Cautivada (BTS JK)

31 "Reunión"

Empecé a empacar las cosas que voy a traer. Me quedaré unos tres días en Busan así que puse unas cuantas ropas y zapatos en la maleta. Quiero estar sola aunque sea unas cuantas días.

Después de hacer la maleta salí del apartamento y me aseguré de cerrarlo bien. Llamé un taxi para que me llevará al aeropuerto y allí encontrarme con mi madre quien me dará el billete. 

Al entrar al aeropuerto la vi enseguida esperándome en uno de los asientos. Mi querida madre llevaba unas gafas y un simple vestido. Se veía alta con los tacones y parecía una de esas actrices de la televisión. 

—Omma —dije al acercarme y enseguida se levantó para darme un abrazo.

—Na Ri... —dijo mirándome de arriba y abajo. Fruncí el ceño. ¿Qué pasa? ¿Hay algo mal? ¿Se nota que estoy embarazada?

—¿Q-Qué pasa, omma? —pregunté con la voz un poco temblorosa.

—Hmm, pareces distinta. Es un milagro que lleves unos tenis —dijo riéndose y me arregló un poco el cabello.

—Para estar cómodo en el viaje —contesté tragando saliva—. Por cierto mi billete omma.

—Ah, cierto —dijo y sacó el billete de su bolso—. Te quedarás en el Novotel. Cuando llegues al aeropuerto un personal del hotel te recogerá. Mañana es tu reunión con la Sra. Park para la inversión. Su complejo está un poco lejos de donde tu te quedas así que irán a recogerte. Después ya podrás disfrutar tu estancia allí ya que solo te reunirás una vez. Si podemos invertir, está bien y si no, también está bien. ¿De acuerdo? 

—Sí, omma —respondí.

—Bien, me tengo que ir. También tengo una reunión importante al que atender. 

—Vale, omma. Adiós —dije y le di un beso en la mejilla. Luego ella se paró un momento con los ojos entrecerrados.

—Espera, ¿qué pasa con Jung Kook? ¿Sabe que te vas?

—¿Eh? —dije tragando saliva. Tengo que mentir de nuevo—. Sí, se lo dije cuando tu me llamaste. Está ocupado así que supongo que me seguirá si tiene tiempo. 

Sonreí para que no notase que mi mentira. Ella también me sonrió.

—Vale... menos mal que te ha dejado. Creía que ya te iba a encerrar —dijo y se río—. Bueno me tengo que ir, cuídate pequeña. 

—Adiós, cuídate omma.

No hacía nada más que comer en el viaje y después de una hora llegué a Busan. En la salida vi la pancarta del Novotel y me acerqué enseguida. 

—Buenas tardes señorita. ¿Usted es la señorita Kim Na Ri? 

—Sí soy yo, ahjussi. 

—Puede entrar en el bus. Solo nos queda esperar algunas turistas.

—De acuerdo —contesté y me ayudó con la maleta. 

La habitación es enorme. ¿Es la suite que va después de la suite presidencial? Hay una pequeña cocina y la una sala de televisión con unos ventanales enormes en la que podías ver el mar. La vista es hermosa. No me arrepiento haber aceptado venir aquí. 

Decidí echarme una siesta y ir a dar una vuelta más tarde. Me desperté al oír el sonido de mi móvil. Miré la pantalla y era Jung Kook así que enseguida rechacé la llamada. Se podía ver a través de la ventana que ya ha oscurecido. Son casi a las siete. Me levanté para arreglarme un poco y salir.