- Feliz cumpleaños - Al oír aquellas palabras, provenientes de una voz tan conocida, Lana se volteó y abrazó a....
No.
- Ni siquiera lo pienses - dijo alzando el dedo índice, al reconocer a Liam a sus espaldas. Cerró el casillero con fuerza, para dejar en evidencia que estaba molesta, por si acaso el tono amenazador de su voz y la expresión de su rostro no lo habían dejado claro.
El chico la miró con una ceja alzada, y el rostro confundido.
- No te hagas el inocente conmigo. Se de tu pequeño jueguito con Liv. Tú la ayudaste a separarme de Nate.
- ¿Lana de qué rayos estás hablando? - Parker no tenía ni siquiera una vaga idea de lo que decía. Para el no había tenido significado alguno lo que había hecho, y simplemente lo había pasado por alto, como cualquier día normal de su vida.
- ¡Por dios Liam! ¡No hagas como si no supieras a lo que me refiero! - Exclamó hecha una furia, captando la atención de todos en el pasillo. Algo que se le estaba haciendo costumbre últimamente.
Soltó un bufido de exasperación y tiró del brazo del chico con fuerza, arrastrándolo hasta el laboratorio. Cerró la puerta con pestillo, y Parker se recostó sobre una de las mesas, despreocupado y confundido al mismo tiempo.
- Estoy hablando de esto - le colocó el teléfono justo frente a sus narices, mostrándole las fotos. Ahora Liam empezaba a recordar. - No me importa que estas fotos estén en el teléfono de Murray, pero dime cuál era la necesidad de actuar de esta forma, como un cobarde.
Silencio. El chico no sabia que decir, y era justamente porque no había nada para decir en absoluto. Era lo que era y punto. No había modo de defenderse, lo había hecho, y no podía decir lo contrario.
- Vi el registro de llamadas, y la casilla de mensajes. No tienes escapatoria. Sólo dime por qué lo hiciste - Lana lo miraba furiosa y a la vez expectante, esperando su respuesta.
Liam desvió la mirada hacia la ventana. Apretó con fuerza los puños a los costados de su cuerpo, descargando el rencor.- Tú sabes muy bien por qué lo hice - respondió con la mandíbula tensa.
- Simplemente no lo entiendo - por más vueltas que le diera al asunto, no se le ocurría una explicación lógica, racional. Parecía un demente, un psicópata, un obsesivo. - Luce como si hubieses intentado darle celos a Nate. Qué irónico - soltó una risita sarcástica.
- Lana, ¿Me haces el favor de calmarte? No quiero hablar de eso ahora...
- No me digas que me calme, sólo respóndeme, ¿Por qué? - No iba a rendirse, jamás.
Liam se dejó caer en una de las butacas y colocó todo el peso se su cuerpo sobre los brazos apoyados en la mesa. Se pasó la mano por el cabello, frustrado.
- Lo hice... lo hice porque tenia miedo - soltó como si le costara pronunciar esas palabras - Tenía miedo de que te quedaras con el. Te quería Lana, y aun sigo haciéndolo. Pero fue absurdo... fui un idiota.
Lana bajó la guardia, y puso las manos sobre la mesa.
- Y yo que lo culpaba a él... - pensó en voz alta - ¿Cómo no lo noté antes? Todo encuadraba. Nate iría tras Liv, y yo sería la primera en verlo, y correría contigo. ¿Ese era el plan, verdad? - Sonó más como una afirmación que como una pregunta. Liam no dijo nada. - Actuaste a mis espadas, me saboteaste, y yo confié en ti.
Cada palabra era una daga que se hundía en el pecho del muchacho. Tenia el rostro entre las manos. Se lo veía abatido.
- Lana, lo siento, no sabes cuánto...
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El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)
Teen Fiction- Te quiero Lana, y esto es la prueba - dicho esto, la besó en los labios. - Yo también te quiero... (...) - Si Lana, me gustas. Me vuelves loco desde el día que te vi. Sólo podía verte a ti. Estoy loco por ti, Lana Brooks. Y si, también estoy cel...