Un nueve, he sacado un nueve. Debo reconocer que no podría haberlo logrado sin él.Esa tarde había sido muy productiva para ella, ya que a la hora del examen se había sentido completamente relajada.
-Wow, enhorabuena, Val- ella reconoció la voz al instante.
-Gracias, Sammy.- sonrió- Imagino que tú un cinco como siempre- bromeó la castaña.
-Sí...- rió- He de decirte que ya tienes mejor aspecto, me tenías preocupado.
-Sí, no he dormido bien últimamente- medio mintió.
-Menos mal que ya estás mejor y por lo menos has aprobado.
-He de agradecérselo a Ian- la sonrisa de Sam se borró.
-¿A Ian? ¿Mi hermano?- su tono era serio.
-S-sí...- lo miró a los ojos confusa.
-¿Y por qué no me pediste ayuda a mí?- alzó un poco la voz.
-Porque yo no se la pedí- intentó sonar calmada- cuando llegué, Marcus ya lo había organizado todo.
Sam relajó un poco los hombros.
-La próxima vez pídemela a mí- su voz sonó menos dura.
Valeria no respondió.
-Por favor...- suplicó.
-Está bien- accedió.
Él se limitó a asentir ligeramente.
-Debo admitir que tu hermano me sorprendió bastante- Sam la observaba atento- nunca pensé que la Química se le pudiera dar bien.
-Es superdotado- le informó. Valeria abrió la boca sorprendida- Los libros que hay en mi habitación son... Eran suyos.
-No sé ni qué decirte.
-Ya, es algo increíble- rió ligeramente incómodo halagando a su hermano.
...
Una pregunta todavía rondaba su cabeza. ¿Cómo había sanado tan rápido? Daba por hecho que debía ser por su verdadera naturaleza, pero desconocer lo que era no la ayudaba para recordar su pasado.
Una brisa fría le alborotó ligeramente el cabello, giró la cabeza para encontrarse con un sauce quemado, su tronco estaba carbonizado, casi no tenía hojas y las que aún se hallaban en sus ramas estaban muertas.
No se había percatado hasta dónde había andado, observó una casa blanca de dos plantas que se encontraba frente a ella, en el jardín colgado de un árbol, un viejo neumático cumplía la función de columpio. Se aproximó un poco a la propiedad. Reconocería esa casa en cualquier parte, era la suya.
Había varias cajas en el porche, alguien se estaba mudando. Miró a la planta superior, en una de las ventanas un niño de unos cuatro años se asomaba desde su cama brincando un poco y saludándola con ánimo. Valeria le devolvió el saludo con timidez con una pequeña sonrisa en sus labios.
Se percató de que tras el niño había una silueta oscura, frunció el ceño y enfocó su vista de nuevo a la figura, pero al volver a mirar ésta había desaparecido.
Fuego, truenos, el llanto de un bebé, miedo...
Tomó una bocanada profunda y se incorporó. Otra vez la misma pesadilla.
Marcus la observó desde la puerta que daba al salón y se acercó al sofá en el que estaba Valeria.-¿Otra pesadilla? -le tocó el hombro.
-La misma...- su tono era casi inaudible- Marcus, ¿dónde están mis padres?-quiso cambiar el tema.
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Fear Of The Dark
ParanormalOscuridad, ¿alguna vez os habéis preguntado por qué cuando somos pequeños nos aterra estar envueltos en ella? Valeria Grey, una joven de diecisiete años tiene a la oscuridad presente en su día a día. Vive continuamente la incertidumbre de no poder d...