— ¿Así que nos iremos a Dresden mi querido Gustav?
— Nos iremos, Yo me iré Tom, no sé qué rayos vayan hacer tú y Bill en sus vacaciones.
— ¡Oh! vamos Gustav, no sería genial pasar un mes todos juntos en una ciudad que no conocemos
— No Tom, lo que tú quieres es conocer a mi prima, te conozco demasiado bien, además acabamos de pasar dos meses juntos de gira por Francia y España.
— Si lo sé mi querido Gus, pero no me quiero quedar con Bill, mira que últimamente anda de un humor.
— Oye Gustav, no suena tan mal lo que dijo el descerebrado de Tom, podríamos ir todos a Dresden, bueno si Bill también quiere ir— agrega Georg mirando cómplice a Tom
— Es una buena idea, así regresan todos juntos y nos ponemos a trabajar de inmediato, que si se van por separado volverán cuando les plazca. — dice David finalizando la conversación.
—Solo tenemos un pequeño problema David — dice Georg de nuevo— Bill no ha dicho si quiere ir con nosotros a Dresde.
Todas las miradas regresan a Bill, quien aun no ha dicho una sola palabra al respecto de la maravillosa idea que se le ha ocurrido a Tom.
— ¿Y bien Bill qué opinas aceptas viajar con los chicos a Dresde?
— Pues por lo visto, ya esta mas que decido así que, no me puedo oponer está más que claro— dice mirando el suelo y con un tono de voz frio.
— ¡Hey!…esperen un momento, son mis vacaciones con MI familia, no nuestras vacaciones con mi familia— dice Gustav para nada convencido de la idea que se les ha ocurrido a los chicos.
— ¡Oh vamos Gustav! no te pongas en ese plan, mira que Bill ya acepto. — dice Tom con la voz llena de alegría pues ha conseguido que pasar las vacaciones en Dresde.
Gustav se levanta del sillón donde se encuentra sentado, con una mirada de resignación, pues sabe que no le queda de otra más que aceptar que quiera o no los chicos viajaran con él a Dresde.
— Por lo visto no tengo más remedio que llevarlos conmigo…. Entonces — suspira para volver a mirar a los chicos— nos iremos en unos días, tendré que llamar a mi tía para informarle que no me hospedare en su casa, ya que no quiero abusar de su hospitalidad, con ustedes metidos ahí, en especial contigo TOM.
—Pero Gustav si yo solo voy a conocer Dresde— la mirada cínica de Tom puede más que la paciencia de Gustav, quien termina retirándose del lugar, después de informales que les llamara más tarde para informarles el día y la hora que tendrán que partir a Dresde, unos segundo más tarde también se despiden Georg y los Kaulitz de David para así cada uno partir con un rumbo distintos.
— Es tu turno de conducir de vuelta a casa— informa Tom, mientras lanza las llaves a Bill, quien se gira justo a tiempo para recibirlas, este sin decir nada camina en dirección al coche para subirse, Bill pone en marcha el coche para regresar ambos casa.
— ¿Se puede saber qué interés tienes tu en ir a Dresde? — pregunta Bill después de unos minutos de viaje.
— La verdad— dice soltando una risa— Solo quería joder un rato a Gus, pero ya que ha aceptado creo que es buena idea.
— Eres un estúpido lo sabías verdad, y ahora por tus grandes ideas yo me veo arrastrado a una ciudad la cual no me place conocer— dice molesto, mientras con sus manos hace más presión sobre el volante.
— Bill si no quieres ir no vayas, quédate amargado en casa, pero yo me iré con Gus y Geo.
— No he dicho que no iré, solo que me parece que fue algo, grosero de tu parte, el que tengamos que imponer nuestra presencia en las vacaciones de Gustav, no has pensado que tal vez él quiera pasar tiempo con su familia.
— Y lo hará Bill, nadie está diciendo que Gus tenga que estar pegado a nosotros las veinte cuatro horas del día— Tom deja ver que se ha molestado.
— Pero aun igual será incomodo para él, no podrá estar tranquilo con ellos si sabe que nosotros estamos rondando cerca, además que no conocemos nada y él tendrá que ser nuestro guía.
— Quieres parar de decir estupideces, ni que Dresde fuera tan grande como para perdernos, además es mejor que estar en algún lugar conocido para los fotógrafos, quiero unas vacaciones tranquilas sin tener que estar al pendiente de que nos estén acosando.
— Y crees que Dresde es un lugar seguro— inquiere con tono de voz cínico y soltando una risilla por lo bajo.
— Yo no he dicho que sea segura, pero al menos despistaremos.
— Si puede ser una gran idea, total todos esperan a que vayamos a algún lugar exótico.
— Ves mi idea no están mala. — dice orgulloso de sí mismo.
De nuevo el silencio se hace protagonista dentro del coche, Bill sigue con la mirada puesta en el camino, pues las calles se encuentran algo resbaladizas debido a las lluvias que han caído en las últimas semanas y pronto estarán cubiertas de nieve, por su parte Tom se acomoda mejor en el asiento y cierra sus ojos, una suave melodía comienza a envolver el coche, mientras ambos comienzan a cantar en voz baja la canción.
—Algo me dice que nuestras vidas cambiaran después de este viaje— agrega Tom después de unos segundos de silencio.
— ¿A qué te refieres con eso? — pregunta mientras detiene el coche y observa a Tom quien aun se encuentra con los ojos cerrados.
— no lo sé… llámalo una corazonada.
— Pues solo espero que tu corazonada no vaya a traernos problemas esta vez — dice Bill mientras sale del coche.