14.- Despertar a tu lado es el peor de los golpes.

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Salte de la cama y me lleve un buen golpe en las pompis con el piso, al intentar pararme me mareé provocando otro golpe ahora en mi cabeza con la base de hierro de la cama. Estaba de rodillas, con mi cabeza en el colchón de la cama mientras trataba de que todo dejara de darme vueltas y el dolor pasara. ¿Qué es lo que había pasado anoche? 


Vi el cuerpo Francis en mi cama, como si todo el ruido que había hecho no le hubiera afectado en nada, sus rasgos faciales seguían en paz, mi enojo aumento no recordaba nada de la noche anterior. Subí a la cama y con mis pies le di un buen empujón.

Escuche sus quejidos desde el suelo, me asome desde el borde de la cama para ver su pecho desnudo, por suerte tenia los pantalones puestos.

-Que se supone que paso anoche! -Tal vez Silene escucho mis gritos, pero no entro a mi recamara. -

-¿De que estas hablando porque gritas?

-Despierto sin recordar nada de anoche contigo medio desnudo, ¿esperabas que todo estuviera bien como si fuera lo más normal del mundo?

- ¿Y? -Se levantó mientras se despeinaba más el cabello. -

-Como que Y! que paso anoche que no recuerdo nada. -Mis expresiones mostraban mejor lo que quería decir que mis palabras, porque sus ojos se abrieron con sorpresa y su bostezo se cortó. -

-Oye Paige no estarás pensando que paso algo entre tú y yo anoche verdad...

Pensar que paso algo anoche, podría no haber pasado nada? Lo último que recordaba fue el hablar con Red, perseguirlo por el pasillo y después salir a la fiesta.

-¿Tome anoche?

-No, bueno en realidad lo único que sé es que te drogaste.

-Yo no uso drogas, quiero ser enfermera se lo dañinas que son. -Aunque no quisiera ser enfermera sabía lo que las drogas provocaban.-

-Bueno al menos no lo hiciste conscientemente, uno de los invitados trajo pasteles pero no era normales, tenían droga en ellos, cuando te encontré tenías uno en la mano. Te perseguí por toda la fiesta toda la noche, incluso bailaste en una de las mesas. Parece que más de uno se quiso aprovechar de ti así que te traje al cuarto y me quedé contigo toda la noche, vomitaste varias veces en la madrugada.

Bueno eso explicaba mi mal aliento y porque sentía mi boca pastosa.

-Tengo sed.

-Es normal, es uno de los efectos de las drogas.

-Oh por Dios! Tú te drogas. -Me tome la cabeza mientras me sentaba mejor en la cama. -

-Porque piensas lo peor. Yo no uso drogas. -Tomo su camisa del suelo, la metió por su cabeza, despeinando mas su cabello rubio. Se puso sus zapatos y movió la cabeza negando de nuevo las cosas. - digamos que solo lo sé.

Tal vez si conociera mejor a Francis podría haber descifrado que era esa sombra en sus ojos, porque había bajado los ojos y mirado sus zapatos. Porque dio un largo suspiro cuando se levantó para salir del cuarto.

-Te traeré un poco de agua, eso te ayudara. -Asentí con la cabeza. -

Pero faltaba mucho para que pudiera conocerlo, para saber que significaban esas señales. Que me había ayudado, pero no porque fuera su amiga o tuviera una atracción hacia mí. Las cosas no eran como de nuevo lo imaginaba, pensando lo peor de todo.

Me levanté de la cama y al buscar algo que ponerme me di cuenta que había discutido con Francis en ropa interior. A pesar de no llevar nada olía horrible y no quería saber por qué. Saque uno de los pants color rosa que tenía en el fondo de mi closet. Sería mejor comer algo y después darme un baño.

La casa estaba llena de basura entre otras cosas, por suerte las cosas seguían en su lugar y no había quedado ningún borracho durmiendo en el piso.

Todavía había comida en la mesa entre ella los pastelitos.

-Porque no me dijiste que tu sabor era así por las drogas. Ahora tengo un dolor horrible. -Le dije a la comida en la mesa mientras la tiraba en una de las bolsas de basura.-

-¿Sigues drogada? -Francis se acercó a mí con un vaso.-

-No.

-Entonces porque hablas con la comida.

Porque estaba loca seguramente, pero no pude contestarle porque el timbre sonó.

Camine a la puerta y escuche la voz de Francis a mi espalda.

-Te ves bien con ropa, por cierto.

Le di un último vistazo antes de abrir la puerta pero cuando vi a Redmond parado con las manos en los bolsillos mi boca toco el piso. 

Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora