Quizás un corazón roto no era bastante. Ahora más de uno rondaba la universidad, si, rondaban. Ya que ya no eran sino cuerpos sin alma, que estaban destruidos.
Vivían por que algún sueño debía ser cumplido, o por que alguien los jalaba para seguir con la vida que les había tocado vivir.Narra Rosario
-Por favor no. Por favor no.
Lloraba en mi habitación, temblando por la repentina noticia. Estaba llorando desde hace unos días. Sólo mi única amiga estaba allí para mi. Pero tampoco del todo.
No podía darle todos mis problemas y ponerlos en su espalda y que caminace conmigo.
-Hola. . .
Ella, mi mejor amiga, llegó a mi casa, puso sus cosas sobre la silla del tocador, note sus ojos rojos, su pelo revuelto. En su iris un corazón roto.
-¿Qué paso?
-El se enteró.Sus ojos se llenaron de lágrimas, note que ya no podía hablar por lo que sólo la abrace.
-El, ¿Como se enteró?
Se que no era la mejor pregunta, pero ella estaba decidida a decírselo ya.
-Fue el, llegó eh hizo una escena. Hope se fue, le llame ya le mande mensajes. Nada simplemente decidió ignorarme.
-Bueno sabes que eres mi mejor amiga. Pero, ¿Como querías que reaccione?
-No lo sé. Sólo. . . No lo sé ¿bien?Estaba muy alterada, temblaba y las lágrimas parecían no tener fín. Estaba mal dejarla asi.
-Ven conmigo.
La jale de la mano hacia la ducha.
La metí con ropa, estaba tan en su mundo que la lluvia artificial sólo hizo que llorara más, se abrazó a si misma en el suelo. La veía destrozada allí un cuerpo. Sin vida, con un corazón que ya no latía por si mismo.-Tranquila, lo comprendo. Pero el también necesita estar sólo y pensar. Necesita asimilar la situación. Después, pues tu podrás contarle la verdad. Tu verdad. Que por ahora creo fielmente que debe estar sólo contigo. El no te escuchará incluso podría llegar a ser muy hiriente contigo.
Narra Hoseok
Sentía, no.
Ya no sentía nada, mis nudillos sangraban, me dolían las costillas y las piernas ya no las sentía.Estaba en un callejón golpeado, vine a descargar mi frustración. Lo hice pero aún me dolía todo. Había golpeado a tres chicos más grandes que yo. Pero entonces llegaron otros dos, me sujetaron de los brazos y me dieron mi golpisa. Una que no olvidaría, si no fuera por que el corazón lo traía aún más desecho.
Apoye las palmas al piso y las rodillas, impulse mi cuerpo y me paré. Antes de volver a caer me sostuve de la pared.
Puse mi espalda en ella y apoye también mi nuca para ver hacia arriba.-¡¿POR QUE?!
Grite con toda la fuerza que me quedaba, baje la cabeza y camine hacia la salida del callejón. Mi motocicleta se había quedado en casa.
Hasta había pensado comprar un auto, para que ella se sintiera más cómoda. Que estúpido eh iluso.-Oh, cariño déjame ayudarte.
Esa voz yo la conocía no quería su ayuda no hoy.
-Cariño, estas mal. Ven conmigo.
Sujeto mi brazo y ya no pude más quería desatarme de sus garras pero ella me sujeto fuerte, puso mi brazo en sus hombros y me llevó hacia la calle. Allí me subió a su auto, beso mi frente y la oscuridad se apoderó de mis ojos.