Lo que quedó de la samana resultó exasperante y agotador para Lana.
Con Liam todo iba más que bien, y le había explicado por qué en la escuela se mostraba tan reacio incluso con ella. La razón, eran los miles de rumores que circulaban respecto a el, y no quería que la involucraran también, entonces prefería mantener una relación medianamente distante dentro de la escuela.
El problema era Nate, quien no le había dirigido la palabra desde su discusión en el armario del conserje, y se la pasaba coqueteando con Liv delante de sus narices, y mirándola fijamente cuando estaba con Liam.
Lana se había ido sin darle la oportunidad de explicarse, o incluso tal vez, de disculparse; lo había dejado con las palabras en la boca en un arrebato de enfado y resentimiento, y no lo soportaba. Las reiteradas veces que había intentado hablar con el, y tratar de arreglar las cosas, le había dado vuelta el rostro, ignorándola olímpicamente. Y ya la rabia la estaba volviendo loca.
La última clase del viernes, era historia, para terminar la semana de la misma manera que la empezaban, soportando al profesor Allen. El muchacho no pasaba los treinta años, pero era exigente, y daba muchas tareas y trabajos en equipos. En esta oportunidad, debía empezar el trabajo con Nate, y luego deberían reunirse para acabarlo, lo cual implicaba que iban a tener que hablar, y seria muy incómodo dejando las cosas como estaban.
Lana se encontraba en su casillero, junto al de Emma, quien la hablaba de Jace y la oficialización de su relación. Emma no había hecho nuevos amigos aún, y si bien Jace era su novio, y también su amigo, a Lana la preocupaba.
- Em, ¿No has pensado en pasar tiempo con más personas? Tal vez conocer otras chicas, ya sabes... para tener charlas de amigas y esas cosas. No quiero que pienses que no me agrada Jace, mas bien todo lo contrario, me cae muy bien, y somos amigos, pero las relaciones son difíciles - creía que había sonado muy dura, por eso se corrigió - Es decir, todos necesitamos a nuestros amigos, no solamente a nuestro novio. A veces las parejas necesitan extrañarse, Emma.
- Lo se... el problema es que no soy buena iniciando conversaciones, ya lo sabes.
- Sólo di hola, relajate, y se tu misma - le aconsejó - eso es lo más importante. Si alguien no te quiere tal y como eres, no vale la pena - Will le había preguntado sobre el tema, y le había pedido nuevamente que la incentivara a ampliar su circulo.
- Gracias Lana, prometo que lo haré. - No estaba segura de poder hacerlo, pero ya estaba fastidiándola que Lana cumpliera el rol de una madre con ella. - ¿Hablarás con Nate hoy, verdad? - la noche anterior, acompañadas de helados, habían tenido la primer charla más sincera y como hermanas, de toda su vida. Habían hablado de absolutamente todo.
- Si, o al menos haré el intento de que quiera escucharme.
- Si no lo elegiste a el... está bien, no puedes hacer nada contra lo que sientes, pero al menos intenta ser su amiga, Nate es increíble.
- Haré lo mejor que pueda - suspiró, y al toque de timbre ya estaba en la biblioteca, donde harían el trabajo.
Nate entró acompañado de Liv, la besó, y luego se dirigió a la mesa que Lana había apartado. Se aseguró de tomar una del fondo, lo más alejados posible de "Murray la zorra".
- Entonces... las cosas van enserio con ella - fue más una pregunta no explícita que una afirmación.
- Si - podría haber cortado un papel con el tono que utilizó.
- Escucha... quería pedirte disculpas por haberme ido así el otro día, sin darte la oportunidad de que dijeras algo... puedes hacerlo hora si quieres...
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El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)
Teen Fiction- Te quiero Lana, y esto es la prueba - dicho esto, la besó en los labios. - Yo también te quiero... (...) - Si Lana, me gustas. Me vuelves loco desde el día que te vi. Sólo podía verte a ti. Estoy loco por ti, Lana Brooks. Y si, también estoy cel...