18.- Planea algo, para que lo veas irse por el caño.

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Sería como en los viejos tiempos Darío dormiría conmigo. En realidad no tenía muchas amigas, mis mejores amigos eran hombres, tal vez era el hecho de que nunca viví con mi madre. A pesar de los esfuerzos de mi padre porque fuera más femenina no funcionaron, le gustaban mis amigos. Llegue a dormir en sus casas y ellos en la mía. Nada cambio nunca, siempre me trataron como a uno de ellos. Incluso cuando me quede en casa de Darío y al día siguiente las cobijas estaban manchadas como la bandera de Japón. Me encerré en el baño a llorar, no comprendía muy bien lo que pasaba y estaba muy avergonzada, Ellen la madre de Darío entro al baño después de insistir tanto y me explico lo que pasaba, me ayudo hasta que pude salir, los chicos solo se rieron e hicieron bromas simples como el hecho de "que no me había aguantado" "ya estaba grande para mojar la cama" entre otras.

-¿Sabe porque estás aquí?

-Le dije que me vendría a estudiar aquí, pregunto algunas cosas pero no le he dado una respuesta. No le digas nada. –Pedí mientras abrochaba las correas de mis zapatos.-

-Paige, algún día las personas lo sabrán. Lo sabes ¿verdad?

-No quiero que nadie se entere. –Me levante de la cama dándole la espalda a mi viejo amigo mientras me cambiaba la blusa.-

-Tienes que superarlo. No cualquiera tiene el valor de hacerlo.

-No me estas ayudando. –Me gire para verlo mientras me acomodaba la blusa rosa.-

-Ok. Ponte el vestido blanco, te ves muy mal.

-No me refería a la ropa! Hablas de este vestido blanco?

- Si ponte el vestido. Cuando me vistes brincaste hacia mí y ahora te estas quejando porque no te estoy ayudando? Paige por favor tienes que superarlo.

Me puse el vestido blanco corto con mangas hasta los codos y un collar verde al igual que mis zapatos.

-No es fácil y lo sabes. Solo no digas nada, aun no estoy lista.

-Sabes que aunque no esté de acuerdo con las cosas que haces te apoyo. No diré nada.

-Gracias -lo abrace por la cintura, nos quedamos así un rato era como volver a la secundaria.-

Salimos de mi cuarto listos para irnos, Darío llevaba un pantalón de mezclilla y una playera blanca con tenis, el clima era excelente. A pesar de lo corto de mi vestido no tenía frio. Pero lo que nos sorprendió a ambos fue mi prima.

Silene llevaba un vestido negro más corto que el mío con lentejuelas y un escote casi hasta el final de la espalda, su cabello estaba en moño alto algo despeinado, llevaba maquillaje suficiente en sus ojos para que se vieran más grandes de lo normal con unos aretes largos y tacones de aguja con los cuales esperaba no se rompiera el cuello.

-Silene si sabes lo salvajes que son las personas en ese lugar? Quieres perder un zapato como yo?

-No perderé nada. Hoy los chicos no tocan toda la noche ya tengo todo calculado. Llegaremos cuando este el DJ y bailaremos cuando den el aviso de que la banda tocara nos iremos a la barra a tomar algo. Para ese tiempo Dante ya nos habrá visto y cuando este tocando se equivocara con las notas, no se podrá concentrar en el medio tiempo me buscara y me pedirá que regresemos, le diré que ya lo supere y que no quiero estar con él. Rogara tanto que lo perdonare pero aun así hare que le cueste, no regresare con él al momento lo cual hará que se esfuerce por esta relación.

-Vaya sí que esta todo planeado –Susurro mi amigo a mi lado, lo golpee antes de que mi prima lo escuchara.-

-Bueno entonces hay que poner tu plan en marcha y vámonos.

Por desgracia para mi prima las cosas no resultaron como quiso. Tuvimos que hacer fila ya que el chico de la puerta no le dio el paso, la fila era enorme pero pudimos entrar antes de que el Dj dejara de tocar. Sé que los zapatos la estaban matando pero pudo bailar con Darío, solo que ella no recordaba que él era pésimo bailando. Ella estaba haciendo todo el trabajo mientras él estaba casi quieto. Sé que Dante no la estaba viendo porque mientras mi prima se concentraba en parecer que lo disfrutaba mucho vi a los chicos entrar y Dante no estaba solo. Red me miro en uno de los asientos de la barra, se acercó a mí pero los chicos le hablaron y me saludo desde lejos. No tenía el valor de decirle a mi prima que su plan se estaba yendo por el caño.

Cuando anunciaron a la banda mi prima corrió a la barra para sentarse, pero casi se cae del asiento cuando vio que la misma chica que yo había visto antes, estaba arriba del escenario con los chicos, bailando alrededor de cada uno. Me miro con los ojos llenos de lágrimas.

-Olvida tu plan tengo uno mejor. –Dije por encima de la música, los chicos estaban haciendo un cover de una canción movida, a pesar de todas las chicas gritando y bailando enfrente del escenario se me ocurrió otra forma de llamar su atención.-

Subí mi vestido haciéndolo mas corto, tome la mano de Darío apoyándome hasta estar arriba de la barra, hice señas a mi prima para que subiera conmigo hasta que lo hizo. Las dos comenzamos a bailar encima de la barra y la atención que antes tenían los chicos ahora era nuestra, algunos chicos nos gritaban, las chicas también lo hacían pero no decían cosas lindas. Cuando vi que teníamos la atención de la banda fue cuando me acerque a mi prima.

-Bésalo. –Señale a Darío.-

-No! Pondré celoso a Dante pero no lo engañare.

-Solo bésalo.

Por primera vez mi prima me escucho y bajo de la barra para besar a mi amigo, ojala se me hubiera ocurrido un mejor plan. Pero no era buena con los chicos, las fiestas o primas con el corazón roto. Sé que Dante vio el beso, todos nos dimos cuentas en realidad porque se escuchó el ruido de las bocinas emitiendo un "piiiii" tan escandaloso que seguramente todos podríamos quedarnos sordos. Lo siguiente que supe fue que Dante golpeo a Darío, al parecer Red no le dijo que mi amigo era soldado o no lo hubiera hecho. No podía bajar de la barra y ahora había una pelea ante mis pies.


Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora