Andrés seguía a Rebecca como el aroma a las flores, hacía años que todos sabían de su amor no correspondido y sentían pena por el muchacho y no era para menos...
Andrés era guapo como ninguno y noble de corazón como aún menos, amaba a Rebecca desde que eran niños y jugaban a aventar piedras al lago.
Rebecca era hermosa pero despiadada y tomaba los halagos de Andrés como si fueran una cosa que todos tuvieran que hacer, así que lo ignoraba.
Pero, eso había sido cosa de niños, ahora, ellos eran adultos y pese a todo, los papeles no habían cambiado...
Rebecca tenía un novio llamado Jesús, era el más atractivo del poblado y no había muchacha que no hubiera deseado ser besada por él.
A Andrés no parecía importarle, sabía que tarde o temprano, Rebecca notaria la profundidad de sus sentimientos y terminaría queriéndolo...
Y un día Rebecca se aparece en la puerta de Andrés y le planta un beso, este se sorprende y se deja guiar por la muchacha a una zona de arboleda.
-¿Tú me quieres Andrés?
-como un loco
-¿Y harías cualquier cosa por mi?
-como un esclavo
-Bien... ¡Me alegra escuchar eso! Es que necesito que lo pruebes
-¿Y qué tengo que hacer?
-¿me prometes que lo harás?
-Lo haré
-Vale... escucha esto... cerca del lago me espera Jesús, quiero que tú...
Andrés se gira hacia su espalda para ver a Rebecca que está a punto de perder la paciencia, sin embargo, le sonríe y hace señas de que siga.
-¿Jesús?-pregunta Andrés
-¿Qué haces aquí?
-Rebecca me ha pedido que venga a decirte que han terminado
-¿Terminado? ¿Y porque ella querría terminar conmigo?
-las razones son lo de menos, el punto es que ha decidido...
-¡Ella no puede decidir nada! ¿Me entiendes? ¡Ella es mía!
-¡Rebecca no es tuya!-grita Andrés
-¿Y de quién es? ¿Tuya?- y Jesús se echa a reír
Los golpes no se hacen esperar y ambos jóvenes se gritan con furia, con odio, ahora no son hombres, son dos leones peleando por sobrevivir...
Y es entonces cuando uno tropieza y cae el otro, caen al lago y continúan peleándose, como si no hubieran caído en agua y estuvieran de pie matándose el alma.
Rebecca llega y los ve golpearse, grita que paren y regresen a la orilla, los leones la escuchan y continúan con su batalla hasta que la corriente los arrastra y se los devora sin más...
-Lo más difícil de cuidar de esa mujer es evitar que llegue a la fuente que está en el jardín, esta vacía y no crece más que hierva y sin embargo se pone a gritar que se salven...
Lo que no saben esas muchachas que están cuchicheando es que Rebecca los pudo haber salvado... que pudo haber destrozado el corazón de uno y haber evitado entregarle su corazón al otro...
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La casa del loco
Teen Fiction¿Cuántas veces has creído conocer a alguien y resulta que no es así? ¿Las personas cambian o simplemente jamás las logramos entender...? Un grupo de amigos deciden ir de campamento para recordar los gloriosos (y no tan lejanos) tiempos de la secund...