IX: Energía Natural

8.8K 883 35
                                    

Todos los lobos presentes se apartan formando un círculo alrededor de nosotros. Max me mira con ganas de arrancarme la cabeza mientras camina lentamente. Le sonrió al ver en su ojos que no sabe qué hacer ganándome un gruñido de su parte.

Mi madre solo nos mira atenta esperando que hagamos la señal para iniciar el duelo. Puedo observar en mi madre como el éxtasis sale de su cuerpo de la emoción por ver a su hija al fin luchar y tal vez sacar a su loba interior. Pero demostrare que no necesito cuerpo de lobo para derrotar a un alfa.

Escucho como mi madre ladra dando oficialmente inicio a este duelo. Max no pierde el tiempo y me ataca directamente. Lo esquivo fácilmente, tomo la silla que está cerca de mí y cuando este se gira para atacarme se la tiro en la misma cara. Los pedazos de madera vuelan por los aires y miro al lobo gris... que solo me mira rugiendo.

—No te ha hecho ningún efecto... — comento algo sorprendida caminando hacia atrás. Si no me equivoco hay algo más atrás que si lo puede afectar.

Al ver que me va atacar me giro y corro lo más rápido posible hacia donde esta lo que necesito. Pero siento una fuerte mordida en mi tobillo. Max me arrastra un poco mientras yo trato de aferrarme al suelo. "No lograre nada si sigo así" me digo a mi misma. Me enfrento a Max y le doy varias patadas en su rostro, pero no le hace casi nada. El lobo gris suelta mi tobillo para alcanzar mi rostro y darle fin a este duelo. Terminare muerta... alza mis manos sacando lo que mi bisabuela me enseño hace doce años.

Al ver como Max lentamente acerca sus fauces a mi rostro puedo notar que ya piensa que gano este duelo. Muevo un poco mi cuerpo logrando que el lobo gris solo muerda mi hombro derecho haciendo que grite un poco. Mi madre se acerca en forma de protección pero la miro molesta para que no se acerque. Mi mano sigue alzada... de ella una aurora débil de color azul y miro los cielos buscando a un viejo amigo. Max aprieta más su mordida haciendo que yo cierre los ojos aguantando el dolor. Trato de alejar el cuerpo pesado del lobo con mis piernas pero ya no puedo más, necesito un respiro.

Escucho el sonido que estaba esperando hace unos segundos de los cielos haciendo que abra mis ojos. Observo como un águila con garras de plata se acerca a nosotros a toda velocidad. Sonrió al ver como seguimos conectados aunque hayan pasado más de una década. El águila estira sus garras y ataca a Max por su lomo. Este chilla liberándome de su fuerte mordida y por reflejo le doy una fuerte patada en su hocico haciendo que de unos pasos hacia atrás.

Me alejo un poco al ver como Max se concentra en atacar el águila. Respiro con dificultad tocando mi hombro que está completamente herido. Cierro mis ojos concentrando mi energía en mis heridas, siento como se cierran poco a poco y los huesos fracturados se mejoran.

—Naciste con la energía natural en tus venas solo tienes que practicar y manejaras mejor que yo... — los ojos azules de mi bisabuela aparecen en mi mente mientras hago lo que ella me enseño hace doce años.

—Ya concéntrate, Iris. — me digo a mi misma alejando esas palabras y la imagen de mi mente. Todos se sorprenden al ver cómo me levanto sin ninguna herida en mi cuerpo. —Es un licántropo... óseo que tiene algo de sangre de Luna aunque no sean una luna como tal. Por lo que significa que... — diviso una cadena de plata casi por el monte.

Miro detrás de mí pendiente a Max, pero este está siendo humillado por el águila. Observo como su lomo expone un poco de su piel por las garras del águila y además está algo quemado. Si, se puede ver perfectamente como las garras de plata le hacen daño.

Corro a toda velocidad hacia la cadena pero nuevamente siento como me toman del tobillo. Me sorprendo a ver como Max sigue pendiente de mí aunque es atacado por el águila. Ya esto me está cansando... alzo mi mano y de ella sale una honda azul alejando a Max de mí. Me vuelvo a levantar y tomo la cadena sin miedo. Me giro y los lobos presentes se sorprenden más al ver como tomo la cadena sin ningún problema. Algunos me gruñen mientras me acerco a Max que está siendo atacado por el águila.

Alfa Iris: Buscando Mi Otra MitadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora