Unpredictable (TERMINADA 1ª PARTE)

Cuarenta y cinco.

Narra Kylie:

En el momento en el que sonó el chasquido de la primera cerveza abriéndose, todo ocurrió demasiado deprisa.

Al principio estábamos bebiendo en la habitación, mientras bromeábamos y charlábamos de cosas sin importancia.
Michael me entregó una cerveza, asegurando que me encantaba. Le creí, ya que no lo recordaba, y era una tontería que Michael me mintiera en algo así.

Sinceramente la cerveza me resultó espantosa. Era tan amarga como parecía que era solamente a juzgar por el olor. Pero al conseguir acabarme la primera, las demás entraron por mi garganta prácticamente como si fueran agua.

Ashton no paraba de mandarles indirectas a Michael y Sam disimuladamente, y yo, a causa del alcohol, no era capaz de reprimir la risa.

—Eh —soltó Sam de repente, notablemente incómoda tras cinco indirectas de Ashton—, ¿y si vamos a algún pub donde haya más ambiente que aquí?

—Me apetece —exclamó Calum levantándose de un salto, aunque se mareó, y volvió a caer de culo.

Finalmente, decidimos que era buena idea, y todos menos Ashton y yo salieron de la habitación para cambiarse de ropa.

—Nos vemos en media hora en el vestíbulo —nos recordó Luke antes de cerrar la puerta, ya que era el último en salir.

Asentí y me dispuse a recoger todas las latas de cerveza vacías que habían por el suelo, y los envoltorios de hamburguesa.
Cuando me giré, me fijé en que Ashton estaba con una bolsa de basura abierta, para que yo metiera todo lo que llevaba en las manos en ella.

—Gracias —susurré sonriendo.

Él me sonrió de vuelta y tras vacilar unos segundos, caminó hasta el baño una vez que había cogido la ropa que aparentemente iba a llevar esa noche.

—Voy a cambiarme —dijo Ashton mirándome. Asentí, dándome cuenta de lo incómoda que era la situación.

Una vez que la puerta del baño se cerró, suspiré abatida y me acerqué algo mareada hacia mi armario.
Por desgracia, el mareo que me habían provocado las cervezas, hizo que me tropezase con mis propios pies y me cayera torpemente.

—¡Joder! —exclamé una vez consciente de que estaba en el suelo.

Oí el sonido de la puerta abrirse, y a Ashton saliendo del baño sin camiseta. Le miré sorprendida mientras notaba mis mejillas arder.

—¿Te has caído? —Preguntó Ashton preocupado mientras se acuclillaba a mi lado.

Le miré mientras me hablaba, y al imaginar la situación que estábamos viviendo desde fuera, comencé a reír estrepitosamente.

Ashton cambió su mueca de preocupación, por una de sorpresa, y más tarde una de diversión, hasta que finalmente se unió a mí y comenzó a reír tan alto como yo.

Narra Ashton:

Miré a Kylie mientras ambos nos reíamos y no pude evitar sentirme completo en ese momento.
Kylie reía mucho, pero cuando le daba un ataque de risa como el que le acababa de dar, era imposible oír su risa y no reírte con ella.

Pasados unos minutos, Kylie se dio cuenta de que la estaba mirando, y sus ojos se conectaron con los míos.
Paramos de reír lentamente, poco a poco, algo así como si nos hubiéramos ido quedando sin pilas. Y se hizo el silencio. Pero éste no era un silencio incómodo.

Era uno de esos silencios que a veces se agradecía tener, y eran agradables. No necesitaba emitir sonido alguno. Con mirar el brillo azul de los ojos de Kylie era suficiente.