Capítulo 39

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Sin pensar en las cosas la canción ensayada y planeada quedaba como anillo al dedo, jamás pensó en tener esos sentimientos tan confusos. Quería que el sintiera la canción tanto como ella pero sería imposible. La única que cayó fue ella.

-Señorita Dayana es su turno, el joven Jimin ya tiene su lugar.
-Si... em... voy para allá.

Se miró al espejo una última vez y salió por los pasillos de los camerinos.
Su historia fantástica de amor no había empezado, pero estaba terminando.

-Dayana yo...
-Callate Jimin, terminemos con esto y cada quien por su lado.

Sonrió falsamente, y miro al frente. Sus ojos parecían contener todo un río de lágrimas, pero no las dejaría salir. No frente a el.

Ella tomo aire profundamente mientras observaba al chico a lado suyo, llevaba jeans azules y una camiseta negra, junto a una gorra y zapatillas rojas. Todo era un conjunto perfecto a ella. Ella llevaba un vestido negro corto, algo formal, con tacones rojos y el cabello en un moño desordenado.
En el escenario había un taxi y maletas. Como si uno de los dos estuviera huyendo del otro.

D: Siento que me desconoces 
siento que tocarme ahora te de igual (J: te da igual) 
cada vez hay más temores 
crece como hiedra la inseguridad 

J: Y me lastima ver que intentas rescatar lo que un día en el alma nos unía ya no está, aunque estás es momento de afrontar la realidad.

D: Tú me quieres pero yo te amo esa es la verdad  tu presencia aquí me está matando sentirte a la mitad me he cansado de intentar y no lograr que te vuelva a enamorar sé que no me quieres lastimar pero tengo que soltarte hoy te dejo en libertad. 

J: No te odio no hay rencores 
simplemente el corazón 
ya no está (D: tu corazón ya no está) se han perdido los colores ya tus manos no me tratan de buscar y me lastima ver que intentas rescatar 

D: Lo que un día en el alma nos unía ya no está aunque estás es momento de afrontar la realidad 

J: tú me quieres pero yo te amo esa es la verdad 
tu presencia aquí me está matando sentirte a la mitad 
me he cansado de intentar y no lograr que te vuelva a enamorar sé que no me quieres lastimar pero tengo que soltarte.

D: me hace más daño seguir contigo 

J: y ver que aún con mi calor 
tú sigas sintiendo frío...

D: tú me quieres pero yo te amo esa es la verdad 

J: tu presencia aquí me está matando sentirte a la mitad 

D: me he cansado de intentar y no lograr que te vuelva a enamorar sé que no me quieres lastimar 

J: pero tengo que soltarte 
hoy te dejo en libertad.

Ambos se miraban con cierta impresión, esa canción había roto la barrera de ambos. Sin saberlo, sin pensarlo ambos se amaban y acababan de confesarlo frente a todos. Ella soltó una de sus lágrimas que recorria su rostro el se acercó tomo su mejilla y la beso. Limpiando todo rastro de aquella lágrima, sonriendo. Por fin una sonrisa que llegaba a sus ojos. Una sonrisa que sólo ella podría haber liberado. Ninguno escuchaba los aplausos, pero tampoco los abucheos de ciertas chicas celosas y furicas de tanto amor. Que era obvio entre ellos.

MALDITA PRIMAVERA.       ((JIN Y TU))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora