Capítulo 22

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Narra Dayana

Creí que nunca dejaría que nadie jugará conmigo, pero Jimin estaba consiguiendo eso, eso y más.

La ducha sólo fue la primera vez. Ese día dijo "eres mía" y lo usaba práctica y teóricamente, estaba muy segura que ya se había follado a más chicas después de eso, pero de alguna retorcida manera yo era especial. El siempre volvía a mi, y yo volvía a él sin discutir. No podía. En mi cabeza y fuera de mis labios decirle "sólo es sexo" se había convertido como en la oración que le decía para creérmelo yo también.

-Al fin llegas. Llevo esperándote horas.
-No exageres Jimin, nuestros ensayos empiezan justo en esta hora.

Puse mi bolso en el piso y comencé a estirar mis músculos para bailar.

-¿Quien dijo que te espero para el ensayo?
-. . . Eh. . . Jimin quédate quieto. . .
-No.

De repente estaba detrás de mi frotandose en mi trasero, sus manos en mis senos por encima de mi ropa y sus labios en mi hombro derecho.

-Nena te deseo las 24 horas, me has arruinado.
-Estoy segura. . . que aún funcionas. . . bastante bien.

Entre jadeos respondí, el también me había arruinado vivía alucinandolo y imaginandolo desnudo. Deseando más de su estúpida persona. Pero eso era algo mío, el jamás lo sabría.

-¿Qué tal si este lugar nos crea nuevos recuerdos?
-¿Qué. . .?

Ni si quiera pude terminar de preguntarle a que se refería. Uno de sus dedos ya estaba dentro de mi.

-¡Jimin!
-Si nena di mi nombre.
-¡Idiota! ¡Podrían sorprendernos!
-Lo dudo mucho.

Violación es cuando una de las partes no quiere, pero entonces como le llamas al echo de si querer pero no en ese preciso segundo por que da miedo te vean desnuda, y te sorprendan con "Jimin el Jigolo".

-¡Jimin! ¡Basta, aquí no!
-Bien, pero me debes una.

Me besó en los labios, un simple beso casto y simple. Pero por alguna razón hasta cerré los ojos. Esperando más.

-Imbécil.

Dije y le di un golpe a su hombro, el sólo se rió y puso la canción. Jimin y yo éramos de los pocos que decidimos Canto y baile. El baile se me hacía complicado más para esta canción, creo que necesitaba ayuda.

-¿Estas seguro de la canción?
-Si.
-Tenemos tiempo para cambiarla aún.
-No, no tenemos.
-Si que tenemos. Es sólo que. . .

El envolvió sus brazos en mi cintura quedando cara a cara. No quería que me tocara, siempre terminaba cediendo a lo que el quería.

-¿Que señorita?, ¿no le gusta cantar una canción de amor conmigo?.
-No seas imbécil y sueltame.
-Nop.

Me estaba haciendo enojar, lo peor es que con esa sonrisa ya estaba consiguiendo lo mejor de mi.

-¡Jimin, ponte serio y empecemos!
-Uy, Alguien se enojó.

Agarró una de mis mejillas, la apretó ligeramente y un mechón de mi pelo lo puso tras mi oreja.

-Podría arreglar eso, pero si hay que ensayar, tengo una cita más tarde.

Beso mi nariz y se alejó.

"Cita" "Cita" "Cita" "Cita"

Maldito no debió decírmelo, cual de sus zorras estaría metida en su cama esta noche. ¿Debí dejar que jugará conmigo? No, no, no. El no debe jugar más conmigo.
Si saldrá con más, no me necesita se acabo. Se lo diré. . .

-Nena. Es una cita médica. ¿Ahora puedes hacerlo mejor?
-No pensaba en eso. No te creas tanto Park.
-Y los cerdos vuelan, y no me digas Park. Si no quieres ser mía justo en el piso donde estas parada.

Eso me hizo tragar saliba no debía verme débil.

-Bien terminemos esto de una vez. Debo irme a casa.

Suspire derrotada, por tanta estupidez de parte de Jimin.

Narra Jimin

Adoraba hacerla enojar, era como un premio extra ver sus ojos abrirse y sus mejillas arder en enojo. Simplemente adorable.

Un momento ¡PARK JIMIN! No digas estupideces, ella no es adorable, ella es cruel y mala eso es. Y yo soy tan juguete de ella como ella el mío.
¿Dos juguetes jugando? Que irónico. Aún asi deje de creer lo que decían por ahí. Yo había sido su primero, no me lo había dicho. Tampoco se enojó por algo asi.
¡No la entiendo! ¡Maldita sea!
Por eso sólo hago usalas y tiralas. No tendría este conflicto interno.

-Debo irme.

Agarre mis cosas y no espere su respuesta. Tenía que parar esto, aquí y ahora. Mi mente ya estaba demasiado enredada entre sus caderas y sus hipnotizantes ojos.

Y otra vez ¡Park Jimin! ¡Deja de pensar en ella!

Salí casi corriendo debía ver a Nam, alguien debía saber esto. Darme un puñetazo y devolverme a la realidad.

#-Nam?
-Si dime
-Te espero en la cafetería.
-Es urgente eh? Muy bien ahí estaré esperame unos minutos.
-Vale no tardes-#

Me pase una mano por la cara debía aclarar las estúpidas ideas que me estaba generando yo mismo. Nam debía matar mis esperanzas, recordarme a. . . Bueno a ella y todo volvería a ser como antes. Si eso pasaría, por fin dejaría mi obsesión por Dayana.

Narra Celeste

Por mi culpa V había cancelado el ensayo. No podíamos estar más asi, en los ensayos platicabamos y jugábamos, ahora que decidimos tener ensayos más serios nos pasa esto.

No podíamos seguir asi por que. . .
Los ruidos de vidrios quebrandose me alertó, después de eso ni un sólo ruido. Pero escuchaba un quejido muy despacio. Corrí hacia la sala #4 y en el suelo había algo. No se movía y los vidrios de los espejos estaban por todas partes. Que no sea lo que pienso por favor.

Me acerqué con calma de no cortarme, o pisar algún vidrio demasiado fuerte.

-¿Dayana?

Esta era la chica que peleaba con Park Jimin. Todos sabíamos que se odiaban pero ahora eran pareja para el concurso, que ironía.

-Oye, despierta ¿Estas bien?

Demonios esta chica estaba desmayada, puse mi mano cerca a su nariz aún respiraba pero era debil.

-¡Ayuda! ¡AYUDENME!

Necesitaba un hospital urgente por que si la movía yo, corría el peligro de ponerla contra algún vidrio.

-¡AUXILIO, POR FAVOR!

Mis gritos se hacían más dolorosos por el esfuerzo que les ponía. Hasta que entró una chica algo alta muy bonita, me vio en el suelo y abrió los ojos muy grande.

-¡Jin! ¡llama a una ambulancia!

Se acercó corriendo hacia mi, me vio con ojos de preocupación y sé arrodilló sin importarle sus rodillas. Esta chica estaba loca o era muy valiente.

-¿Tu estas bien?
-Si, ella es quien esta mal.
-¿Como paso esto?

Sus ojos los paseo por el desastre, parecía que un huracán paso por aquí. Más parecía una explosión o una pelea. Pero no había nadie más aquí.

-¿Quien le hizo esto?
-No lo sé. Cuando llegue ella estaba ahí.
-Amor ya llame a la. . .

El chico ni terminó de hablar y corrió hacia la chica, le pregunto en silencio si estaba bien, asintió y miro a Dayana en el piso.

Los paramédicos aparecieron con total calma. Supongo que en estos casos es mejor guardar la calma.

-Por aquí entren.

Esa voz la tenía grabada en la cabeza, Fer, con un demonio.
¿Debía decirle la verdad?, en la cafeteria estaba enojada, dije todo sin pensar. Estaba siendo una mal amiga cuando en realidad V sólo me había apoyado y ayudado.
¡Perfecto ahora me siento mal! ¡Maldita sea!

MALDITA PRIMAVERA.       ((JIN Y TU))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora