Dieciséis.

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Nos encontrábamos todos en el coche. Ashton conducía, Luke estaba a su lado, en el asiento del copiloto, Calum se encontraba en el asiento de la derecha con Lydia encima, Michael en el asiento de la izquierda, y yo en medio, como siempre.

No por nada, sino porque siempre, y siempre es siempre, que viajo en coche me toca ponerme en el asiento de en medio. Quisiera sentarme en medio o no. Siempre.

No iba a dejarme engañar ni manipular por lo que decía la gente. Aprendí hace muchos años a ignorar lo que los demás decían, y a no fiarme de lo que personas que no conocía me dijeran hasta que yo misma lo comprobase.

Y eso iba a hacer. Ashton me acababa de decir que no me quería sólo para el sexo, y yo, de momento, le creía. Y si resultaba que en un futuro me acostaba con él y era cierto que sólo me quería para eso, al menos habría sacado un orgasmo como recompensa.

Pero no iba a pasar mi tiempo preocupada pensando en eso, no. Iba a vivir el momento, porque era perfectamente consciente de que lo que nos estaba pasando a Lydia y a mí no le pasaba a todo el mundo.

—¿Pero no nos vais a decir a dónde vamos? —Pregunté sacándome a mí misma de mis propios pensamientos. Nos habían metido al coche y no nos querían decir a dónde íbamos.

—Que es una sorpresa. —Dijo Ashton.

—Sí, y ya casi hemos llegado. —Contestó ahora Calum.

—¿Pero a dónde? —Pregunté riendo.

—¡Que es un secreto! —Exclamó sonriendo Michael, le miré divertida.

—¿No era una sorpresa? —Dije alzando una ceja.

—Bueno, es una sorpresa/secreto y ya está —dijo Luke girándose hacia detrás.

—¡Dios mío, aquí apesta mucho a colonia! No puedo respirar, se concentra todo el olor en el coche. —Medio gritó Lydia haciendo aspavientos con las manos.

Y era cierto. Cuando acabó Ashton de ducharse, uno tras otro se ducharon todos, y antes de salir de su casa se llenaron de colonia como buenos hombres que son, por lo que ahora, en el coche y con las ventanillas subidas, se había mezclado el olor de las cuatro colonias diferentes.

Al cabo de un rato el coche paró, aparcado en el parking, y finalmente llegamos a nuestro destino.

—¿A la bolera? ¿Por una bolera me habéis tenido en ascuas diez minutos? —Preguntó Lydia bromeando.

—Sí. —Dijo Michael como si nada, a lo que mi amiga rodó los ojos.

—Pues a mí me gusta. O sea, nunca he podido jugar porque en mi ciudad no hay boleras, pero siempre he querido jugar.

—¿No has jugado nunca? —Preguntó Luke sorprendido, a lo que negué con la cabeza.

—Oh, no te preocupes, Ashton te enseña. —Dijo Calum divertido, solté una carcajada suave y asentí.

—¿Podemos salir ya de aquí? Necesito aire fresco, chicos. —Dijo Lydia de nuevo, asentimos y bajamos del coche.

Caminamos los seis hacia dentro del edificio y miré a mi alrededor, había gente, y algunos reconocían a los chicos, pero por suerte, ninguno de ellos se acercó a hablar con ellos.

Me senté en uno de los sillones mientras Ashton y Calum iban a preparar las cosas para la partida.

Miré a mi alrededor observando todo, y observé extrañada que Michael se sentó a mi lado, mirándome fijamente. Fruncí el ceño confundida, y aún lo hice más cuando vi que Luke se había sentado a mi otro lado, es decir, entre Lydia y yo.

Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora