Veintiuno.

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Narra Kylie:

A la mañana siguiente:

Me desperté muy lentamente cuando los rayos de sol entraron tenues por la puerta de la tienda de campaña.
Abrí los ojos después de rascarlos unos segundos con ahínco y miré a mi alrededor.
Como era obvio, ahora todos estábamos en la tienda de campaña. Pero la pequeña diferencia es que mientras Ashton y yo estábamos tumbados como personas normales, los demás estaban en el suelo como si alguien los hubiera tirado cual bolsa de basura.
Reí silenciosamente al verlos así y levanté mi manta para mirar mi cuerpo. Suspiré aliviada al ver que llevaba puesto mi pijama. Ashton me lo habría puesto anoche, ya que en cuánto acabamos de hacer eso, me quedé dormida apoyada en su pecho, olvidándome de que estaba completamente desnuda, y de que habían otros tres chicos más que dormirían ahí dentro conmigo.

Miré a mi derecha y observé a Ashton. Sonreí inconsciente y tontamente al verlo así, tan adorable y en paz mientras dormía.

Su rostro tenía una expresión completamente relajada y angelical. Y si mirabas sus mejillas, se podían ver las dos marcas de los hoyuelos que le aparecían cuando sonreía.

Dos mechones finos de pelo caían sobre su frente, como la mayoría de las veces, así que los aparté con suavidad.

Continué mirándole unos segundos más, aunque lo cierto era que yo podría estar así toda mi vida. Me volví a tumbar y me puse de lado, mirando hacia él, y acto seguido me acurruqué con él, apoyando la cabeza en su pecho. Y al notarlo, Ashton puso su brazo sobre mí, quedando su mano sobre mi mejilla.

Sonreí con los ojos cerrados, disfrutando del momento, hasta que oí un ronquido exageradamente fuerte de Michael. Me aguanté la risa para no despertar a nadie, pero de eso ya se había encargado él solito.

—Vale, qué narices ha sido eso. —Pregunto Lydia con voz adormilada.

—Michael durmiendo. —Oí decir ahora a Luke con voz adormilada.

—¿Ehm...? ¿Qué decís de mí....? —Susurró Michael, que se despertó al oír a Luke.

—Que pareces un cerdo mientras duermes —exclamó Calum ahora.

—Hala, ya estamos todos. —Dijo Ashton con la voz bastante más grave de lo normal.

Le miré sorprendida al oírle con la voz así, y cuando él me miró de vuelta, puso morritos. Sonreí de lado y le di un pico.
Supongo que se habría puesto malo al dormir al aire libre, o algo por el estilo.

Un par de horas después:

Una vez que habíamos acabado de comer todos, empezamos a empaquetar la tienda de campaña para irnos ya a casa.
Eran las tres y media de la tarde y supuestamente ya habría salido de clase y debería estar camino a casa.

El coche paró a unas cuantas manzanas de casa, ya que no sabíamos si mi padre o mi hermana estaban en casa y no podíamos arriesgarnos.

Bajamos todos del coche, y miré a Ashton. En ese mismo instante unas ganas inmensas de llorar se apoderaron de mí, pero me contuve.

Me acerqué a él lentamente y le abracé con fuerza y cerrando los ojos. Él me apretó entre sus brazos, lo que incrementó mis ganas de llorar. Comenzó a besar repetidas veces mi cabeza, y respiré hondo.

—Pásatelo genial... —Susurré con voz rota, como si estuviera a punto de llorar.

Al oírme, Ashton apretó más el abrazo, lo que yo imité sin dudarlo un segundo. Nos separamos al cabo de unos segundos, aunque luego volvería con él.

Me giré hacia Luke y corrí hacia sus brazos. Él me devolvió el abrazo moviéndome de un lado a otro y yo sonreí al notarlo.

—Si el gilipollas de tu ex-novio vuelve a molestarte, nos lo dices, ¿eh? —Dijo mirándome cuando nos separamos.

Asentí y sonreí. Puede que Luke fuera el que menos hablase del grupo (que no quiere decir que no hable), pero iba a echarle muchísimo de menos, como a todos los demás.

Caminé hasta Calum y le abracé cuando Lydia había acabado de hacerlo. Él y Michael eran los que más tonterías hacían y los que más me hacían reír.

—Cuida a Lydia por mí, y cuídate tú también por mí... —Susurró en mi oído mientras me apretaba en el abrazo. Asentí varias veces y sequé una pequeña lágrima que caía por mi mejilla.

Cuando nos separamos, respiré muy hondo al recordar que ahora me tocaba despedirme de Michael. No pude evitar poner un puchero al verle.
En mis 18 años sólo había tenido un mejor amigo, el cuál nunca debió tener el honor de denominarse como tal, ya que me utilizó como un trapo sucio, y dejó a la luz que yo no le importaba absolutamente nada y nunca lo hice.

En cambio, Michael en dos meses me había ayudado tantísimo y había demostrado tantísimo por mí... Los cuatro eran personas excepcionales que se merecían lo mejor de este mundo y más.

—Recuerda no quemar nada... —Susurré mientras le abrazaba tan fuerte como mi cuerpo me lo permitía.

—Te voy a echar muchísimo de menos, Kylie. —Susurró en mi cuello, suspiré intentando no llorar, pero me resultaba prácticamente imposible.

—Y yo a ti —susurré igual. Suspiré de nuevo mientras le abrazaba.

Al cabo de un rato, por desgracia, me separé de mi amigo, ya que acababan de llamar a Calum, y necesitaban que se pusieran ya de camino al aeropuerto.

Me giré hacia Ashton mientras veía cómo los cuatro se metían en el coche cuando acabaron de despedirse de Lydia y ahí, en ese momento en el que el chico de la bandana se giró hacia mí y conectó sus ojos con los míos, comencé a llorar.

Miré turbiamente a causa de las lágrimas cómo Ashton fruncía el ceño mirándome y se acercaba hacia mí rápidamente.

Le miré confundida y cerré los ojos cuando presionó sus labios con los míos suavemente y fuerte a la vez.

Nos fundimos en un beso de tan sólo unos segundos, pero fue el beso más puro y lleno de sentimientos que nos habíamos dado desde que nos conocimos.

—Te amo, Kylie.

—Yo también te amo. Muchísimo.

Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora