6.- No hay lugar como el hogar.

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Había llegado al departamento realmente muy rápido, y el subirme a la motocicleta de Redmond no había sido tan malo como había pensado, en un momento me había soltado de su cintura para sentir el aire pasar entre mis dedos y el viento jugando con mi cabello. Se sentía como estar libre, escapando de todo. Definitivamente quería volver hacerlo. 

-Gracias por traerme. -Le entregue el casco, gire a la entrada del edificio. Aún tenía la sonrisa tonta en mi cara.-

-No me has dado tu teléfono. -Grito.-

Regrese por mis pasos mientras buscaba una pluma en mi bolsa, al final encontré una servilleta y una pluma rosa.

-¿Es número de México?

-No he ido a México desde que tenía diez años. Vivía en San francisco antes de mudarme aquí. ¿Y tú?

-¿Yo? -Redmond seguía sentado en su moto con el casco en una mano.- 

-¿Desde cuando no vas a Alemania?

Al mencionar su país su rostro cambio, volvió a ser el chico serio con el que me había topado la primera noche.

-Eso será una plática para otro día. Descansa. -Asentí con la cabeza y giré de nuevo al edificio.-

Se sentía raro que estuviera vacío el departamento a pesar del poco tiempo que tenia aquí. Entre a mi recamara, pero no tenía sueño. Solo calor. Abrí la ventana y me quité el vestido para usar mi pijama, consistía de un short con una blusa que tenía un osito en el centro. Era algo infantil, pero nadie nunca la veía y me gustaba mucho.

Comencé abrir las cajas que me quedaban, era más ropa y algunas fotos, tendría que comprar unos muebles para los lados de la cama. Un espejo y un ventilador. Siempre me había gustado tener televisión en mi cuarto así que tal vez el comprar una pequeña no estaría mal. Aun me quedaba dinero en el banco, pero quería guardarlo para alguna emergencia o la universidad.

Después de un rato quede totalmente dormida en mi cama, sintiendo que las cosas aún seguían siendo un asco pero podría lidiar con eso.


-No volverá, lo sabes ¿verdad?

-Claro que lo sé.

-Entonces que sigues haciendo aquí?

-Quiero pensar que sigue aquí.

-Eso no es algo saludable.

-Lo sé. Cada que despierto pienso que solo es un sueño pero  cuando descubro que es mi realidad me siento peor que cuando lo soñaba. Pero todo me resulta doloroso, no sé qué es peor. El pensar que estoy en un sueño o el saber la verdad y que esta duela tanto que no pueda...que yo....

-Tranquila. Sé que como debes estar sintiéndote.

-No me pidas que me vaya. No me pidas que deje de creer que esto es un sueño, una pesadilla. Porque eso es lo que más deseo. Tengo la ilusión de que despertare y todo será como antes y por ahora ese es el motivo porque el que aún no me despierto. Porque creo que sigo en un sueño. 


-Paige ¿estas bien? -El cuarto estaba oscuro y la cara de Silene estaba frente a mí. - Oye, estas llorando ¿tuviste una pesadilla?

-¿Qué? No. No solo es un sueño. -Dije sentándome en la cama, sentía mis mejillas húmedas.-

-Sabes que no te quise hacer sentir mal hoy con la banda. ¿verdad? -Silene olía a alcohol y cigarrillo.-

-Lo sé. Tú tienes razón. Está bien actué como una niña pequeña. -Se que para mañana no se acordaría de esta platica.-

-Supe que Redmond te trajo a casa.

-Nos encontramos a la salida, solo me dio un aventón. Y me dijo que podría tener un empleo en el restaurante donde él trabaja.

-Mmm...creo no es buena idea que trabajes con él. Pero es un trabajo, mejor duerme son las tres de la mañana. -Comenzó a dar consejos como si de verdad estuviera en condiciones de hacerlo.- 

-¿Acabas de llegar? -Mire mi celular. No eran las tres de la mañana eran las cuatro y media. - No son las tres! Como es posible que apenas llegues a la casa. No, no me digas solo déjame dormir.


Escuche la risa de Silene por un rato, después comenzó a cantar y yo solo trataba de dormir de nuevo, pero solo seguía recordando las cosas del pasado, gire unas veces en la cama y mire mi celular un rato, destendí la cama metiéndome bajo las cobijas, a pesar del calor que sentía. Pero bajo las mantas, me sentía segura


Me base en Tom Kaulitz de Tokio Hotel para crear el personaje de Redmond. Si les gusto dejen un comentario un voto y recomiendenselo a su perro, a su abuelita a su tortuga a quienes ustedes quieran y a quienes no también  ;)

Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora