Narra Nam
No era soledad, era frustración ¿celos? Si. Y de los buenos
Era mi amiga, esto estaba mal, pero bueno había estado pensando en eso y después de toda una noche sin dormir había decidido decírselo. Más bien preguntarle si tenía alguna posibilidad. Después de todo yo era mejor, mucho mejor que Jin yo jamás las ignoraría ni nada parecido que la hiciera sufrir.
Hiba con la cabeza abajo por los pasillos del hospital. Debía saber que le pasaba y después. . . Preguntarle.
Abri la puerta de su habitación, lo que vi respondió mis dudas. Pero también rompió algo dentro de mi. Algo que hizo que saliera corriendo sin decir nada.
De todos modos ¿que diría?
"Oh que bueno que arreglaron todo con un beso"
Esas cosas no funcionaban y yo me decepcione una vez más de mi estúpido corazón.
Debo ir a hacer la composición para la competencia. Sería un punto fijo para olvidar. Para dejar de pensar.
Narra Jin
¡HABIA DICHO QUE SI!
No aguante la emoción y me lancé a sus labios, suaves, con un gran aroma.
Era lo que esperaba y lo que quería, desde. . . Desde. . . No se cuando.
-Jin.
Escuche su voz, era suave y llena de vida. Aunque algo débil.
-La puerta se abrió.
-Debió ser una enfermera, pero iré a ver.
-Si.
No había nadie, bueno nadie en la puerta. Había gente caminando por los pasillos, como es de esperar en un hospital.
-No veo a nadie - dije desde la puerta.
-Bien no importa, ven aquí.
Como la última vez acomode todo para comer y ella aceptó gustosa, entre bromas me di cuenta que de vez en cuanto miraba su celular no se si era por la hora. O esperaba algo. Como una llamada. ¿Quizás a su padre?
-Jin. . .
-¿Si?
-Nam. ¿No te dijo si vendría? - y ahí estaba ese sentimiento incómodo que hacia que mis puños se cerrasen.
-No. No lo mencionó, pero puedes llamarle ¿No?
-No podría. Estaba muy enojado conmigo.
-¿Por que?
-Ayer no le tomaba atención. Por estar pensando - dirigió sus ojos a los míos y los apartó de inmediato y se aclaró la garganta - pensando en. . . Algunas cosas. ¿Tu crees me perdone?
-Depende.
-¿De que? - me miro muy curiosa.
-De que hiciste. Y que tan pronto le pediras perdón.
-Hoy mismo. Supongo. Creo que dejaré que se le pase un poco. Además es tu culpa.
-¿Que? ¿La mía? ¿Porqué?
-Te fuiste enojado. No sabía de que.
Dios mío. ¿Era tan inocente como para no darse cuenta que con esa declaración me subía un poco el ego?
Sonreí. No pude evitarlo, después de todo como mi madre decía, todos tenemos el orgullo de hombre algunos muy escondido. Pero todos lo tenemos.
-Oh entonces fue por mi. ¿Te digo por que me fui?
-Por favor.
Suspiró y me acomode a su lado en la camilla. Puse mi mano derecha en sus hombros y con la inquierda acomode su pelo.
-Por que estaba celoso.
-¿De que?
-¿En serio no te das cuenta?
-¿De que?
-De nada cariño ya déjalo así.
Bese su frente y me acomode bien para no caer peor también para abrazarla bien.
-Te quiero - susurre y me caí junto a ella en un profundo sueño.
