Holy Grail 💋|EMINEM|

Cap11

"Marshall"
No supe cuanto tiempo pase tirado sobre el sofa , confundido y es que una parte de mí se maldecía por haberla dejado ir pero por otro lado pensaba que había sido lo mejor.

-papá donde esta Danielle?-. Cuando levante la vista ahí estaba Hailie, ni siquiera note cuando llego.

- se fue-.

-Que?! Te dejo solo con ella y la echas de la casa?-.

-Mira que yo no la corrí ella se fue porque quizo-. Me puse pie para irme no quería discutir mas con Hailie.

-A que le tienes tanto miedo papá?-. La pregunta de mi hija me detuvo en seco.- Sé que ella es especial, sé que te gusta lo que no sé es que te detiene-.

-Muchas cosas, imagina lo que tus hermanas pensaran...-. Ella me interrumpió.

-Deja de pensar en nosotras, lo has hecho toda la vida y ese afán tuyo te hizo intentarlo tantas veces con mamá y lo único que conseguiste fue lastimarnos a todos hasta a ti, Alaina ya tiene su vida echa y Whitney y yo la edad suficiente para entender que mereces estar con alguien, no se si Danielle sea la indicada pero sin duda alguna debes intentarlo-...***

"Danielle"

Había luchado por no romperme en llanto durante todo el camino pero apenas entre a casa y las lagrimas fueron inevitables. Como era posible que me doliera tanto su rechazo, después de todo él estaba en todo su derecho no querer nada conmigo... aunque eso no le quitaba lo cobarde, jamás pensé que un hombre como Marshall le pudiera importar tanto lo que pensaran de él. limpie mis mejillas y camine hasta el baño me veía patética! "Vamos Danielle cosas peores te han pasado en la vida" Me dije frente al espejo. Empecé a buscar a Malina y la encontré dormida en una silla en la cocina y no quise despertarla, me tire sobre un sofá en la sala me sentía tan extraña, yo había pasado la mayor parte de mi vida sola pero justamente esta noche empezaba a resentirlo como hasta ahora nunca lo había echo... Mis ojos estaban por cerrarse cuando alguien golpeo la puerta, lo ignore no quería ver a nadie, me di la vuelta en el sofá decidía a dormir de nuevo pero los golpes continuaron y segundos después fueron acompañados por gritos.

-DANIELLE!!! Se que estas ahí mire tu auto en el estacionamiento-. La voz de Marshall me hizo dar un brinco en mi lugar camine hacia la puerta tratando de hacer el menor ruido.-...Estas parada frente a la puerta cierto?!-. Mis ojos se abrieron de la impresión.-Escucha Danielle tenias razón soy un cobarde, cuando te conocí supe que debía alejarme de ti si quería que las cosas no terminaran mal... eres demasiado buena para mi y yo... no puedo prometerte días perfecto porque no lo tendrás al contrario voy hacerte enojar tanto que querrás matarme, soy impulsivo y tengo mal humor casi todo el tiempo, puedo actuar como si te odiara un minuto y luego como si te amara al siguiente, estoy jodido y no te merezco... pero estoy enamorado de ti-....

Abrí la puerta para encontrarme con esos ojos azules que penetraban en los míos, su rostro se inclino cuando mi mano acaricio su mejilla, parecía tan vulnerable... Él no se movió ni un milímetro en el trascurso en que mis labios fueron a los suyos, al contrario envolvió sus brazos al rededor de mi cintura para mantenernos fijos en el mismo lugar.

-Sí tu aun quieres quedarte voy hacer todo para que funcione-.

-Al final importa una mierda si las cosas no salen como queremos Marshall, vale más tener cicatrices por valientes que la piel intacta por cobardes-.  Su boca se abrió para decir algo pero no deje que lo hiciera, lo tome de la sudadera y lo jale hacia dentro.

Tropezamos con cada mueble del departamento hasta que de alguna manera logramos llegar a mi habitación sin dejar de besarnos, cuando nuestros labios por fin se separan él se deshizo de mi vestido por segunda vez en la noche y yo hice lo mismo con su sudadera y playera, Marshall se dejo caer sobre la cama llevándome con él, intente sostener mi peso con mis brazos que se encontraban a cada lado de su cabeza, sus manos viajan por mis muslos hasta encontrar la parte trasera de mis rodilla empujándolas hacia enfrente para que descansará sobre su abdomen, el calor de sus labios besando mu cuello me volvía loca.
Dejo caer su cabeza sobre el colchón, podía sentir su pecho subir y bajar agitado.

-Estamos solos?-. Apenas fue capaz de pronunciar y yo de asentir.
Su torso se levanto y sus manos fueron a mi espalda para desabrochar mi bra, de un ágil movimiento giro nuestros cuerpos posicionando el suyo sobre mi. Su boca empezó a dejar besos por todo mi cuerpo me fue inevitable no estremecerse cuando llegó a mi cadera y sentí sus dedos ásperos tomar la orilla de mis bragas para dezlisarlas por mis piernas, deje de sentir su peso sobre mi cuerpo y escuche como se deshacía de sus jeans, fue cuestión de segundos para que se encontrará de vuelta.
Marshall se encargo de abrirse campo entre mis piernas, ahogue un gemido en sus labios cuando su miembro roso mi entrada, él parecía estarme torturando.
Mis manos subían y bajaban por su espalda y mis caderas se movían en busca de nuestra unión él lo notó y soltó una pequeña risa.

- no desesperes-. Dijo con una voz tan ronca que lo hizo sonar mas sexy aun.

Tomo con firmeza mi cintura y devoró mi boca matando un gemido en mi garganta al sentirlo adentro de mi.
nisiquiera dio tiempo a mi cuerpo de superar la conmoción y empezó a penetrarme, sus movimientos eran marcados pero cuidadosos cosa que agradecía ya que había pasado muy tiempo desde la ultima vez que estuve con alguien y algo me decia que él lo había notado.
Ahora me encontrar sentada sobre Marshall subiendo y bajando a la velocidad que él marcaba, su aliento chocaba en mi pencho y él murmuraba algo que yo por el éxtasis no fui capaz de entender. Mi espalda se arquio, era el tercer orgasmo pero parecía que hubieran sido miles, fue cuestión de segundo para que él acabara y yo me desplomara sobre su pecho.

Pude sentir sus manos acariciar mi cabello y sonrei al escucharlo gemir cuando rompí nuestra unios. Me acosté a su lado y con su brazo me arrastró de vuelta a él uniendo mi espalda a su pecho. Su barbilla se calvo en mi hombro y susurro.

-Entonces te quedaras?-. Eso pereció más un ruego que una pregunta.

-Hasta el final-.