Cincuenta y tres.

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Narra Kylie:

Después de varios shows, los chicos ya habían acabado el tour por Asia, lo que significaba un pequeño descanso de unos días hasta que empezase el tour de Europa.

—Kylie, despierta —oí la voz de Ashton despertándome dulcemente, sonreí con los ojos todavía cerrados al notar su mano acariciando mi mejilla.

—¿Ya hemos llegado? —pregunté escondiendo mi cara en su cuello.

—Sí —dijo riendo mientras se apartaba—. Me haces cosquillas.

Reí y me incorporé mientras me estiraba. Me pasé la mano por los ojos, con cuidado de no destrozarme el maquillaje, y miré a mi alrededor.
Calum estaba dormido, apoyado en el hombro de Luke, y Luke estaba dormido, apoyado en el hombro de Michael.
Michael estaba despierto, pero se notaba que hacía poco que se acababa de despertar.

—Buenos días, princesos —dije divertida mirando a Michael y Ashton. Los demás seguían durmiendo, y Sam también.

—¿Cuánto llevamos en el autobús? —preguntó Sam mientras se incorporaba.

—Unas seis horas —dijo Ashton—. Pero ya hemos llegado al aeropuerto —dijo mirando por la ventana.

—¿Y llevas despierto las seis horas? —preguntó sorprendido Michael, a lo que Ashton respondió asintiendo.

—¿Por qué? —pregunté confundida.

—Quería asegurarme de que todo esto no era un sueño —dijo mirándome a los ojos.

Sonreí mirándole y acaricié su rostro justo antes de darle un pico en los labios.

—No lo es —dije al separarme.

—Id a un hotel —dijo Luke mientras se incorporaba, lo cuál despertó también a Calum, ya que el moreno estaba durmiendo apoyado en Luke.

El autobús paró frente a la entrada del aeropuerto, y una vez se abrió la puerta y apareció Dave para decirnos que bajásemos, nos desabrochamos los cinturones y bajamos.
La luz del sol chocó de pleno contra mis ojos azules, lo que me hizo cerrarlos.
Los gritos de las fans en la puerta del aeropuerto me hicieron despertar completamente.
Cogimos cada uno nuestras maletas, y caminamos dentro del edificio. Creo que era la primera vez en meses que tenía que hacerme cargo de mi maleta, y no estaba segura de si eso me gustaba.

Lo bueno de ser todos de Sídney, es que no teníamos por qué despedirnos y coger vuelos diferentes, lo cuál habría sido demasiado triste. Así que una vez dejamos listo el tema de las maletas, caminamos todos juntos hacia la puerta que daba a nuestro avión.

—Kylie —me llamó Calum mientras caminábamos por el pasillo.

—Dime —dije mirando a mi amigo, él me cogió de la mano, haciéndome parar.

Cuando los demás estaban unos metros por delante de los demás, seguimos andando juntos para no separarnos mucho de los demás.

—¿Tú... No habrás hablado con Lydia? —preguntó mientras se rascaba la nuca con la mano. Sonreí divertida.

—Hombre, claro que he hablado con ella. He hablado de muchas cosas...

—Hm.. Sí, bueno... Yo me refiero... De nosotros. Es decir, de ella y yo. De mí. No sé. Algo.

—Sí —dije mirando a mi amigo, el cuál se había puesto muy nervioso.

—¿Y...? —dijo mirándome con ojos brillantes.

—Deberías quedar con ella si puedes, durante este descanso —dije mirándole—. Ella querrá, créeme.

—Ya, pero...

—Tenéis muchas cosas de las que hablar, y lo sabéis.

—Tienes razón —dijo asintiendo varias veces—.

—Si te sirve de consuelo, ella está como tú —dije, haciéndome una ligera idea de cómo estaba Calum por lo que Ashton me había contado.

Él sonrió y me dio un abrazo como agradecimiento. Nos reunimos con los demás, y al cabo de unos minutos, estábamos dentro del avión.

—¿Qué vais a hacer durante las vacaciones? —preguntó Luke una vez estábamos todos sentados en nuestros asientos.

—Dormir —dijo Calum al segundo.

—Ver a mi familia —dijo Ashton, a lo que no pude evitar sonreír por lo tierno que era.

—Follar —soltó Michael de repente.

—¿Qué? —dijo Sam alzando una ceja.

—¿He dicho follar? Quería decir —dijo Michael haciendo una pausa—... Lo siento, Sam, no se me ocurre ninguna palabra —dijo finalmente, a lo que todos reímos.

—¿Tú qué vas a hacer, Kylie? —preguntó Sam mirándome.

—No tengo planes. Supongo que imitaré el de Calum, tenía buena pinta —dije riendo.

Narra Ashton:

Miré a Kylie mientras decía eso. Esa primera frase, parecía el pequeño impulso para proponerle el plan en el que llevaba pensando toda esta última semana. Al principio no estaba segura de si ella iba a querer, pero al menos tenía que preguntarle.

Me alegraba tanto de haberla recuperado. De volverme a sentir querido por ella, y que sus ojos volvieran a brillar cada vez que me miraba.
Fue increíble la manera en la que absolutamente todo me pesaba durante la primera parte del concierto de la semana pasada, y cómo justo después de haber abrazado a Kylie y que todo se solucionase, me sentía tan lleno de vida y feliz.
Y sabía que no era bueno que mi felicidad dependiera de otra persona que no fuese yo mismo. Porque Kylie podría irse algún día, y si mi felicidad dependía de ella, lo iba a pasar muy mal.
Pero al mismo tiempo, Kylie siempre se ha portado bien conmigo. Nunca me ha hecho daño diciendo o haciendo algo. Nunca me ha fallado. Siempre ha sido la novia perfecta.
Por eso yo intentaba ser el mejor novio para ella constantemente.

Miré a Kylie, la cuál ahora se encontraba leyendo un libro. Calum y Luke estaban durmiendo, lo cuál era normal teniendo en cuenta la de horas de sueño que tenemos que recuperar.
Sam estaba jugando a un juego de la Nintendo, y Michael le estaba enseñando trucos sobre el juego, al parecer.

—Kylie —dije en un susurro, para no molestarla mucho mientras leía. Ella dejó el libro y clavó sus ojos azules en mí.

—Dime —dijo cerrando el libro después de ponerle un marca páginas.

—Durante estas mini vacaciones he alquilado una casa de campo para estar allí con mi familia, ya que la dirección de mi casa la conocen los paparazzis y se pasan todo el día molestando. ¿Te gustaría venir con nosotros, y así por fin conoces a mi familia?

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CAPÍTULO DOS DEL MARATÓN.

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Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora