Doce.

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Kylie entró y dejó su mochila apoyada en una de las sillas que habían en el comedor.

—Justo íbamos a pedir la cena. ¿Quieres? —Pregunté sacando el móvil. Me había dejado de importar que no hubiera contestado mis mensajes.

—Claro... Ehm... ¿Qué íbais a pedir? —Preguntó sonriendo, mirándome.

"Para de sonreír y mirarme de esa forma, vas a acabar conmigo" pensaba mientras sonreía como un tonto.

—Pizza. —Contestó Calum justo después de marcar el gol que daba por ganada y finalizada su partida contra Luke.

—¡Mierda! –Oí a Luke quejándose.

—Vamos a poner la mesa. Calum, pon el mantel. Luke, recoge toda la mierda, que hay invitados. Ash, tú entra conmigo a la cocina, a por los cubiertos. Y tú Kylie... Ponte cómoda. —Ordenó Michael como si de repente fuera responsable, o algo así.

—Qué cojones. —Dijo Luke riendo, estaba tan sorprendido como los demás.

Me levanté del sofá y entré a la cocina, tras él. Caminé hasta donde estaban los cubiertos, aunque ahora que lo pensaba... ¿Cubiertos para comer pizza?

—Michael, ¿qué cubiertos se supone que quieres que...?

—Escucha —me interrumpió serio, aunque hablaba susurrando—. Cuando me he encontrado con Kylie esta tarde, estaba llorando por algo. Por eso la he traído, para que le alegremos un poco.

—¿Cómo? ¿Llorando? —Pregunté confundido y preocupado a la vez.

—Sí. Y me cae bien, así que si a mí no me quiere contar qué le pasa, intenta que te lo cuente a ti. Que tenéis más... Confianza. Y ayúdale con lo que sea que le pase.

—Michael, no te reconozco. —Dije sorpendido. Y no era porque él no fuera buen chico, sino porque que demostrase tanta preocupación por una chica a la que prácticamente no conocía, demostraba mucho.

—Ni yo —dijo riendo, y yo sonreí— pero va en serio, ayúdala. —Me limité a asentir.

Narra Kylie:

Una hora después:

Acabábamos de terminar de cenar, y yo volvía a tener dolor de barriga. Pero no por la regla (eso ya lo había solucionado tomándome una pastilla antes de venir), sino porque me habían hecho reír tanto los cuatro, que la cena me estaba sentando mal.

Ahora nos encontrábamos los cinco sentados en el salón, intentando que se nos bajase un poco la hinchazón de las tres pizzas que nos habíamos comido.

Luke y Calum estaban en dos puffs, y Michael y Ashton en el sofá. Como al principio, los dos últimos decían no querer dejarme espacio para que yo me sentase, decidí tirarme sobre ellos, así que ahora yo estaba de la mitad de la espalda para arriba apoyada en Ashton, y de la mitad de la espalda hacia abajo apoyada en Michael. Aunque los pies me colgaban.

—Tíos, el otro día me estaba paseando por ahí... —Comenzó a decir Calum.

—Como el perro que eres... —Le interrumpió Michael, a lo que todos, incluída yo, reímos. Pobre Cal Pal.

—Y decidí comprar algo. ¿Os lo enseño? —Preguntó Calum, ignorando a Mikey.

Todos asentimos y se levantó corriendo del puff. Lo siguiente que oímos fue silencio, luego un ruido extraño, y luego a Calum volviendo de la cocina con dos botellas de vodka azul, y un montón de cervezas.

Me levanté del sofá, y miré todo lo que dejó en la mesita que había frente a mí.

—Calum, cuando quieres eres el puto amo. —Dijo Ashton cogiendo una cerveza.

—Yo soy el puto amo siempre.

Solté una suave carcajada y fruncí levemente el ceño cuando oí mi teléfono vibrar en mi bolsillo. Lo saqué y contesté.

—¿Quién es? —Pregunté mirando como Ashton ponía dos chupitos de vodka.

—Lydia. —Dijeron por la otra línea.

—¡Ah, hola, Lydia! —Exclamé.

—¿Es Lydia? ¡Dile que venga! —Dijo Luke ahora, justo antes de beber cual camello de su cerveza.

—¿Estás con los chicos? —Preguntó mi amiga, y sabía que estaba sonriendo.

—Sí, ¿te apetece venir? Puede ir a por ti —dije mirando a los chicos, pero estaban todos bebiendo—... Ehm... Calum es el único que aún no ha bebido.

—¿Qué? —Preguntó el moreno al oír su nombre.

—¿Puedes ir a por Lydia?

—Claro, que me dé la dirección y voy en un momento.

—Genial —susurré victoriosa—. Ahora nos vemos, Lydia. —Dije antes de colgar.

Le di la dirección a Calum, y cuando él salió de casa para ir a por ella, me senté junto con Ashton, el cuál me dio uno de los chupitos que había preparado.

—¿Y esto? —Pregunté sonriendo mientras cogía uno de los vasitos.

—Vamos a pasarlo bien. —Dijo sonriendo. Asentí, y a la cuenta de tres nos bebimos el chupito de golpe.

Tres horas después:

No tenía claro del todo cómo había pasado, pero todos estábamos muy borrachos, ya no quedaba ni una cerveza, ni una gota de vodka, y de fondo y muy bajita, había música sonando.

Ahora todos nos encontrábamos hechos una mierda en los sofás, hablando de tonterías y pasándolo bien.

La noche había avanzado de manera que Luke seguía en un puff, Michael en el sofá, Calum en el otro puff, Lydia sentada encima de Calum, y Ashton también en el sofá, conmigo encima de él.

Yo pocas veces había bebido tanto, y nunca antes había estado tan sumamente borracha en 18 años, aunque a algunos les puede resultar penoso, por lo que ahora estaba mareada a sobre manera, con los ojos cerrados y con la cabeza apoyada en el pecho de Ashton, quién me sujetaba.

—Oye, Kylie, ¿por qué no le das un beso a mi amigo? —Dijo Calum divertido cambiando completamente el rumbo de la conversación, y refiriéndose a Ashton.

—¿Por qué no se lo das tú a mi amiga? —Pregunté yo ahora, refiriéndome a Lydia.

Él sonrió divertido y se giró hacia Lydia, lo que hizo que Lydia se girase hacia Calum. Éste, puso su mano en la mejilla de mi amiga, y le dio un beso que no era precisamente un pico corto.

Sonreí ampliamente, y oí cómo Luke les silbaba, y cómo Michael les gritaba de broma y con falsa indignación que se fueran a un hotel. Ashton sólo reía. Cuando dejaron de besarse, Calum me miró.

—¿Y bien? —Dijo sonriendo.

Me giré hacia Ashton, el cuál ya me estaba mirando, y observé durante unos segundos sus ojos, que seguían brillando con tanta fuerza como siempre.

Sonreí y pasé la mano por su pelo antes de acercar su rostro al mío y besarle durante unos segundos que se me pasaron cortos.

Media hora después:

Sonreí en los labios de Ashton, había perdido la cuenta de los besos que me había dado con él, y tenía la sensación de que a Lydia y Calum les pasaba lo mismo. Por otro lado, Michael y Luke estaban dormidos como troncos en el suelo, cada uno junto con una botella de cerveza, y yo estaba luchando internamente por no quedarme dormida.

—¿Tienes sueño? —Susurró Ashton acariciándome la mejilla. Eso no ayudaba a mantenerme despierta.

—Un poco... —Susurré sonriendo, aunque con los ojos cerrados.

No obtuve respuesta por parte de Ashton, sólo noté como su brazo, que estaba alrededor de mis hombros, ahora pasaba a estar alrededor de mi espalda, y su otro brazo colocado en mis piernas.
Abrí los ojos durante un segundo cuando se levantó, y los volví a cerrar cuando vi que se dirigía conmigo cargado a dónde estarían, supongo, las habitaciones.

Los movimientos mecedores que provocaban los pasos de Ashton, el alcohol en mi cuerpo, y el disgusto que tuve unas horas atrás con Ryan hicieron que cayera en un profundo sueño.

Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora