—¡Vamos! — gritan todos a la vez.
—Dentro de poco. — susurro inhalando, tomando toda la energía que tiene este matorral. Escucho como un rugido potente se acerca con fuerza junto al sonido de las alas de ese ser. —¡Ya!
Todos me empujan para entrar. Jafet me toma del brazo y me hala mientras le doy una pequeña ojeada a la cosa que nos quiere matar. Solo puede ver sus garras gigantes preparándose para agarrarnos.
Observamos como la gran bestia pasa por el lugar fallando en su cacería. Todos respiramos con dificultad por la adrenalina. Mis brazos tiemblan de tanta energía que tengo en mí. Toco mi pecho en el cual late lleno de vida.
—Estuvo cerca. — comento riendo en el pecho del mitad vampiro.
Jafet me suelta casi quejándose del ardor que le provoco. Creo que al tener más energía es peor para él. Noto que estamos en un tipo de pasillo, lleno de telarañas. Pero en las paredes rocosas hay imágenes con un fondo azul. Paso mi mano enamorada de este arte, pero al ponerla las pinturas brillan. Alejo rápido mi mano sorprendida por lo que acabo de ver.
—Es por tu energía los humanos que se conectaban con la naturaleza hicieron estas imágenes. — explica Alejandro mirando con melancolía los dibujos antiguos. —Eres única. — se gira y mira el pasillo. —Tenemos que seguir caminando.
Este se aleja son mirar a nadie, ocultando algo que no quiere recordar. Empiezo a seguirlo y Jafet me sigue por detrás. El mitad vampiro pasa su mano por las imágenes tratando de estas se enciendan por color. Aguanto una risilla ante su mentalidad.
Salimos por un tipo de sala gigante que está decorada por matorrales de un verde vivo. Hay un gran telescopio que mira hacia el norte. Lo que era la pared antes ahora deja ver todo un paisaje hermoso. Mi aire se disipa al ver la nación del norte y algo en el más allá.
—Las afueras de las naciones. — comento con ojos llenos de lágrimas por alguna razón que no entiendo.
—Lo miras como si supieras que hay algo que te espera en el más allá de las naciones. — comenta un compañero de Alejandro.
—Yo... — no puedo terminar la oración, toco el collar que está escondido debajo de mi blusa. —No se... porque.
—Parece que te duele como cuando se aleja tu otra mitad. — comenta el otro preocupado por mí.
—¿Otra mitad? — pregunta Jafet acercándose a mí. —Es imposible.
—Bueno, dejen de hablar baboserías y sigamos. — comenta Alejandro aplaudiendo varias veces. —Estoy seguro que este es el nido del dragón.
—No existe tal cosa. — comento con los ojos cerrados en contra de que fuera un dragón. —Los dragones se extinguieron en la guerra, ya no existen. — les explico dejando a Jafet con la boquiabierto.
—¿No viste esa cosa? — cuestiona el mitad vampiro señalando los cielos. —Era grande, tenía escamas, volaba...
—¿Escupió fuego por la boca? — este le pregunto interrumpiendo sus descripciones dejándolo callado.
Sonrió un poco ante la victoria. Busco a Max con mi mirada pero no lo encuentro. Rápidamente me giro y miro por dónde venimos
—¿Dónde está Max? — cuestiono asustada.
Todos empezamos a buscarlo. Alejandro y su manada lo buscando por dónde venimos. Estos llegan negando.
—Oh, el dragón se lo comió. — dice Jafet aterrado nuevamente por la bestia que nos siguió.
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Alfa Iris: Buscando Mi Otra Mitad
WerewolfIris, una joven nacida en la manada central lucha por tener una vida normal. Ya que ha sufrido desde su niñez por tener una familia de licántropos que es devota a la Luna y posee una energía peligrosa para ellos. Pero el destino le tiene algo difere...