2016

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Antonio se pasea por todos lados, ya sube escaleras, ya baja al jardín, su alma está inquieta... Alonso salió a decirle que Tabatha está más o menos bien... no ha despertado... ¿Y si no despierta...? Intenta imaginar un lugar sin su presencia y solo ve un desierto... un desierto y el está muriendo de sed...

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Vanessa está sentada en la cocina, con una taza de té que está más helado que el aire de la madrugada que se cuela por el jardín, pero un té no es suficiente para digerir los últimos acontecimientos, que incluyen, solo por comenzar por algún lado a una amiga moribunda...

-¿Cómo se encuentra Tabatha?-pregunta Héctor sentándose al lado de Vanessa

-Bien... bueno, mejor... Alonso ha hecho todo lo que puede... solo queda esperar...

-Esperar...

-Fue todo tan... rápido... nadie lo vio venir...

-Vanessa, no tienes que fingir conmigo, sé que estás cruzando los dedos por debajo de la mesa para que Tabatha no se salve...

La artista mira a Héctor, no han estado solos desde... esa vez...

-¿Por qué desearía que muriera mi amiga?

-Bueno, hasta donde me contaron, Alonso grito que ama a Tabatha... supongo que se soluciono el misterio de porque jamás te hizo caso...

Vanessa cierra los ojos con dolor.

Se arrepiente de la vez que se sincero con Héctor... pero, también siente alivio, un respiro de que alguien le explique qué es lo que siente...

Héctor tiene razón, la parte malvada de su conciencia desea que Tabatha muera, que deje de ser el centro de gravedad de Alonso, que por fin la quiera... pero, Tabatha es su amiga, una amiga asesinada por otra amiga, definitivamente no era su idea de un campamento... pero, también se siente liberada, ha entendido las razones de Alonso, ha entendido que no era una cuestión de ella, de Vanessa, no es que no fuera suficiente para él, ni que prefiriera a las chicas con colores de cabello menos extravagantes o que ella fuera artista, no, no, se trataba de algo más simple, una de esas cosas escondidas frente a los ojos de los demás...

Héctor sonríe como la última vez que estuvieron solos, simplemente que esa vez había menos ropa entre ellos...

Cada vez que recuerda lo que ocurrió su cabeza da vueltas, un vértigo la atrapa cada vez que ve a Héctor...

Había sido hace un tiempo, justo después de que Antonio y Tabatha terminaron, estaba en un bar haciéndoles compañía a Héctor y Antonio, el abogado estaba dormido en la mesa, sin aliento, ambos continuaron bebiendo...

- ¿Y tú no tienes penas de amor?-sonrío Héctor mientras pedía otra botella- se supone que las relaciones de los artistas son más... ¿Intensas? ¿Dramáticas?

-No se necesita ser artista para tener relaciones intensas y dramáticas, ya ves Antonio... una noche de copas y...

-Las noches de copas son las que dan las chispas necesarias para el romance... entre más rebuscada es una historia de amor, más intensa es y entre más intensa es más... ummm... más romántica... ya ves Romeo y Julieta, ellos fueron intensidad...

-Y torpeza... ahhh y muerte... ¿si llegaste a la parte en la que mueren?

-La muerte es algo circunstancial... todas las historias terminan con muerte...

-Que lúgubre te pone el alcohol...

-No, me pone más mordaz... y a ti más encriptada... No has contestado mi pregunta... ¿Hay alguien en tu corazón?

La casa del locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora