El tren llega a Leipzing cerca de las nueve de la noche, el aire a esas horas se encuentra mucho más frio que de costumbre, Keri y Bill bajan tomados de las manos y comienzan a caminar hacia la salida de la estación, una vez fuera ambos se estremecen por lo gélido del clima, Bill al ver como Keri castañea los dientes cuando siente el aire sobre su rostro, suelta su mano y decide mejor rodearla por la cintura, ella lo mira sonriendo y agradecida por lo que ha hecho.
—No creí que estuviera haciendo tanto frio
—Y…Yo tamp… Tampoco—dice castañeando los dientes
—Tranquila en el coche estarás mas caliente—dice mientras ambos atraviesan el estacionamiento para llegar al coche de Tom, el cual le ha prestado a Bill solo para que lleve a Keri a cenar, una vez frente a él abre la puerta del copiloto para que ella ingrese, Keri agradece en el momento que Bill ha cerrado la puerta del coche, con ambos brazos comienza a darse calor, hasta que Bill enciende el coche y la calefacción, a lo que Keri sonríe agradecida.
—Lo siento
—No está bien, no es tu culpa el que yo sea tan friolenta.
—Al menos el restaurante estará, cálido para cuando lleguemos.
—Lindo auto
—Es de Tom, me lo presto solo para llevarte a cenar— hace una mueca
— ¿Tú no tienes coche?
—Si tengo, solo que el mío se quedo en Hamburgo, Tom tiene uno aquí para cuando decidimos venir a visitar a mamá, podamos movernos libremente sin ocupar el coche de ella, pero el mío es más lindo, algún día te llevare a dar una vuelta en el.
—me lo prometes. —le mira con los ojos llenos de brillo
—Te lo juro, claro que tendrás que venir a Hamburgo, porque es ahí donde esta mi coche
— ¿Ir a Hamburgo?
— ¿Nunca antes has estado en Hamburgo?
—No, nunca pero he escuchado que ahí se encuentra una de las mejores escuelas de música, pero no recuerdo su nombre.
—Hochschule des Saarlandes, si es la mejor de Hamburgo ¿has considerado estudiar ahí?
—Leila una vez estuvo averiguando sobre escuela en Hamburgo, Nuestro maestro de solfeo, cree que el conservatorio ya no es lo suficiente bueno para nosotras.
—Si quieren cuando regresemos a Hamburgo, yo podría, claro si quieres investigar los requisitos para que tu y Leila obtengan un lugar, aunque claro con su talento, serian unos idiotas si no las aceptan.
— ¿Tu harías eso por nosotras?—dice sonrojada.
—Claro que si Keri, por ti haría muchas cosas— ante ese comentario Keri siente como nuevamente el color se le sube al rostro, por lo que tiene que correr la vista hacia la ventana, Bill sonríe satisfecho, no puede creer que tanta perfección y ternura existan en la misma persona, el coche se envuelve un silencio agradable para ambos, quienes siguen tomados de la mano. Keri se dedica a mirar por la ventanilla, las calles de Leipzig iluminadas por cientos de locales, los cuales le parecen muy bonitos lo que la hace comenzar hacer comparaciones entre Dresde y Leipzig, ambas son totalmente diferentes, pero igual son muy hermosas, pasado unos minutos más de viaje, el coche se detiene frente a un Restaurant, muy sencillo pero muy hermoso ante los ojos de Keri, puesto que no es un lugar cualquiera, es el lugar preferido de Bill, mientras sigue mirando la fachada del lugar, Bill sale del coche, para dirigirse hacia la puerta de Keri, quien le sonríe cuando la abre y la ayuda a salir fuera, Bill vuelve a tomar su mano y ambos comienzan a caminar hacia la entrada del lugar.