Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)

Sesenta y cuatro.

Narra Kylie:

No pude contarle a Ashton en ese momento toda la historia con mi ex novio porque tuvimos que entrar a la sala para que Ashton hablara un par de asuntos sobre la gira con los chicos y sus jefes, así que acordamos hablarlo esta noche en el hotel.

Dado a que todavía teníamos que esperar a que llegase el bus del tour a dónde estábamos ahora mismo, decidimos hacer noche en un hotel cercano al edificio en el que habíamos estado esa tarde.
Allí, con tranquilidad e intimidad, sería donde le contaría todo a Ashton.
Había repasado mentalmente en mi cabeza miles y miles de veces lo que tenía que decirle y cómo hacerlo.
Y ahora, lo tenía frente a mí, mirándome atento a lo que le fuese a contar.

—Pues... Fui a una fiesta, aunque era lo último que me apetecía hacer. La dueña de la casa, a la cuál odio y ella me odia, me guió hasta el baño. Pero fue una encerrona. Alguien me agarró del brazo y me metió en una habitación oscura. Me tapó la boca con —respiré hondo, y Ashton puso su mano en mi rodilla como apoyo moral— su mano para que no pudiera gritar, y...

—No sé si quiero tantos detalles —dijo apretando la mano que no tenía apoyada sobre mí.

—Vale —dije asintiendo—... Me querían grabar mientras él me violaba. No me ató ni nada, me amenazaba con una pistola, diciendo que "o fingía que lo estaba haciendo por mi voluntad, o disparaba".

Iba a seguir hablando, pero Ashton se levantó de la cama y empezó a andar rápidamente por toda la habitación, dando vueltas de aquí para allá.

—Necesito pegarle a algo —exclamó—. Bueno, necesito pegarle a él —dijo justo antes de darle un puñetazo al armario que tenía en frente.

—¡Ashton! —exclamé levantándome de la cama— ¡Lo vas a romper!

—¡Les pagaré uno mejor! —exclamó de vuelta.

—Sabía que esto no era buena idea... —susurré llevándome una mano a la cabeza.

—¿Te llegó a...?

—No, me salvó un amigo que supo que algo andaba mal... —Dije recordando a Jake, tuve mucha suerte.

—Voy a denunciar a ese hijo de puta. Le daría una paliza si no fuese famoso, y si no lo hago siéndolo es porque se acabaría sabiendo y no puedo permitirme un cotilleo así —exclamó apretando los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos.

—No puedes denunciarle, no tenemos pruebas... —susurré con un hilo de voz.

Miré a Ashton y me dio un vuelco al corazón al ver su rostro con una expresión de desesperación y rabia infinita por lo que le acababa de decir.

—¿No has dicho que te grabaron?

—El chico que me salvó destruyó el móvil —suspiré pasándome la mano por el pelo—... Y quitó la tarjeta de memoria.

—Joder, pero... —comenzó a decir. Pero desconecté completa y automáticamente.

Y es que, de repente, estaba muy cansada. No físicamente hablando, si no mentalmente. Todo me sobrepasaba, como de normal.
Cuando mi vida era normal, algunas situaciones cotidianas me sobrepasaban y necesitaba un respiro, y ahora, aunque esta situación acababa de pasar en mi vida normal, no era algo cotidiano, y me exprimía.