Se cambiaron y comieron, habían tenido mucha suerte al encontrar al Doctor Dimó, y aunque había dado la instrucción de que se instalaran y dispusieran de la casa, nadie se había atrevido a ir más allá de la sala de estar en donde se encontraban.
-Vayamos a ver que hay en esta casucha. Si encuentro plata, me la quedo- sonrió con desfachatez Federico.
La casa era, en esencia, una vieja casona colonial del tamaño de dos manzanas (aproximadamente) sin contar el jardín y dos pisos hacia arriba.
-debió haber sido muy bonita- compartió Sofía.
Todos tomaron caminos diferentes, después de todo, esa casa podía engullirte con su enormidad, sin embargo, Federico, Alonso y Tabatha convergieron en el jardín.
-Esta casa no me da confianza- explico Tabatha
-¿Por qué?-pregunto Federico
-Una casa vieja y misteriosa y esas rosas- continuo la filosofa señalando el amplio rosal que cubría una pared- ¿No te recuerdan a algo?
-¡Bah! La bella y la bestia solo querían que dejaras de ser víctima del consumismo, ya sabes, si le quitas el valor a las rosas ya no hay que regalarlas el 14 de febrero...- continuo el abogado sentándose en una banca de piedra finamente torneado que se encontraba justo debajo del rosal.
-¿Eso es sangre?-pregunto Tabatha al observar de cerca la piedra. Federico se levanto de un salto. El doctor se aproximo para examinarla.
-¿M-mataron a alguien aquí?-pregunto su amigo.
-Sí... La sangre no es reciente- dictamino el doctor- pero en efecto, es demasiada como para que haya sido solo un accidente.
-¡Olvida lo que te dije, Taby! ¡Salgamos de aquí!
Los tres corrieron a buscar a sus amigos, estos lo miraron sorprendidos.
-¿Encontraste la plata que buscabas?-se burlo Vanessa.
-Debemos irnos- intervino Tabatha. – Este lugar es peligroso
-¿Por qué?-pregunto Katia
-Huida primero, preguntas después- concluyo su novio.
Todos tomaron sus cosas y se aproximaron a la puerta.
Cerrada.
Los 4 chicos intentaron abrir la puerta, pero era evidente que estaba cerrada con llave.
-¿Qué pasa? –quisieron saber los demás.
-Encontramos sangre- dijo sin pena el doctor- mataron a alguien aquí.
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La casa del loco
Teen Fiction¿Cuántas veces has creído conocer a alguien y resulta que no es así? ¿Las personas cambian o simplemente jamás las logramos entender...? Un grupo de amigos deciden ir de campamento para recordar los gloriosos (y no tan lejanos) tiempos de la secund...