2016

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Se cambiaron y comieron, habían tenido mucha suerte al encontrar al Doctor Dimó, y aunque había dado la instrucción de que se instalaran y dispusieran de la casa, nadie se había atrevido a ir más allá de la sala de estar en donde se encontraban.

-Vayamos a ver que hay en esta casucha. Si encuentro plata, me la quedo- sonrió con desfachatez Federico.

La casa era, en esencia, una vieja casona colonial del tamaño de dos manzanas (aproximadamente) sin contar el jardín y dos pisos hacia arriba.

-debió haber sido muy bonita- compartió Sofía.

Todos tomaron caminos diferentes, después de todo, esa casa podía engullirte con su enormidad, sin embargo, Federico, Alonso y Tabatha convergieron en el jardín.

-Esta casa no me da confianza- explico Tabatha

-¿Por qué?-pregunto Federico

-Una casa vieja y misteriosa y esas rosas- continuo la filosofa señalando el amplio rosal que cubría una pared- ¿No te recuerdan a algo?

-¡Bah! La bella y la bestia solo querían que dejaras de ser víctima del consumismo, ya sabes, si le quitas el valor a las rosas ya no hay que regalarlas el 14 de febrero...- continuo el abogado sentándose en una banca de piedra finamente torneado que se encontraba justo debajo del rosal.

-¿Eso es sangre?-pregunto Tabatha al observar de cerca la piedra. Federico se levanto de un salto. El doctor se aproximo para examinarla.

-¿M-mataron a alguien aquí?-pregunto su amigo.

-Sí... La sangre no es reciente- dictamino el doctor- pero en efecto, es demasiada como para que haya sido solo un accidente.

-¡Olvida lo que te dije, Taby! ¡Salgamos de aquí!

Los tres corrieron a buscar a sus amigos, estos lo miraron sorprendidos.

-¿Encontraste la plata que buscabas?-se burlo Vanessa.

-Debemos irnos- intervino Tabatha. – Este lugar es peligroso

-¿Por qué?-pregunto Katia

-Huida primero, preguntas después- concluyo su novio.

Todos tomaron sus cosas y se aproximaron a la puerta.

Cerrada.

Los 4 chicos intentaron abrir la puerta, pero era evidente que estaba cerrada con llave.

-¿Qué pasa? –quisieron saber los demás.

-Encontramos sangre- dijo sin pena el doctor- mataron a alguien aquí.

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La casa del locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora