientras observa a la mujer desaparecer de su campo de visión, comienza a buscar un lugar donde sentarse y que Claire la pueda ubicar con facilidad, observa todo el lugar y de pronto se detiene, parece ver a alguien familiar ahí, sacude la cabeza para volver a observar pero no ve nada familiar, camina hacia un lugar frente al gran ventanal que da frente a la pista del lugar.  Comienza a jugar con el corazón que Bill le regalo con la mirada puesta en el ventanal donde puede observar el cielo gris, cuando de pronto todo a su alrededor se torna oscuro, lleva ambas manos hacia su rostro para quitar las manos que han bloqueado la luz de sus ojos y una vez que lo ha hecho reconoce las manos, una sonrisa se apodera de ella, mientras el corazón comienza a latirle de forma descomunal.

—Bill.

—Hola mi amor—besa su oreja

— ¿Pero qué haces aquí? —dice sosteniendo una de sus manos.

—Es un aeropuerto Keri, que se supone que este haciendo aquí

—Si es bastante obvio… no.

—Es primero amor—dice llevando su mano libre al rostro de ella—Te dije que regresábamos a Hamburgo el día primero.

—Creo que lo olvide.

—No me extraña estabas muy concentrada en devorarte mi cuello cuando te lo dije.

—Bill— reclama al borde del colapso por sentirse tan avergonzada de lo que él ha dicho.

—Que amor— dice juntando sus rostros para hacer un leve roce con sus labios sobre los de ella.

— ¡Hey tortolos!- gritan haciendo que ambos se separen, miran al lugar donde proviene esa voz, ahí se encuentran, Geo, Gustav, Tom y Leila entre los brazos de este último que ha sido el que ha lanzado el grito.

Bill toma  a Keri de la mano para comenzar a caminar hacia el grupo, cuando se encuentran frente a ellos, los chicos comienzan hablar de lo que harán en cuanto lleguen a Hamburgo.

UnendlichkeitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora