Cautivada (BTS JK)

09 "¿Te gusto?"

Aún quedaba una hora para verme con Jung Kook. Pero no hacía nada que estar en mi mesa pensando.

¿Cuántos meses llevamos conocidos Jung Kook y yo? Llevamos como dos meses, y hace dos días ha pasado algo entre nosotros. Quiero tirarme de los pelos. ¡Que estupida! ¡Soy estupida!

Yo misma me dije que parezco una puta pero igualmente lo hice. Uno no puede luchar con lo que siente. Ya no estás pensando. Solo piensas cuando ya ha pasado y ha terminado y ya no puedes retirarlo.

Otras no pensarían que esto fue una estupidez porque tirarse a Jung Kook vale la pena. Jung Kook es perfecto. Dicen que "nadie es perfecto". ¿Pero qué es Jung Kook si no es perfecto?

Me toqué los labios recordando nuestro beso. Sus labios naturalmente rojizos, finos y suaves. Seguro que esos labios ya ha engañado a muchas y aunque sabía eso, me deje llevar. Encima dije que no me arrepentiría.

¿Y ahora que Na Ri? Es que me gusta. Me gusta aunque sé que es peligroso caér en su trampa. Solo me gusta, no que le quiero. Puedo prevenirlo. Es mejor prevenir que curar. Mientras que aún no sea grave, hay que prevenirlo.

Salí de profundo pensamiento al escuchar el sonido de intercomunicador.

—Srta. Na Ri, el Sr. Jung Kook está en la sala de espera.

Me levanté y cogí mi bolso y mi móvil en la mesa. Respiré hondo antes de salir de mi oficina y entrar en el ascensor.

No podía ni respirar bien mientras que estaba dentro del ascensor. No sé si me estoy sofocando o es solo que siento demasiadas cosas ahora mismo. Hasta me sobresalté cuando el ascensor sonó al llegar en la planta baja.

Mientras que caminaba podía ver a Jung Kook sentado en él área de recepción. Ahí está de nuevo con su camisa blanca de manga larga y con la corbata aflojada. No sé pero sentí unas ganas de tirar de su corbata y besarle. Él sonrió al verme.

—Hola —dijo y sonreí. No sé si esa sonrisa me salió feo porque el se rió bajito.

—Na Ri —dijo mi padre y me asusté. ¡Muerta!

Jung Kook se fue a mi lado y estrechó la mano con mi padre. Mi padre me miró extrañado.

—A-Appa-

—Buenas tardes señor —dijo Jung Kook haciendo una reverencia.

—Que bueno verte. ¿Qué se te ofrece? —preguntó mi padre aún mirandome.

—Estoy aquí por Na Ri. Tenemos una cita para ir a almorzar —contestó. Mi padre frunció el ceño, alzó la ceja y luego sonrió.

—Regresa a mi Na Ri en una pieza, Jeon —dijo y se rieron, así que solo me mordí el labio.

Appa, tenías que haber hecho algo. Una reunión urgente o almorzar conmigo. ¡No debiste dejarme!

—Bueno, nos vamos yendo señor. Gracias —dijo despidiéndose de mi padre y luego me agarró de la mano.

Fuimos hasta su coche y me abrió la puerta. Rapidamente condujo hasta lugar donde vamos a comer. Yo no decía nada en el coche.

Después de unos cuantos minutos se paró delante de un hotel de cinco estrellas y me sonrió antes de salir del coche y abrirme la puerta.

Me agarró la mano y le dio la llave al aparcacoches.

El aparcacoches se llevó el coche rápidamente y aún no nos hemos movido de nuestro sitio.