Capitulo XXI

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Odiaba el disfraz. Odiaba los zapatos. Odiaba el maquillaje. Odiaba su cabello. Odiaba el plan. Lo que más deseaba con todas sus fuerzas era meterse en el mullido colchón de su cama, con un pote de helado a ver películas; aunque fuera sábado, Halloween, y la mejor y más grande fiesta de toda Florida tuviese lugar a apenas unas calles de su casa.

- Te vez sexy - dijo Cece, apreciando el disfraz de colegiala apuñalada que ella misma había confeccionado.

- Parezco una zorra. Ni siquiera es un buen disfraz, ya está quemado, gastado, medio mundo lo ha utliza...

- Acaba con tu maldito mal humor de una buena vez por favor - la interrumpió Ali. Cece le envió una mirada fulminante, recordándole que les había aclarado a ella y a Is que se encargaría de manejar la situación - Lo siento.

- Lo que Alison quiso decir fue que pongas la mejor sonrisa Lana Brooks en tu rostro, utilices tus tácticas seducción, y consigas lo que necesitamos.

- Lo haré, ya lo dije un millón de veces, ¿Pero en verdad esto era necesario? - Señaló la falda extremadamente corta, que a penas le cubría el trasero, literalmente. Por suerte, había encontrado un par de shorts de lycra en su armario, y se los había colocado debajo.

- Tienes razón, falta algo - dijo Isabela, poniéndose de pie de un salto. Desabrochó un par de botones de la camisa, trió un poco del nudo de la corbata, desajustandolo - Ya. Ahora definitivamente, no se resistirá.

Lana rodó los ojos.

- No se resistiría aunque fuera vestida de plátano gigante - retrucó - Ese chico está necesitado, dirá que si a penas se me acerque.

Ali, Cece, e Is, no pudieron reprimir la risa al imaginarse a Lana disfrazada de plátano gigante, baliando en medio de la pista, y explotaron en carcajadas.

- Ja ja, muy gracioso. Ya quisiera verlas a ustedes tener que tirarse a ese idiota.

- No te quejes, es lindo - respondió Isabela - a demás, hay una condición para los chicos; todos deben ir vestidos de vampiros, y todas sabemos lo sexys que se ven los vampiros.

- Cierto. A demás, oí que a media noche debes buscar una pareja y besarla - agregó Alison - esa es la oportunidad perfecta.

- O tal vez, no debas esperar hasta la media noche. La mansión Harley es enorme, de seguro hay habitaciones de sobra - dijo Is. 

- ¡¿Qué?! Ni lo menciones. Ni ebria me acostaría con el, y están locas si creen que voy a besarlo - la negatividad de Lana estaba hartándolas, pero se contuvieron de decir cualquier cosa, porque necesitaban seguir el plan a la perfección, y si la hacían empeorar su humor, todo se iría por la borda.

- No tienes que besarlo, ni acostarte con el. Sólo acercarte lo suficiente - dijo Cece - Vámonos, ya es hora.

Abandonaron la casa de Lana, y se marcharon a la antigua Mansión Harley. Una vieja casona abandonada, y descuidada. El escenario perfecto para una noche de Halloween. Las calabaza, los esqueletos y las lápidas adornaban la entrada de altas rejas negras, que rechinaban al abrirlas. Banderines y luces naranjas recorrían el porche, e iban de un lado a otro colgando sobre los bordes del techo. Había tazones con dulces en la entrada, sostenidos por un maniquí disfrazado de la muerte, con una túnica negra y una hoz en la mano.

La puerta estaba abierta, y el decorado dentro de la mansión no era muy diferente al de afuera. Sin embargo, el hecho de que hubiese menos iluminación, el inmobiliario estuviese tan descuidado, y todas las habitaciones tuviesen dimensiones enormes, le daban un aspecto más terrorífico.

Momias, vampiros, diablos, la muerte, Frankenstein, brujas, cadáveres de novias, y otras colegialas apuñaladas, bailaban al pesado ritmo del Heavy Metal, un estilo ideal para ese tipo de fiestas.

El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora