Puede decirse que esta fue la peor semana de la vida de Lana y Emma. Will las llevaba a la escuela, las iba a buscar para llevarlas a casa, y no podían moverse de allí, a excepción de algo de extrema urgencia, relacionado con la escuela, como ir a las prácticas de Voleyball, o a la biblioteca. Además de que las dos tenían extremadamente prohibido verse con Liam o Jace. Cece había ido una vez a visitar a Lana, y Will sólo les había permitido hablar por una hora. Hasta ese punto habían llegado.
Emma se veía con Jace en la escuela, claro está. Éste intentaba calmarla y darle ánimos, diciéndole que ya pasaría, que haga la cosas bien y su padre no tardaría mucho en regresar las cosas a la normalidad. Si bien la joven no veía la hora de salir de ese cautiverio, contuvo la calma, se relajó, siguiendo los consejos del muchacho.
Por el lado de Lana... no era así. Para nada. Después de los reproches, el reto, las advertencias y el castigo, Susan había hablado largo y tendido con su hija. En esa charla hubo lágrimas, gritos, abrazos, peleas, reconciliaciones y una mezcla de emociones que harían explotar a cualquiera. La mujer había sido clara al decir que Liam la había decepcionado tanto como a Will, y que estaba en total desacuerdo de que salieran. En simples palabras, la había obligado a terminar con el.
Al principio Lana estaba que hervía de furia, completamente a la defensiva, fría, cerrada y distante. Sin embargo, con el correr de la conversación, se sorprendió a sí misma entendiendo a su madre, y aunque no lo dijo en voz alta, le había dado la razón. Su argumento era valido, tenia sentido, todo era cierto. Liam era exactamente igual a su ex mejor amigo Dylan. La arrastraba al mismo camino, la incentivaba a tomar riesgos; la motocicleta, las fiestas todas las noches, la noche que regresó ebria a su casa... no fueron más, porque Lana había mantenido una débil distancia de vez en cuando en cuanto al descontrol, una distancia casi imperceptible.
Su madre había llegado a preguntarle si había consumido otra cosa que no fuese alcohol, lo cual Lana negaba rotundamente porque esa era la verdad. Pero lo que ninguna de las dos podía corroborar con certeza, era que en esa fiesta haya habido algo más que bebidas alcohólicas, aunque tampoco podían demostrar lo contrario.
Después de eso, le siguió la charla a solas con Will, y el regaño por haber arrastrado con ella a Emma. Aunque había sido más sutil que su madre, y pudieron hablar de forma civilizada, estaba enfadado como cualquier padre estaría ante esa situación. Lana se dio cuenta de que había sido algo estúpido, y admitió que no estaba pensado cuando lo hizo, sino que se dejó llevar por sus impulsos. Reconoció que todo fue su culpa, que Emma se había negado una y otra vez, y que Jace no había sido responsable de nada; no había dicho una palabra para animar a la chica a romper las reglas, y que por el contrario, cuando las cosas comenzaban a ponerse feas, se había preocupado por traerlas a ambas sanas y salvas, de vuelta a su casa. Estaba verdaderamente arrepentida, y prometió con total sinceridad, y viéndolo a los ojos, que no volvería a hacer algo así con su hermana, y que tampoco ella volvería a escapar.
Después de meditarlo, hablar con la almohada, y pasar las noches en vela, con los ojos abiertos como platos, sin poder conciliar el sueño, Lana se había decidido por dos opciones: darle una única oportunidad a Liam para cambiar las cosas y poder seguir juntos, o terminar de una vez por todas, antes de que todo empeore. Si bien no tenia una respuesta concreta aún, no había elegido una de las opciones, se dijo que era suficiente por el día, por toda la semana, y con eso se fue a dormir el viernes, a las (por primera vez) 10:00pm.
***
El sábado despertó a las doce del mediodía, gracias a un estruendoso trueno que la hizo sobresaltar. Dio un par de vueltas en la cama, revolcándose entre las sábanas, y finalmente se levantó, estirando su espalda, brazos y piernas, haciendo tronar cada una de sus extremidades, incluyendo el cuello.
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El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)
Novela Juvenil- Te quiero Lana, y esto es la prueba - dicho esto, la besó en los labios. - Yo también te quiero... (...) - Si Lana, me gustas. Me vuelves loco desde el día que te vi. Sólo podía verte a ti. Estoy loco por ti, Lana Brooks. Y si, también estoy cel...