5.-No.No.No.No

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-Estoy aquí para ser una persona diferente. No debes dejar que te afecten los comentarios de las personas. Las personas siempre podrán hablar, aunque no quieran lastimarte. Yo confió en ti, yo sé que saldrás adelante. Respira. Respira.

-Sabes no es normal escuchar a alguien hablarse a sí misma. Me haces pensar que estás loca.

-Aahh -Grite al oir que alguien contestaba a mis comentarios. - ¿Que haces ahí?

-¿Yo? Estaba muy tranquilo fumando hasta que llego una chica loca a darse una especie de discurso motivacional.

-No estoy loca.

-Me haces dudarlo.

- ¿Que no se supone que cantas?

-Si.

-Entonces porque fumas, ¿sabes cuantos cantantes han perdido la voz por hacerlo?

-Eres una entrometida ¿lo sabias?

-Me lo han dicho. Bueno quisiera seguir con esta platica tan emocionante, pero me tengo que ir.

-¿Sabes regresar a tu casa?

-Tomare un taxi

-¿Sabes la dirección?

- Creí que yo era la entrometida. Porque no dejas de hacer preguntas es mi problema si se o no regresar a casa.

-Ahora veo el parecido entre Silene y tu son unas necias.

-Y tú eres un metiche. -Comencé a caminar a la avenida para tomar un taxi. Pero no sabía el domicilio, cuando había llegado Silene me recogió en el aeropuerto con el carro de Dante. Ayer solo había escuchado el lugar al que veníamos a escuchar a los chicos cantar y hoy había sido lo mismo. ¿Cómo regresaba? - Redmond...

-Te llevo a casa si me dices porque te vas. -Suspiré y asentí. - muy bien entonces vamos.

Comencé a caminar detrás de Redmond hasta llegar a una especie de estacionamiento de motocicletas entonces me puse pálida.

-Ah no. No. No. No. No.

-Esos son muchos no. ¿Nunca has visto una motocicleta?

-Si, claro que las he visto pero no me subiré.

-Vamos. No pasa nada.

Es tiempo que salgas y descubras el mundo por ti misma, que experimentes el amor. Que te atrevas a hacer cosas que te dan miedo.

Tenía que hacer cosas que me daban miedo. Y el andar en moto con un chico que apenas conocía era algo que me causaba mucho miedo.

-Ok. Vamos.

Me tendió un casco, pero cuando iba a subirme me detuvo.

-No me has dicho porque te vas.

-Silene dijo un comentario que no me gusto.

-Las personas siempre dicen cosas que no nos gustan.

- Me hizo arreglarme y me pidió que la acompañara. Lo hice, pero cuando llegamos me abandono y se fue, cuando la encontré me hizo sentir mal con sus comentarios. Sé que ella es así. Dice lo que piensa, pero no sabe que muchas veces los pensamientos que se convierten en palabras lastiman a las personas.

-Ese no es un motivo para aislarte.

-No me estoy aislando. Vine porque ella me dijo que tal vez ustedes me podrían ayudar a encontrar un trabajo así me convenció.

-Trabajo en un restaurante medio día. Están buscando meseras y puedo hablar bien de ti.

-¿En serio?

-Sí, Andreas también trabaja ahí y es un buen lugar, aunque no esperes una paga muy grande.

-Me conformo con tener trabajo.

-Bueno entonces pásame tu teléfono y te mando la dirección para que lleves tus documentos. Ahora sube que tengo que tocar en medio hora.

-Tengo vestido. -Recordé al subirme a la motocicleta y darme cuenta que este se subía un poco.-

-Creo que darás un espectáculo para todos los conductores.

Al arrancar me sostuve fuerte de la cintura de Redmond. Poco me importo el vestido por suerte siempre había usado un short de licra bajo vestidos y faldas.


Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora