Capítulo 9

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No entendí.
Ni la película.
Ni el sabor de la comida.
Nada.

¿Era posible tanta confusión?

-. . . ______ vámonos a tu casa debes descansar.
-¿Eh?
-¿Acaso me estabas escuchando?
-Yo. . .
-No. Ya se.

Un evidente Nam Joon enojado ante mi vista. Sentí vibrar mi celular en el bolsillo de mi pantalón, lo saque con duda.
¿Papá?

#-¿Si?
-Hija. ¿Como estas? - recién salida del hospital.
-Bien y ¿Tu?
-Genial, hija te tengo una noticia, nos mudaremos.
-¿Disculpa? - las noticias malas iban bien.
-Si hija. Me darán un mejor puesto y la casa sera aún más grande, podré darte lo que desees, además de que aquí hay una hermosa academia de baile . . . - una casa mas grande?. Para que? Para que me sintiera aún más sola.
-No me iré.
-¿Qué?
-Me quedaré aquí a culminar mis estudios. No necesito nada grande vende esa enorme casa si quieres. Con dónde dormir y estar cómoda para estudiar me basta. Hablamos más tarde me duele la cabeza#

¿Dolor? Aún no me enteraba de como ese sentimiento me estaba matando lento los sentimientos hacia mi padre. Bueno. . . Hacia ese señor que se hacía decir mi padre. Por que ya no era mío, y obviamente poco a poco, dejo de ser la persona a la que llamaría padre.

-¿Te encuentras bien?
-No. . . yo. . .

Oscuridad.
Otra vez.

Narra Jin

Corria por los pasillos del hospital, soy un imbécil no debí dejarla sola. Lo prometí y es lo primero que hago. Malditos celos, no me dejaron pensar con claridad. Yo debía cuidarla y aquí estoy otra vez corriendo en el hospital.

-¿Que le paso esta vez?
-No lo sé- Nam Joon estaba asustado, casi tanto como yo, lo note pero no me importó, lo agarré de su camisa, quería golpearlo por no cuidarla.
-¡¿Que le hiciste?! Debías cuidarla, no es tan difícil. . .
-Recibió una llamada- su tono era tranquilo como si estuviera roto de alguna manera- era su padre - plantó su fría mirada en la mía, hizo que lo soltara en un sólo movimiento - ella se mudara.

¿Qué? ¡No! No podía irse. No debía.

-Traeré café, estaré aquí unas horas más.

No le di importancia hasta que se fue, me derrumbe en uno de los asientos, ¿Qué me pasaba? Ella no era nada mío y aún así todo lo que le pasaba dolía.
Agarré mi cabeza y apoye mis codos en mis rodillas, esperando noticias que dijeran "esta bien" o algo así, mínimo que había despertado, tranquila. A salvo.

Tres horas.
Tres horas habían pasado y ni una sola noticia, estaba frenético al punto de que si alguien se me ponía enfrente lo golpearía con toda la frustración que sentía.

Una enfermera se paró frente a mi lo note por los diminutos zapatos blancos, puso una mano en mi hombro izquierdo. Una ola de dolor atravesó mi pecho.

-¿Qué paso? - pregunté sin alzar la cabeza, necesitaba la respuesta pero no lástima.
-Ella. . . La señorita estuvo mal unas horas será trasladada a un cuarto normal en unos instantes. El doctor informara cuando podrá verla. Por ahora es imposible.

Dio un ligero apretón en mi hombro y se fue.
Mi frustración llegó al corazón en culpa.
Era un total imbécil celopata.

-Ya me voy - hablo NamJoon después de estar callado tanto tiempo - tengo algunas cosas que hacer y no me siento cómodo. Volvere por la mañana.

Se fue déjandome sólo, bastante sólo. Los pasillos estaban vacíos, de repente el sollozo que luche por mantener salió. Junto con agua salada que hacia un camino silencioso en mis mejillas. Haci se sentía el dolor real.

Debía haberlo sabido antes _________ me tenía atrapado y yo estaba negandolo sólo para no salir lastimado.
Que maldito egoísta había sido. Quizás ella sufría tanto como yo.
Limpie las lágrimas con el dorso de mi mano, alze la vista y la luz de la media luna me recibió. Era una noche desoladora.

-Señor Kim. Puede pasar a verla. Mañana le avisaré su condición esta noche deben descanzar.

Asenti, y lo seguí en absoluto silencio, al encontrarme frente a la puerta, apretó mi hombro y se fue. La mirada perdída en la diminuta ventana, debía entrar y quedarme allí aunque muriera de dolor viéndola tan frágil. Como si el viento podría romperla.

Despacio acaricie su frente quitando algunos mechones rebeldes, sintiendo su fría piel en contacto con la mía.

-Jin.

Suspiro, y me llenó el corazón con sólo decir mi nombre.
Me senté a su lado agarrando su delicada mano. Fría, la encerre entre mis dedos y trate de calentarlas.

6:28 ella ya casi despertaria, salí a traerle comida. Comida real.
La enfermera entró y saludé, anunciando también mi salida y que volvería en segundos. O minutos.

El doctor me detuvo en la marcha.

-Su condición es muy delicada deberá quedarse aquí por algunos días, monitorear todo en su estado y por sobre todo lograr que tome los medicamentos y alimentos correctos.
-¿Que tipo de alimentos?
-De todo un poco. La verdad es que su cuerpo a estado gastando más energía de la que produce, por lo que debe alimentarse bastante.

Me dio una sonrisa amable y estrecho mi mano.

Salí a paso rápido hacia la calle. Si debía comer yo le daría de comer. Se debía quedarme ahí el día entero lo haría. De todos modos era mi prioridad sin saberlo que convirtió  en lo primero que yo pensaba al despertar y lo último antes de dormír mi pequeño mundo empezó a girar en su entorno.

Avena, leche, jugó, panecillos.
Eran algunas de las cosas que había conseguido para ella.

Subí al ascensor con la mirada baja y el corazón a mil.
No sabía como abordar el tema de haber dicho ser su novio más de una vez. Debía arreglar esa situación, no quería que pensará que era lástima. Nada de eso era algo que yo deseaba y me estaba presionando para engañarme a mi mismo.

Llegue y tenía las lágrimas por las mejillas rodando sin cesar en un profundo silencio, sollozos débiles se le salían y estrujaba la manta entre sus dedos.

-¿Qué esta mal? - pregunté cautelosamente, acunando su rostro entre mis manos, limpiando sus lágrimas con mis pulgares. Sintiéndome nada.
-Me iré Jin - sollozo - no quiero hacerlo. Pero lo haré.
-No puedes dejarme - dije calmado - nos queda la presentación. Y que respondas una pregunta muy importante.
-¿Cuál sería?
-Tu.........

MALDITA PRIMAVERA.       ((JIN Y TU))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora