Sesenta.

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Narra Kylie:

Cuando acabé de vestirme con unos vaqueros elásticos y rotos por algunos lados, una camiseta básica de tirantes negra y las botas de montar a caballo negras que me había regalado Ashton con la excusa de: "son las botas más cómodas para usar cuando estás en el campo", me arreglé la coleta, ya que iba algo despeinada, y miré a Ashton, quién se acababa de poner la camiseta de nuevo.

—¿Vamos? —preguntó mientras se acercaba a abrazarme una vez que se percató de que le miraba.

Tras lo que acababa de pasar, me acababa de quedar claro que Ashton me quería. De momento, tenía fuerzas para enfrentarme a Marie y su extraña obsesión por hacerme creer que quería quitarme a mi novio. Y, como tenía fuerzas, había accedido a ir al desayuno en casa de Marie al que nos había invitado a todos.

—Sí, vamos —dije tras mirarme en el espejo para asegurarme de que iba bien.

Solté un pequeño suspiro de conformidad con mi imagen mientras movía levemente la cabeza hacia los lados para que mi pelo recogido en la coleta se moviera de un lado a otro.

Noté la mano de Ashton posarse suavemente en mi antebrazo derecho, acariciando mi piel.
Le miré, haciendo que mi mirada se encontrase con la suya, y perdiéndome durante unos mili segundos en el brillo de sus ojos verdes.

—¿Estás segura de que quieres ir? Podemos decirles que me encuentro mal, o...

—No —dije interrumpiéndole—. No vas a mentirles, ya que nunca lo haces, y no vas a hacerlo por mí —hice una pausa—, y menos por esa tontería.

—Ya, pero...

—Además —volví a interrumpirle—, quiero ir. Nos trajiste aquí para pasar unos días disfrutando de tu familia y el aire libre, y no vamos a perder en casa el penúltimo día que nos queda aquí.

Conforme iba hablando, noté cómo Ashton iba ensanchando su sonrisa, y como el brillo de sus ojos seguía creciendo, aunque pareciera imposible.
Posó sus manos en mis mejillas, y me dio un beso corto pero sentido.

—Es que eres genial —dijo sonriendo justo antes de darme otro beso. No pude evitar reír.

—Vamos —dije sonriendo mientras me zafaba de su agarre para acto seguido coger su mano y guiarlo escaleras abajo.

Narra Ashton:

Una vez llegamos al campo de Marie, entramos a la casa por la puerta principal, la cuál estaba abierta.

La comida estaba colocada en una mesa grande de madera, y mi familia y Marie estaban alrededor de ella, picoteando, de pie.

Cuando Marie nos vio llegar, se acercó alegre como siempre a saludarnos.

—¡Hola! —dijo justo antes de darme un corto abrazo aunque intenso. Era algo normal en ella ser tan efusiva.

Le saludé de vuelta, y caminé a ver a mi familia mientras Marie saludaba a Kylie.

—Buenos días —dije dándole un beso a mi madre en la mejilla.

Acto seguido, revolví el pelo de Harry como señal de saludo, y le di un beso en la frente a Lauren, también saludándoles.

—Habéis tardado un poco, ¿no? —dijo mi madre mientras me ofrecía un vaso de zumo de naranja, el cuál acepté con ganas.

—Qué va, no te creas —dijo Lauren, como defendiéndome. Le miré confundido, pero lo dejé correr.

—Hola —oí decir amablemente a Kylie cuando llegó a la mesa. Le miré y observé cómo saludaba a mi madre, y luego a Lauren y Harry.

Le ofrecí una tostada a Kylie, y me dio las gracias con una sonrisa. Me quedé mirando unos segundos el brillo de su piel y sus ojos azules.

Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora