Karina ingresa en un complejo residencial muy exclusivo en la zona norte de Nueva York, siente como el corazón le late a mil por hora, en cualquier momento este abandonara su pecho, el pulso comienza a taladrarle en los oídos, el taxi en el que viaja se detiene frente a un portón de madera oscuro, le paga al conductor y sale del interior del vehículo, toma una bocanada de aire, para poder llamar a esa puerta, esta vez está decidida a no irse de ese lugar sin aquello que le fue arrebatado hace diez años, se enfrentara a Harry ahora ya no le teme como en aquellos tiempos, esta vez no se encuentra sola, a su lado tiene un hombre que la defenderá del monstruo que es Harry, además de que su hija está rodeada de personas que la quieren y una de ellas en especial daría su vida por verla libre y eso es lo que hará liberara a su pequeña de ese hombre que se hace llamar su padre, para que ella también pueda ser feliz como se lo merece, se arma de valor y llama al interfono, del otro se escucha la voz de una mujer, Karina se presenta como la Señora Jost, Claire que se encuentra del otro lado le informa que el señor Novacek no se encuentran omitiendo el hecho de que Keri tampoco está en casa, pero ella no se da por vencida le pide a la mujer que la deje entrar con el pretexto de tener en su poder unos documentos muy importantes para el hombre, la mujer duda de las palabras de Karina pero debido a la urgencia en su voz y pensando mejor que tal vez si son importantes y que el Señor Novacek olvido mencionar el hecho de que esa mujer iría por estar tan pendiente de Keri y del bebe de ella, Claire abre el portón para que Karina ingrese al interior de la casa, la mujer camina por el empedrado camino principal, observa el lugar realmente es muy hermoso un gran jardín rodea la enorme casa, un sinfín de hermosas flores perfumaban el aire del lugar, pero todo eso es una vil pantalla para esconder lo que realmente pasa dentro de esa casa, llega hasta la puerta y antes de que ella puede llamar a la puerta esta se abre, frente a Karina aparece Claire quien la mira sorprendida.
— ¿Karina? —dice con la voz entre cortada como si hubiera visto un fantasma.
—Si Claire soy yo—dice reteniendo las lagrimas de la felicidad al ver frente a ella, a la mujer, Claire abraza a Karina y ambas sonríen al reencontrarse— te he echado mucho de menos—dice limpiado las lagrimas de su rostro.
—Niña Karina, yo también. No sabes cómo le has hecho falta a Keri.
—Por eso estoy aquí Claire. Porque esta vez ya no le tengo miedo a Harry, me llevare a mi hija conmigo.
—No sabes lo feliz que me hace, escuchar tus palabras y más ahora que Keri te necesita tanto. — dice mirando hacia el interior de la casa— sabes tenemos mucho de qué hablar pero aquí no, Harry puede regresar en cualquier momento del hospital.
— ¿Hospital?, ¿Qué hace Harry en un hospital? — dice confundida.
—Espera aquí iré por mi bolso e iremos por un café, ahí te contare todo.
— ¿Dónde está Keri?
—Keri no se encuentra en casa, anda hazme caso, ahora regreso— Claire desaparece en el interior de la casa, mientras Karina le espera fuera, la desesperación por saber de su hija la hace querer entrar en aquel lugar, cuando se decide a entrar al lugar donde vive su hija, Claire sale y ella no puede entrar.
—Listo Karina ahora vámonos— dice Claire mientras comienza a caminar hacia la salida, una vez fuera llaman a un taxi y ambas se dirigen a una cafetería que Claire frecuenta muy seguido con Keri, al llegar ambas mujeres se dirigen hacia una mesa que se encuentra al final del lugar.
— ¿Y bien Claire de que quieres hablar? — dice impaciente por saber que ha pasado con su hija.
— ¿Primero dime tú como nos encontraste? —pregunta llena de curiosidad
—David mi esposo… el contrato a una persona para buscar a Keri, después de que desaparecieran de Hamburgo.
— ¿Cómo supiste que estuvimos en Hamburgo? —pregunta intrigada, justo cuando Karina esta por responder aparece la mesera para tomar la orden, después de que ambas mujeres pidieran un café, y se marchara la camarera con el pedido retoman la conversación.