Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)

Diecinueve (2ªParte).

Narra Kylie:

Miré sorprendida a Ashton y algo asustada cuando se puso a gritar, y cuando por fin fui capaz de asimilar lo que acababa de decir, mis ojos se aguaron a sobre manera.

Me puse la mano sobre la boca y aguanté la respiración unos segundos. No podía ser cierto... ¡Seré estúpida! ¿Cómo se me pudo olvidar cuándo acababan sus vacaciones? ¡Y cómo no pensé en que, obviamente, tendrían que seguir con la gira otros seis meses y por ese motivo no podía enamorarme (más) de Ashton!

De repente, comencé a sentir como me costaba respirar, al ser consciente de que todos me estaban mirando y estaban muy cerca de mí. Necesitaba aire fresco y espacio para pensar con claridad.
Me levanté rápidamente del sofá pudiendo pensar en sólo una única cosa.
Corrí hacia la salida de casa y abrí la puerta justo antes de salir corriendo por la calle sin saber a dónde iba.

Narra Ashton:

—¡Mierda! —Exclamé cuando se levantó corriendo y la vi irse rápidamente. Todos nos levantamos para ir tras ella.

—¡No, chicos! —dijo Lydia al ver nuestra intención, le miré confundido— Si se ha ido así es porque estaba agobiada, y necesita espacio.

—Y si vamos todos tras ella se agobiará más. —Susurró Luke pasándose la mano por el pelo.

—Exacto. —Afirmó Lydia.

—¿Y qué hacemos? Necesito saber que está bien, no podemos dejar que vaya por ahí corriendo sola. —Dijo Michael con clara preocupación en su rostro. Era obvio que Kylie verdaderamente le importaba, y a mí me parecía genial.

—Yo iré. —Dije decidido, y mirando a Lydia, esperando a ver qué decía. En cuanto vi que asintió con la cabeza, estando acorde con mi decisión, salí corriendo de la casa.

Al salir de su casa, miré hacia la izquierda y la derecha, decidiendo qué camino tomar, y al recordar que Kylie era zurda, decidí tomar el camino de la izquierda.

Corrí como nunca antes había corrido por las calles de una ciudad que desconocía, buscando desesperadamente el pelo rubio de mi novia.

No logro recordar cuánto tiempo estuve corriendo por las calles, esquivando gente y coches, pero sé que fue bastante y que me costó muchísimo encontrarla.
Pero finalmente la vi, sentada en un banco frente a un parque, de espaldas a mí. Respiré hondo, cogiendo aire por la carrera, y me acerqué a ella lenta y cuidadosamente.

Cuando por fin lo hice, me senté a su lado en el banco, y le miré.

—¿Por qué te has ido corriendo? —Pregunté susurrando, no quería alterarla o hacer que se sintiera peor.

—Sentía que me ahogaba y necesitaba respirar aire fresco... —Susurró mirando a la nada.

Tenía una vista perfecta de su perfil, y veía cómo sus ojos azules estaban fijos en algún sitio del paisaje, aunque en realidad no estuviera prestando atención a lo que miraba.

Su nariz respingona estaba algo colorada por el hecho de que Kylie hubiera llorado, pero aún así era adorable.
De sus labios no puedo decir nada ahora mismo, ya que, al estar abrazada a sus rodillas y con los brazos apoyados en estas, sus brazos le tapaban la boca.

—Kylie, yo...

—¿Por qué me pediste salir? —preguntó mirándome, todo su maquillaje se había ido, y estaba desperdigado por sus mejillas, pero aún así estaba realmente preciosa— ¿Por qué me pediste salir justo cuando te vas? ¿Para hacerme más daño? —Susurró con voz rota, y hundió la cara entre sus brazos justo después de que sus ojos se llenaran de lágrimas de nuevo.

Al oírle decir eso último, suspiré y me pasé la mano por la cara (las sienes y los ojos, específicamente) y más tarde por el pelo.

Apreté los labios y miré a la nada, pensando muy bien lo que iba a decir, abriendo mi corazón y llevando cuidado de no olvidar detalle. Pocas veces soy capaz de mostrar mis sentimientos, y cuando lo hago, procuro hacerlo bien.

—Odio tener que irme y dejarte sola, Kylie —comencé a decir—. Si por mí fuera, me quedaría a tu lado para siempre, pero también es mi trabajo, es mi sueño, y son mis fans. Cuando Luke y yo os conocimos, me repetí miles de veces que no me tenías que gustar, que sólo tenía que ser amistad, ya que luego me tendría que ir y no quería ni que tú, ni que yo, sufriéramos. Pero ahora sufres tú, sufren los chicos, sufre Lydia, y sufro yo. Tengo miedo de volver a irme en la gira, y que la distancia nos aleje, y todo se pierda. Y tengo miedo porque eres una de las mejores cosas que me han pasado en mucho tiempo. Y por esto te pedí salir, Kylie. Porque de alguna manera, que seas mi novia me medio asegura que nunca te vas a ir de mi vida aunque no estemos juntos físicamente durante un tiempo.

Respiré muy hondo, sintiéndome tremendamente aliviado de haber expresado todos mis pensamientos y sentimientos, pero a la vez algo incómodo por saber qué pensaría Kylie de mí. Porque a mí no me importaba la opinión que tuviera sobre mí la gente ajena (y eso es fundamental si eres famoso y no quieres pasarlo mal), pero la de Kylie sí.

Le miré algo nervioso, y apreté los labios cuando me devolvió la mirada. Una pequeña sonrisa asomaba por su rostro, lo que me hizo sonreír a mí casi inconscientemente.

—¿Por qué tienes tanto interés en que no me vaya de tu vida? —Preguntó Kylie con un brillo precioso en sus ojos.

—Porque te quiero.