23.- Después de la tormenta

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No recuerdo que fue lo que paso después...pero desperté en mi habitación con la luz del sol invadiendo mi cuarto, tenía calor y estaba bañada en sudor. Comencé a moverme en la cama, pero no podía mover mis piernas. Red estaba con medio cuerpo encima de mis piernas y Darío estaba a mi lado con medio cuerpo colgando del colchón.

Sentía que por mínimo que me moviera podría tirar a alguno de los dos. Pero las náuseas llegaron, el calor era insoportable, me sentía mareada. Me levante tan rápido de la cama que tire a los chicos y me caí al tropezar con las cobijas de mi cama.

-Paige, estas bien?

-Ba..baño. –Fue lo único que pude decir. Red ayudo a levantarme cuando mis piernas temblaban, llegue al baño para soltar la poca comida que mi cuerpo aun guardaba, me sostuvieron el cabello y pasaban mi mano por mi espalda de arriba abajo. Creo que me veía horrible.- sal...sal de aquí... -pedi mientras estaba de rodillas.-

-No pasa nada. –Red no llevaba camisa, lo cual me ponía algo nerviosa.-

-Me veo horrible. –Pude decir después de dejar vacío mi estómago.- como esta Andreas?

-Sigue dormido, creo se siente mejor. No se quejó durante toda la noche.

-Sé que sabes lo que me paso. –La tapa del baño estaba abajo y yo en el suelo. La puerta estaba cerrada y los dos estábamos sentados en los fríos azulejos. Red solo asintió, se veía cansado.-

-No esperaba que...-No lo deje continuar.-

-No digas nada, no le comentes nada a Silene y por favor no me lo recuerdes. Sé que te estoy pidiendo mucho, pero estoy aquí por algo, no quiero olvidar todo lo que me sucedió pero si quiero salir adelante y el que me pregunte sobre ello no mejorara las cosas.

-¿Por eso quieres ser enfermera?

-En un principio quería ser doctora, pero ese era un reto más grande. Sobre todo porque no sabría que especialidad escoger ja, se cuáles son mis límites. –Sonreí mirando mis pies descalzos.-

-Creo que tu podrías ser lo que quisieras, en realidad los limites te los pones tú.

-Se siente bien que alguien confié en mis capacidades de coser o cortar a una persona. Pero aun no soporto la sangre, creo ese es mi verdadero reto.

Me levante del suelo y me enjuague la boca con agua. Red seguía en el suelo, me miraba como si me fuera a romper lo cual me preocupaba, no quería causarle lastima a nadie.

-Escucha llevo dos años con esto, no me trates diferente o me veas con esos ojos. Me sentiré mal. –me senté en la taza del baño y le baje a la palanca.- además tenemos que arreglarnos, creo que los chicos siguen en la cárcel.

Red asintió, cuando se puso de rodillas dio un beso en mi frente y antes de salir del baño me miro.

-Tienes que bañarte, iremos por los chicos en media hora. –Me sorprendió mucho la acción de Red pero me sentí bien y en paz después de la noche que había pasado, fui a mi cuarto a tomar la ropa que usaría.-

Veinte minutos después estaba limpia, con unos jeans a los tobillos y sandalias rosas, una blusa rosa y de cuello en v hacían juego con mis zapatos, me cepille los dientes y el cabello lista para ir por mi prima y su novio el criminal.

Red estaba entrando del balcón.

-¿Qué pasa con los chicos? –Pregunte sobre los chicos que seguían dormidos.-

-No creo que se despierten, tenemos tiempo de ir y regresar.

Los dos estábamos en la puerta de la casa, sé que Red me estaba mirando y yo a él. Tenía la misma ropa de ayer y sé que no se había bañado pero no olía mal. Tenía sus pantalones de mezclilla negros algo sucios, una camisa blanca y su cabello amarrado. Al parecer su closet solo se componía de prendas negras y blancas.

-Recuerda no decir nada, ni siquiera de lo que me paso ayer. Por favor.

Red asintió y se acercó a mí, los dos nos estábamos viendo, sus ojos eran de un color café muy claro y tenía unas pestañas muy largas. Su labio superior era más delgado que el inferior donde estaba su pircing un aro plateado. Creo que fui yo la que se acercó a él, no fue algo bonito, nuestros dientes chocaron, lo cual quiso hacer que nos alejáramos pero sus labios atraparon los míos y su lengua arrinconaba a la mía en una parte de mi boca. Era un beso, lento pero desesperado, no sentí mariposas en mi estómago pero besar a alguien después de mucho era algo agradable.


Se que me tarde años y creo que ya no pediré disculpas solo tengan paciencia seguiré actualizando, si les gusto comenten o voten :3

Mi reflejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora