Mi reflejo

4.-Los comentarios hieren.

A las cinco de la tarde muertas de cansancio salimos a comer.

-Porque no tienes nada de comer aquí!? -Me queje cruzando la puerta del departamento.- 

-Porque nunca estoy aquí. -Cerro la puerta y bajamos las escaleras, el edifico era tan antiguo que no tenía elevador. Pero lo peor era que estábamos en el cuarto piso. –

-¿Como conociste a los chicos? -Estábamos en el mismo lugar donde había comprado el desayuno.-

-Un día fui al bar y los vi tocar, me di cuenta que Dante estaba en la misma universidad que yo y después de su presentación me invito al cuarto donde fuimos ayer. Nos la pasamos hablando por horas y cuando nos veíamos en la universidad también hablábamos. Todo fue muy rápido en realidad.

-¿Y los chicos no dijeron nada cuando formaste parte de su grupo?

-Redmond no me hablaba al inicio, solo le di su tiempo y después nos hicimos amigos. Francis es el más social por si no la habías notado, él fue fácil de ganar. Andreas se parece un poco a Redmond pero también pudimos ser amigos. Incluso me estaba enseñando alemán, Kurt solo busca mujeres me pidió que le presentara amigas de la universidad. Pero cuando descubrí para que deje de llevarlas, aunque claro después de verlos y oírlos se corrió el rumor por la universidad, con las fans que ya tenían el caos comenzó hacerse más grande. Aunque ahora les va muy bien.

Silene había pedido para comer una hamburguesa grande con papas y fideos con albóndigas. Pidió una malteada de chocolate y también una soda. Yo había pedido un filete de carne con ensalada. La comida paso muy rápido, pero la plática duro mucho. Dante y Silene tenían un año y medio de noviazgo, pero aun no querían vivir juntos.

Al llegar a casa, Silene se metió a bañar pero yo estaba muy cansada, me quede dormida en mi cama. Mi primera siesta en mi cama, en la casa de Silene lejos de lo que quería.

-No Tu no me vas a dejar. ¿Lo entiendes? No puedes hacerlo. -Las lágrimas invadían mis ojos, sabía que tenía la nariz roja llena de mocos, sorbí para después empezar a llorar más fuerte. Me veía patética. -

-Paige tienes que entenderlo

-No quiero entenderlo. Yo solo quiero una familia, quiero una casa quiero poder ser feliz por una vez. Pero tú no quieres que lo sea.

-Porque quiero que lo seas, porque yo quiero serlo. Lo hare. Y después todo estará bien.

Desperté a las ocho de la noche, estaba sudando. El clima era muy caliente. Tendría que volver a bañarme y conseguir un ventilador, no había aire acondicionado aquí.

-¿Sabes que te ves horrible? -Pregunto Silene mientras me sentaba en la cama. -

-¿Porque no has conseguido un aire aquí? Hace muchísimo calor.

-Porque no. No hace tanto calor, solo abre la ventana. Y arréglate a las diez nos vamos.

Aunque yo estaba lista a las 9 recién bañada con un vestido blanco ligero y unos zapatos azul eléctrico más altos que los de la vez pasada con correa para evitar volver a convertirme en la cenicienta. Silene no estaba lista, seguía cambiando una y otra vez de ropa, me puse frente a su tocador y comencé hacerme una cola alta con mi cabello, aunque por el largo parecía más un chongo que una cola de caballo.

Silene se había decidido finalmente por una falda blanca con flores y una blusa verde con unas zapatillas verdes. Muchas personas no se atrevían a usar el color verde, pero a ella no le importaba mucho, una vez había usado un vestido amarillo y se le había visto increíble no parecía un pollo o algo así.

-Listo. ¿Cómo me veo? -Dio un giro sobre sí misma, sus tatuajes se notaban, su cabello estaba suelto y llevaba unos aretes largos. A diferencia de ayer no tenía sus lentes puestos.-

-Te ves muy bien. ¿Podemos irnos ya? Son las diez.

-¿Qué? ¡Ni siquiera estoy maquillada!

-Pero si te ves bien.

Ignorando mis comentarios se cubrió las ojeras con maquillaje y se delineó y pinto los ojos. Sus labios tenían un brillo y todo eso nos llevó veinte minutos. En los que yo solo estuve buscando que es lo que tenía en la alacena, lo cual era nada .

El lugar tenía una fila más grande que la de ayer, así que me prepare mentalmente para todas las personas que debían estar dentro. Al entrar Silene se separó de mí, pero yo me mantuve en una esquina. ¿Qué caso tenia a ver venido? Los acordes de una guitarra sonaron por todo el lugar y la gente grito. Pude ver el concierto perfectamente desde el fondo. Creo que las cosas pasan mejor la segunda vez que las haces.

Tocaron tres canciones antes de que el lugar regresara a la rutina que parecía la normal, música electrónica comenzó a sonar y la gente ya estaba bailando. Traté de ir al lugar donde se reunían los chicos y exitosamente pude llegar.

- Espero que vengas tu sola la próxima vez. -Silene estaba sentada al lado de Dante. -

- Sabes creí que te vería en el escenario. - ¡Se estaba burlando de mí!.-

- ¿Perdón? -Entre más a la especie de sala cruzada de brazos, irritada por los comentarios sobre mi. Tal vez había sido invitada a escuchar la música pero no a estar en un espacio privado con la banda. -

-Paige no tienes cinco años para que este cuidándote, es tiempo que salgas y descubras el mundo por ti misma. Que te atrevas a hacer cosas que te dan miedo. -Entonces los recuerdos regresaron. Eran las mismas palabras en diferentes situaciones, seguía siendo una persona dependiente de las demás. Que le daba miedo salir de su burbuja. -

-Yoo...oh...te veré en la casa. -Salí del local sin ver a nadie, sabía que los chicos estaban ahí pero poco me importaba no los conocía y tampoco me interesaba lo que ellos pensaran de mi.-