A paso lento camina hacia la puerta principal de la escuela, la cual aun se encuentra casi sola, saca de su bolso su horario de clases, historia de la música camina hacia el final del pasillo para comenzar a subir las escaleras la cual la llevaran hasta la puerta de su salón, una vez frente a la puerta , suspira pues la idea de escuchar una hora seguida la voz mortecina del señor zimmerhoff no es muy agradable, y más cuando este comienza hablar de los orígenes de la música, y luego se desviaba diciendo que los jóvenes de hoy en día no saben apreciar una hermosa melodía , que si los grandes compositores de la música estuvieran vivos se sentirían realmente molestos de escuchar lo que las nuevas generaciones llaman música, abre la puerta del salón e ingresa dentro de este, hay algunos compañeros de clases con los que cruzaba muy pocas palabras, Leila aun no ha llegado y claro aun es demasiado temprano, camina hasta el final del salón donde se encuentra su asiento, deja sus cosas sobre este y se dedica a observar el cielo que aun sigue gris, definitivamente el sol hoy no saldría para darle un poco de luz a su alma, odia los días grises tan calmados como ese, siempre son augurio de que algo malo pasara, aun lo recuerda, en un día gris sus padres se separaron, también lo fue el día que su madre se marcho y la dejo con su padre aunque le prometió que algún día regresaría por ella eso no había sido cierto ya habían pasado diez años desde la última vez que había visto a su madre, realmente la extrañaba que hubiera sido de ella si su madre hubiera cumplido su promesa y hubiera regresado por ella como se lo había prometido, tenía su teléfono y su dirección Claire se lo había proporcionado a escondidas de su padre, sabía que si su padre se enteraba le podría ir mal a ambas, que prefería no arriesgarse total ya estaba resignada a la vida que le había tocado vivir , sus ojos en ese momento se cristalizaron, empuña sus ojos para retener ese liquido tibio que se empeñaba por salir, justo cuando siente que se quiebra, una cantarina voz la hace que abrir los ojos, Leila ya estaba sentada a su lado.
— ¿Qué tienes Keri? — dice al observar el rostro lleno de dolor de su amiga
—Quiero a mi mama— dice como una niña pequeña con voz asustada.
Ante tamaña confesión Leila abraza a su amiga para darle ánimos, pero sabe que no puede, ningún abrazo se comprara con el de una madre, incluso ella misma no sabe qué pasaría si algún día su madre no estuviera, aunque tiene más que claro que su vida nunca seria ni remotamente cercana al calvario que vive Keri en su palacio de cristal, su padre jamás sería tan cruel con ella como lo es el Señor Novacek, algunas lagrimas se escapan de los ojos de Keri y terminan estampadas contra el sweater azul cielo de Leila a la cual no le importa, la clase poco a poco comienza a llenarse , con ella el bullicio de los demás se hace presente, pero para Keri y Leila es como si aun estuvieran solas, Keri rompe el abrazo y mira a Leila con una sonrisa ,agradeciéndole su cariño y preocupación ,pasa una mano por su rostro para limpiar todo rastro de lagrimas de su rostro , el cual luce rojo debido a las lagrimas al igual que el borde de sus ojos.
—Pareces un tomate— dice Leila en forma de broma para que Keri también sonría
—Lose soy una Tonta, no debería ponerme a llorar y menos aquí. — se nota mucho que estuve llorando verdad.
—no mucho, más bien parece que nos has dormido bien, que no me extrañaría que te quedaras dormida a la mitad de la clases, pero no importa total los maestros ya están acostumbrado a tu bajo desempeño en la teoría mas no en la práctica— al final ambas sonríen es cierto ella podrá ser la peor en la teoría pero si de algo no dudan los maestros es que de todo el conservatorio ella es la mejor, todo los son pero nadie toca con tanta precisión, pasión, dolor, amor con un sinfín de sentimientos que dudan que exista alguien que puede transmitir tanto como ella.
El día sigue igual el cielo es completamente gris Keri ya ha perdido la noción del tiempo, pero aún es temprano puesto que las clases aun no terminan pero en qué clase esta, mira a su alrededor, buscando a Leila pero ella no esta así que supone que es solfeo ya que Leila y ella no están juntas en esa clase, el Señor Materazzi un italiano de mediana edad, bastante amable y paciente con todos los alumnos explica cómo será la próxima sinfonía que la escuela presentara para finalizar antes de las vacaciones de invierno, junto a él esta Stuart un chico moreno de cabellos negros rizados que en sus manos trae todas las partituras para cada uno de los presentes, Keri levanta la mirada en busca de Stuart ya que a ella no le han dado su partitura, de pronto se encuentra con la mirada fija de todo el salón sobre ella, quien se sonroja tal vez se quedo dormida de nuevo y su cabello es un desastre o sus ojos lucen hinchados producto del sueño, el Señor Materazzi interrumpe los pensamientos de Keri supone que no estaba prestando atención como casi siempre.