Capitulo VII

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Por fin había llegado el viernes, y lo que Lana más agradecía, era que Liam no se le había acercado desde su paseo. Sin embargo, eso también la confundía. Después de aquella confesión en el bosque, ¿Cómo seguirían las cosas? ¿Habían sido sólo palabras para lograr besarla? La joven no pensaba que hubiese sido así, había sinceridad en sus ojos, y la forma en que lo había dicho, parecía que había estado conteniéndolo desde hacia tiempo. En el remoto caso de que sólo hubiese sido un pretexto, un invento para enredarla, dolería, y mucho. Ella lo había creído, había confiado en que sus sentimientos eran verdaderos.

No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que Liam no era de esos que se paseaba por la vida desparramando amor, pero también conocía su reputación y había oído rumores; dejarse llevar por esto último sería juzgar a una persona sólo por lo que ve o lo que oye, y esas cosas no eran propias de Lana. Pero tampoco era la primera vez que se cruzaba con un chico que se mostraba amable con ella sólo para llevarla a la cama.

- ¡Lana! ¿Has escuchado algo de lo que te dije? - Exclamó Cece, exasperada. - No por supuesto que no. Has estado extraña estos días, ¿Qué sucede?

Se encontraban en la biblioteca, investigando para una tarea de Historia en equipos de a dos, y hasta el momento, Cece era la única que se había preocupado por encontrar algo interesante en internet. Lana se había mantenido con la mirada perdida, totalmente sumergida en sus pensamientos.

- Nada.. es solo... no se qué hacer con Nate y Liam - soltó. Necesitaba el consejo de una amiga.

- Al diablo con el trabajo de historia, ésta noche nos juntamos en mi casa, tendremos una noche de chicas, les avisare a las demás.

- De acuerdo, pero no la llames noche de chicas por favor, detesto ese nombre.

- Como sea. Mis padres no estarán, tendremos la casa libre. - Si bien Lana sólo quería un consejo, y prefería meditarlo sola, enterrada en las sabanas de su habitación, era viernes y no se quedaría en casa.

- Nada de películas románticas y tristes, sólo pido eso.

- ¿Bromeas? ¿Qué parte de "mis padres no estarán, tendremos la casa libre" no comprendes? Música, alcohol, y tal vez algún chico...

- Eso suena fantástico - la parte de chicos no le era muy útil en este punto de su vida, pero no estaría de más divertirse un poco, y a demás, lo que podría llegar a hacer con un par de copas de más, no contaba.

***
- ¿Qué tal todo con Jace? - preguntó Lana a Emma, de regreso a su casa.

- Bien, supongo. - Emma le restó importancia, pero el brillo de sus ojos no reflejaba lo mismo para Lana.

- Em... no seas inocente conmigo. ¿Lo besaste?

La joven no respondió, y su hermana entendió todo.

- Lo has hecho, no lo niegues, conozco mejor que nadie ese silencio - eso era un hecho.

- Está bien, si, nos besamos y fue magnifico - respondió con una sonrisa radiante, pero en un segundo su semblante se tornó preocupado,o mas bien, desilusionado - Pero... ¿Y si no le gusto?

- Si no le gustaras no te habría besado... - se interrumpió. «Oh genial. Lo bueno no dura para siempre» pensó al oír el inconfundible sonido de la motocicleta de Liam, que un minuto después, estaba frente a ellas - Dame un segundo Em.

Se acercó hasta Parker, quien se mostraba orgulloso. Se quitó el casco, y dejó a la vista su cabello desordenado y sus ojos color esmeralda, adorados por Lana.

- Tú y yo tendremos una cita ésta noche. Paso por ti a las nueve - la media sonrisa de lado y el brillo en sus ojos la derritieron por dentro.

- Hice planes con mis amigas, lo siento - la sonrisa se desvaneció, el brillo se esfumó, y Lana se sintió la peor basura del mundo rechazándolo.

El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora