3. Hermanas.

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Pronto se hizo de noche, la luna iluminaba con su resplandor la oscuridad, un paisaje digno de admirarse.

Lilu descansaba tranquilamente junto a mi, quiso quedarse para "cuidar de mi" mientras dormía, cosa que término siendo al revés.

Sin que se despertará, me levanto haciendo el menor ruido posible y salgo al balcón, no me importaba si estábamos en el polo norte, el frío no me importaba en absoluto, lo único que quería era despejar mi mente.

La luz de la luna junto con las estrellas a su alrededor formaban una agradable vista, al observarla mi mente se despejo, su luz me transmitía paz, serenidad.

¿?: Es una gran vista.-Me sobre salto al escuchar esa voz.

Jack estaba apoyado en el barandal, admirando el cielo nocturno.

Asiento.

Jack: Aun no quieres hablar ¿Eh?-Hace una mueca.-Tienes miedo.

Volví a asentir.

Jack: ¿Sabes? Es común tener miedo, todo el mundo lo tiene, hasta yo. Pero tenemos que aprender a afrontarlo.-Camina por la barandilla y esta se llena de escarcha a su paso.-Mi peor miedo fue...

Yo: Que jamas creyeran en ti.-Susurro y alzo la vista, viendo el rostro sorprendido del guardián.-Pero ese miedo se fue cuando Jamie al fin creyó en ti y pudo verte. Cuando sus amigos creyeron en ti.

Jack: En verdad.-Comenta aun asombrado.-¿Es cierto que en tu dimensión no existo?

Niego.

Jack: Vaya... ¿Y quien lleva el invierno? ¿Quien les da juguetes niños los niños buenos en navidad? ¿Existe la navidad? ¿La pascua? ¿Los días nevados?

Yo: Los padres son los que hacen todo eso, a excepción de los días nevados, eso lo hace el clima.-Vuelvo a fijar mi vista en las estrellas.

Jack: ¿Ellos dejaron se creer?-Su rostro entristeció de repente.

Niego.

Jack: ¿Algún tendremos una larga conversación?-Ladeo la cabeza, confundida.-Quiero que un día me digas todo lo que hay en tu mundo.

Asiento.

Me es difícil hablar normalmente con alguien que pensé que era un ser que solo existía en películas, mi mente aun no lograba procesarlo del todo.

Giro mi vista, Lilu dormía plácidamente sobre la cama, una figura de un conejo se formó sobre su cabeza, era la arena de sandman.

Yo: Esta es mi parte favorita.-No me había dado cuenta que lo había dicho al mismo tiempo que el chico guardián, el río.

Jack: Deberías dormir, tienes que descansar.-Salta de la barandilla hasta quedar frente a mi.

Doy un paso atrás.

Asentí y entre a la habitación sin decir ninguna palabra.

Lilu de removió un poco y la arena sobre su cabeza desapareció.

Lilu: ¿No puedes dormir?-Dice restregandose un ojo con su mano, bosteza.

Yo: Solo me quede viendo el paisaje.-Ladeo mi cabeza, señalando el balcón.-A dormir.

Me recoste en la cama mientras abrazaba a mi hermana, el sueño me fue ganando poco a poco hasta que el cansancio fue tal que me quede profundamente dormida.

¿?: ¡¡¿Por que no buscas un trabajo en vez de estar día y noche bebiendo?!!-Gritaba mi madre a un hombre que apenas y podía mantenerse de pie de lo borracho que estaba.

Yo: Mama, papa, no peleen.-Rogaba inútilmente poniéndome frente a ambos.

No quería que mis papas pelearán, lo bueno es que mi hermanita aun es muy pequeña para entender eso.

Mama: ¿Por que no vas a darle de comer a Lilu? Debe de tener hambre.-Dice entregándome un biberón con leche.

Asiento y voy al cuarto de mi hermana, tomo un banco y subo en el para poder alcanzar la cuna y darle de comer a Lilu.

Ella comenzó a comer, sin darse cuenta que mis papas seguían gritándose entre ellos.

Yo: Listo.-Digo separando el biberón de su boca, no había dejado nada.

Iba a bajar del banco cuando me sobresalto al escuchar el grito de mi mama, comencé a trastabillar, caí del banco y me golpeé mi cabeza con la esquina de la cuna.

Yo: ¡¡Mami!! ¡¡Papi!!-Gritaba, pero ninguno llegó.

Reuniendo las fuerzas que tenia logre levantarme y tomar un trapo, conté mentalmente hasta tres antes de presionarlo contra mi herida, no pude evitar gritar.

Desde entonces yo me he echo cargo de mi hermana, mis padres estaban demasiado ocupados discutiendo entre ellos que no se daban cuenta que lastimaban a mi hermana.

Despierta con la respiración agitada, una fina capa de sudor corría por mi frente.

Otro recuerdo doloroso.

Inconscientemente lleve mi mano detrás de mi oreja derecha, aun podía sentir la cicatriz de ese día, oculta por mi cabello.

Desde ese dia, yo me prometí cuidar de Lilu.

Deje de ser una inocente niña de 10 años para convertirme en su hermana mayor, la que la protegía, la que la arrullaba cuando no podía dormir, la que le sacaba sonrisas...

La que la cuidará a pesar de todo y de todos.

Mi Guardián #CarrotAwards2017 #PencilAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora