Maratón Primera parte.
A Valeria le costaba mantener la calma, hace unos minutos su vida había sido atentada por una criatura sobrenatural y para rematar debía permanecer escondida en el interior de un cubo de basura cuyo olor no era para nada agradable, mientras John trataba de sacarla de allí sana y salva.
¿En qué momento he vuelto a perder la cordura? Esto es de locos, los demonios no pueden existir, nadie ha intentado matarme, seguro que esto es otro maldito sueño y todavía sigo bajo los efectos de ese dichoso calmante.
Sí, seguro que es eso, dentro de poco despertaré y si todo sale bien podré volver a casa completamente curada.Valeria no paraba de repetirse lo mismo, era el único consuelo al que podía aferrarse, intentar usar la razón.
La tapa del contenedor se abrió, Valería alzó la cabeza, estaban en las afueras del "Manicomio de Baltimore". La oscura noche se cernía sobre ellos, la gélida brisa golpeó el cálido rostro de Valería que se estremeció un poco ante esa repentina sensación, planteándose si realmente seguía inconsciente, todas esas sensaciones y olores eran demasiado reales. John la ayudó a salir, los pies descalzos de Valería hicieron contacto con el frío y empedrado suelo de las afueras del manicomio. La molestia de las chinatillas clavándose en sus plantas sumaba otro punto para preguntarse si estaba soñando. Se supone que cuando sueñas todo no es tan realista, es decir, claro que sientes dolor, pero siempre acabas despertando, y era lo que ella quería en esos instantes. El no saber distinguir lo que es real de lo que no la atormentaba y la estaba abrumando, si era un mal sueño sólo quería que acabase para volver a la calma antes de la siguiente pesadilla.
Llegaron hasta un viejo árbol donde había aparcada una camioneta azul marino. John le tendió una bolsa. Valeria la abrió, en su interior había ropa limpia.
-Cámbiate, así pasarás un poco más desapercibida.
Valeria fue detrás del árbol y rápidamente se colocó la camiseta básica blanca y encima de ésta una camisa a cuadros blancos y negros estilo leñador, debajo unos vaqueros de su talla, unos calcetines y unas deportivas que le quedaban un poco grandes.
Ya cambiada John abrió la puerta y rápidamente subieron al vehículo.
John dejó la pistola en el espacio que había entre los dos, la presencia del arma incomodó a Valeria, él pareció notarlo.-Tranquila, no voy a hacerte daño, sólo quiero ayudarte.- intentó decir con voz serena y apacible.
-¿Por qué?- preguntó confundida- ¿Por qué iba un desconocido a ayudar a una demente y a sacarla de una institución psiquiátrica?
John no pudo responder ya que vio que había movimiento en la institución, maldijo y se puso en marcha al ver que otro hombre de ojos negros los había visto. Aceleró lo más que pudo, haciendo que Valería se encogiese en su asiento ante el cambio repentino de velocidad.
-Pásame el teléfono que hay dentro de la guantera- dijo con voz autoritaria.
Valeria no vaciló y así lo hizo, John encendió el teléfono y llamó a alguien.
-Ian, soy yo ¿dónde estás?... Genial, estamos en Baltimore, cerca de la carretera ochenta y nueve... Sí, vamos a acercarnos al puente, ven para acá lo más rápido que puedas.
Colgó el teléfono para dejarlo cerca de la pistola.
-¿Refuerzos?- preguntó en voz queda Valeria.
-Así es, vamos a necesitarlos.- respondió sin despegar la vista de la carretera.
-¿Por qué?
-Porque saben que estás conmigo.
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Hola de nuevo, aquí la primera parte del maratón. Aún no tengo claro si hacerlo de dos o tres partes. Lo que prefiráis. Espero que esta parte haya sido de vuestro agrado. Valería está atravesando un momento difícil, al no estar segura de si se lo estará imaginando todo o es real o es una alucinación mezclada con la realidad propia de las suyas.
Los próximos capítulos serán decisivos para Valeria, si queréis saber qué sucede y conocer a más personajes, os invito a que comenteis y sigáis teniendo las mismas ganas de acompañarla en su día a día. Muy pronto subiré la siguiente parte que será la última o penúltima de ese maratón, como veáis.
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Fear Of The Dark
ParanormalOscuridad, ¿alguna vez os habéis preguntado por qué cuando somos pequeños nos aterra estar envueltos en ella? Valeria Grey, una joven de diecisiete años tiene a la oscuridad presente en su día a día. Vive continuamente la incertidumbre de no poder d...