10.-Susurros en la oscuridad.

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-Me estas asustando. Tranquilízate

-Las cosas cada vez son más difíciles, n-yo no creo que pueda seguir.

-No digas eso sabes que todo estará bien, los dos estamos juntos. Quédate aquí te voy a preparar un té, te calmara los nervios, estarás más tranquilo.

Siempre que me ponía nerviosa o intranquila tomaba un té me lo había enseñado Frank, él era fanático de los tés.

Debí haberme quedado con él, debí haber hecho las cosas de otra manera, creía pensar que era la persona que mejor lo conocía, pero todo era mentira. Cuando regrese la escena frente a mis ojos me dejo paralizada.


Di un salto en mi cama y desperté, estaba empapada en sudor, mis mejillas estaban mojadas de las lágrimas que inconscientemente había derramado entre sueños y recuerdos.

-Ti..tienes que olvidar, tiieneess que superarlo. Las cosas ahora son diferentes, yo..yo soy diferente. -me dije susurrando.-

Respire varias veces hasta que esta se volvió normal y los temblores en mi cuerpo pararon. Solo había dormido media hora.

Camine fuera de mi recamara, mi garganta estaba seca, tome un vaso de agua. Escuche risas y voces, solo pasaron segundos para que Silene y Dante me miraran de arriba a bajo.

-Te ves horrible -Silene lo dijo con una sonrisa en sus labios a modo de broma.-

-Bueno, diría lo mismo de ti pero al parecer has invertido tiempo en tu aspecto. -Tenia puesto un vestido negro con lentejuelas y unos tacones altos, su cabello estaba suelto y tenia casi todos sus tatuajes al descubierto.-

-¿No piensas arreglarte tú? Aún hay tiempo.

-¿Quieren que vaya?

-Al menos que quieras estar aquí sola. -Es cierto estaría sola, con los recuerdos. Necesitaba ruido y olvidar todo.-

-Denme un momento por favor.

No alcanzaba a bañarme pero prefería estar sucia sin recuerdos a quedarme sola recordando cosas dolorosas. Si por mi fuera hubiera salido solo con desodorante pero, un pantalón de mezclilla y una playera gris con unas converse completo mi atuendo.

Los tres salimos juntos en el coche de Dante, esta vez tocaban más tarde que otros días. Tal vez porque para unas personas aún eran vacaciones y solo querían divertirse.

Llegamos a la habitación donde normalmente se reunían, todos ya estaban ahí con sus instrumentos.

-Creí que no vendrías. -Dijo Andreas.-

-Yo también. Pero, creo que ya me estoy acostumbrando a escucharlos. ¿Tocaran algo conocido hoy? ¿O será algo de su repertorio?

-En estos días por lo menos una de nuestras canciones es un cover.

Redmond llevaba una playera blanca percudida con un pantalón de mezclilla algo suelto a su cuerpo y botas. Era como si quisiera dar a entender que su imagen no le importaba, aunque no se veía mal, pero estaba tan concentrado en todo, como afinaban los instrumentos, las notas, lo único que él quería hacer era música. 

-¿Cómo es que decidieron tocar juntos?

Pregunte en voz alta, tenía rato mirándolos y cada uno estaba metido en su propio mundo. Todos me miraron para después verse entre ellos y sonreír.

-Eso mi querido saltamontes es una larga historia. -Dijo Redmond hablando por todos.- además es tiempo de tocar.

Todos salimos de la pequeña habitación. Yo me puse en una esquina para poder alcanzar a verlos y Silene estuvo hasta el frente para poder estar cerca de Dante.

No sabía que Redmond tocaba el violín, pero cuando escuche los acordes y las luces lo apuntaron se veía increíble. Tan concentrado en lo que hacía con una tranquilidad que envidiaba. Después del violín las luces se apagaron, al parecer cambio el instrumento y fue cuando canto. ¿Porque esas palabras saliendo de su boca me estremecieron? 



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Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora