No podía moverme, odiaba sentirme así. Quería salir del estado de shock en el que me encontraba quería poder moverme, siempre que entraba en este estado me sentía mal. No quería volver a sentirme mal, quería poder tener una vida normal.
-¿Qué haces con eso?
-Perdón Paige.
-¿Por qué lo haces? –Pregunte con miedo de acercarme y que hiciera algo.-
-Lo que más quería era estar contigo, eres la última persona a la que quería ver.
-No lo hagas, no me dejes. –Suplique tratando de acercarme, pero él se alejó.-
-Quiero estar contigo, pero ya no puedo. No puedo seguir, no puedo estar contigo, ni con nadie.
-¡No! Encontraremos alguna forma de sobrevivir a esto, podemos superarlo.
-He estado meses viviendo con esto, pareciera que cada día muero un poco más, no puedo superarlo. Te amo.
El sonido de un disparo y la sangre manchando todo. Me despertó.
No había sido su culpa, él se sentía culpable por la muerte de sus compañeros, por el recuerdo de la guerra, por sobrevivir. Pero no era su culpa, tampoco era mía. Quise ayudarlo pero él no me lo permitió, quise detenerlo pero no pude. No era mi culpa, tenía que recordar eso cada que estuviera en un momento como este. Las cosas habían pasado, pero nada era culpa de nadie.
Respire y abrí los ojos, estaban todos viéndome. No sé cuánto tiempo había pasado, pero pude hablar.
-Es su problema, tengo cosas que hacer. –No sé si lo que dije venia al caso, pero era una buena forma de alejarme de todos. Camine hacia la recamara de Silene, donde estaba Andreas. Tenía que verlo a él si podía ayudarlo.-
Estaba despierto, mirando al techo.
-¿Cómo estás? –Me acerque a él para ver sus heridas.-
-Escuche que peleaban. Mmmhhh...estaaan,¿bien? –Se estaba tratando de sentar en la cama pero sé que le dolía hasta el respirar.-
-Es mejor que no te muevas. –Le aconseje.-
-¿Qué es lo que estaba pasando?
-Lo de siempre, me metí en asuntos que no son míos, quería tratar de ayudar y solo salí mal parada.
-A veces es bueno meterse en los asuntos de los demás, si tu no me hubieras ayudado tal vez no estaría aquí. –Me dio una pequeña sonrisa, acompañada de quejas.-
No tenía camisa, ni pantalón. Le revise la pierna y la cabeza, era muy blanco, rubio tal vez el estereotipo de chico alemán que uno se imagina, se le notaban los golpes en su cuerpo.
-¿A caso no estas nerviosa? –Al parecer se empezaba a sentir mejor, estaba de buen humor. Bromeando como siempre.-
-¿Que tendría que alterar mis nervios?
-Yo, casi desnudo.
-No, no realmente. Recuerda que seré enfermera. –Le sonreí.-
Ya podía respirar mejor, las cosas estaban saliendo bien. Esa era mi forma de salir adelante, rodearme de gente que me hicieran sentir viva.
-¿Donde esta Redmond?
-Creo que se quedó en la sala, no lo sé. Todos estamos alterados después de todo lo que paso anoche.
-Bueno somos hombre...
-¿Y eso que tiene?
-A veces actuamos como tontos. Descargamos nuestras emociones a golpes, es bueno pelear de vez en cuando. Ya sabes le demostramos a las chicas que podemos defenderlas y esas cosas.
-Me alegra ser mujer en ese caso.
-Paige, ¿estás bien? –Red estaba entrando al cuarto con las manos en las bolsas de su pantalón.-
-Creí que el herido era yo.
-Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Cómo están todos? –Parecía una plática formal de dos personas que no se conocían. Tenía miedo de mirarlo a los ojos, después de besarnos dos veces y actuar como una loca tres.-
-Bueno, Dante y Silene están hablando en tu habitación. Conseguí localizar a Francis viene para acá, Kurt y Darío están hablando en la sala, él quería venir pero le dije que quería verlos a ambos.
-Bueno creo que sobreviviré.
-Yo también. –Pude mirarlo a la cara.-
Lo decía en serio, no solo sobrevivirá sería feliz.
Si les gusto dejen su voto o un comentario. Hoy estoy feliz :D salió el primer capitulo de Boruto no será lo mismo pero puedo vivir con ello.
La foto es de Andreas
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Mi reflejo
Teen FictionEstoy ahí frente a él, se parece a mí lo sé, somos iguales lo sé. Pero tengo miedo. tengo miedo de mi reflejo. Cuando me mude al mismo departamento que mi prima Silene no imagine que descubriría un mundo diferente, pasaba mis días en mis clases d...