Mi reflejo

31.- Libros y polvo.

¿En serio? Estábamos en la universidad no podían seguir castigándonos como a niños chiquitos. Era una tontería.

-Esto no estaría pasando de no ser por ti –Su voz me había hecho brincar, en serio ¿me culpaba? El que había empezado todo era el.-

-No, no es mi culpa. ¡Se un hombre y acepta tus errores! –Grite con coraje e inflando mis cachetes como cuando era pequeña.-

-¿Crees que esto está bien para mí? Tenía cosas que hacer y ahora estoy aquí perdiendo mi tiempo en la biblioteca, acomodando los libros que nadie lee y están llenos de polvo. Tal vez comience a toser por toda la suciedad. –Tenia las mangas de su camisa azul cielo a los codos, su cabello cubría su frente y parte de sus ojos.-

-Si no hubieras golpeado mi hombro no estaríamos aquí. –Me queje mientras limpiaba una de las enciclopedias.-

-Bueno tu empezaste además ¿me regresaste el golpe no? Hay mejores formas de llamar la atención de un hombre sabes. –Su tono arrogante me provocaba querer poner mis manos en ese cuello, hasta dejarlo sin aire.-

Hice lo más maduro posible, pero en realidad me desespero, tire uno de los libros pequeños, creo que sería buena en deportes porque le dio justo en la cabeza.

-¿Esta es una buena forma? –Pregunte con una sonrisa mientras aleteaba mis pestañas.-

-Eres una inmadura. Creí que ya estábamos en la universidad.

-Bueno tu empezaste además, te estas tardando en limpiar, tengo que ir a trabajar algunas personas lo hacen para poder vivir.

-¿Porque piensas que yo no trabajo? –Se quejó limpiando una estantería libre de libros.-

-Bueno, tal vez son tus zapatos italianos, tus trajes de marca o el hecho de que todos los estudiantes de medicina saben que eres un niño rico. –Terminaba de acomodar los libros libres de polvo en las estanterías. Mi trabajo estaba casi terminado.-

-Vaya para no saber mi nombre sabes mucho de mí.

-Tú tampoco sabes el mío. –Fue lo único que pude decir haciendo una mueca de desagrado, no me interesaba su nombre aunque sé que lo habían dicho por los pasillos cuando había chismes de él, era el mejor de su clase, un niño con dinero y apuesto. ¿Qué estudiante no lo conocía?-

-Eres Paige. –Entonces lo mire. ¿En serio sabia mi nombre? No hablaba mucho con mis compañeros, pocos me conocían.- Eres famosa por ser la enfermera que nadie quiere encontrarse en un hospital.

-Oh vaya, parece que mi fama me persigue. Pronto toda la escuela sabrá quien soy. –El soltó una carcajada, por un momento no era tan desagradable como cuando hablaba.-

-Soy Lowell –Dijo después de terminar de reír.-

-¿Lowell? Es un nombre raro. –No conocía a nadie con un nombre parecido, la gente cada vez decidía llamar a sus hijos de formas extrañas.-

-Bueno es culpa de mis padres. –Dijo con un encogimiento de hombros.-

Lowell era un chico muy atractivo, cuando no actuaba como un tonto. Aunque si fuera mudo tal vez ese atractivo fuera multiplicado. Mi teléfono sonó, era Redmond.

-¿Sabes que hoy trabajas verdad?

-Claro que lo sé, estoy castigada, llegare tarde. –No baje mi tono de voz, no había nadie en la biblioteca y la encargada estaba dormida en su escritorio, ni siquiera nos había callado por el escándalo de hace un rato.-

-¿Aún existen los castigos en la universidad?

-Al parecer si, dile a Sophie que llego tarde, lo pagare con horas extras.

-Bueno, tal vez también tengas un castigo en el trabajo. Y si tu escuela todavía da castigos deberías buscar otra.

-¿Existen los castigos de trabajo? –Dije con una sonrisa, la cual al parecer no paso desapercibido por Lowell porque me miro atreves de las estanterías.-

-Claro que sí, si necesitas que alguien te lleve al trabajo, toma un taxi.

-Gracias que amable. –Me queje viendo los títulos de los libros.-

-Para servirte. –Sé que se estaba riendo y no era el único, escuche más risas al fondo. Tal vez todos habían escuchado la conversación. Después de esa "despedida" colgó el teléfono.-

No podía irme si mi compañero de pelea no terminaba su trabajo, la encargada de la biblioteca tenía que darnos el pase de salida. Si no ayudaba a Lowell probamente nos quedaríamos toda la noche, solo era quitar el polvo. ¿Qué tan difícil era que se tardaba tanto?

Bueno es un capitulo largo y se que tarde mucho en actualizar pero si les gusto voten ;)