Fear Of The Dark

Capítulo 7

Hola a todos, esto es algo poco habitual en mí, el hablaros al principio del capítulo. Querría pediros que al final del capítulo me digáis que os ha parecido y qué os gustaría que pasase, para poder saber vuestras preferencias y demás. Además de si queréis un maratón o algo así. Para saber si queréis que la novela siga adelante. Un besito y nos vemos abajo.
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Valeria se sentía mareada y cada vez más débil, quería levantarse mas no podía. Abrió los ojos con lentitud ya que se notaba cansada. Miró hacia un lado comprobando que sus manos y piernas estaban atadas por cintas de cueros, se encontraba tendida en una camilla en una habitación la cual desconocía. Intentó una vez más liberarse pero las ataduras estaban muy apretadas. Su corazón comenzó a latir más deprisa, ¿por qué estaba ahí?

La puerta de la sala se abrió entrando el Dr. Sullivan junto con la enfermera de antes. Ésta tenía una gasa en la zona donde se había hecho la brecha.

-Valeria, me temo que has sufrido otro episodio psicótico.

Se aproximó y la miró con una mezcla de lástima y sorna.

-No, no puede ser.

-Me temo que sí, por eso vamos a curarte.

-¿Qué van a hacerme?- preguntó con miedo en sus ojos.

-Vamos a tratarte con electroshock, querida- el Dr. le tocó el brazo- Susan se encargará de tratarte, ya verás como vas a sentirte mucho mejor dentro de nada.

Valeria lo siguió con la mirada hasta que paró en la puerta.

-Yo creía que eras especial- murmuró decepcionado- parece que no eres más que otra demente.

Y acto seguido abandonó la sala, Susan comenzó a colocar las ventosas transmisoras de las corrientes en la frente y en las sienes de Valeria.
Valeria desvió la mirada a la esquina de la habitación donde había una imagen de Jesucristo crucificado.

-Cristo, protégeme- murmuró Valeria.

Susan se giró furiosa hacia ella con los ojos de color negro. Valeria la miró aterrada. Susan parpadeó haciendo que sus ojos volvieran a su color original.

-¿Qué demonios eres?- preguntó aterrada.

-Tú lo has dicho- respondió obvia.

-No puede ser verdad, estoy alucinando de nuevo.

-Bueno, lo descubriremos en un momento.

Susan metió una especie de mordedor recubierto con goma dentro de la boca de Valeria para que no se tragara la lengua.

-Te voy a hacer pagar caro lo que me hiciste, entre tú y esa estúpida mocosa...- dijo con un claro tono de furia refiriéndose a ella y a “Péndulo”- Qué osadía el intentar matar a un demonio- rió amargamente haciendo que regresara esa mirada oscura y vacía, miró a Valeria de nuevo-  Bueno, ella ya ha pagado sólo faltas tú. Siempre he sentido curiosidad por saber qué sucede cuando este aparato se pone al máximo, creo que lo vamos a pasar muy bien.

Susan sonrió con malicia y Valeria abrió mucho los ojos horrorizada.
Ella subió un poco la máquina haciendo que Valeria se retorciera y lanzara gritos amortiguados por el mordedor.

-Y eso sólo es el nivel tres, cariño.

La puerta se abrió de golpe, el encargado de mantenimiento entró y sacó una petaca y roció el contenido mojando a la enfermera. De su cuerpo comenzó a salir humo, ella gritaba de dolor.

-¡John!  vociferó furiosa con la cara enrojecida por las quemaduras.

John cogió su teléfono y pulsó un botón de él haciendo que se reprodujera una grabación de un exorcismo en latín. Susan comenzó a retorcerse de dolor y al no aguantarlo, de su boca salió un humo negro que llenó la sala hasta que se fue por los conductos de ventilación. Su cuerpo se desplomó.

John se acercó a Valeria, rápidamente desconectó la máquina y la ayudó a desatarse.

-Rápido debemos salir de aquí- le dijo John ayudándola a levantarse de la camilla.

-¿Quién eres?- preguntó débil.

-Me llamo John- dijo mientras pasaba uno de los brazos de Valeria por sus hombros para ayudarla a caminar.

-No me refiero a eso, ¿qué eres?- preguntó lo último con un poco de miedo.

-Un cazador- respondió seguro.