- ¡Nate, al fin te encuen... - las palabras de Lana se perdieron en el aire cuando el chico se levantó de su lugar, y se fue - ¡Nate! ¡Tengo que mostrarte algo! ¡Nate! - A pesar de los incansables llamados de la joven, el muchacho ni se inmutó, y apresuró el paso para llegar a su auto y salir de la escuela; dejando a una Brooks totalmente desorientada y confundida.
- Hola - la voz de Ali la sacó de su ensoñación. - Tierra llamando a Lana... - pasó la mano frente a los ojos de la muchacha, que aún veía como Nate encendía el coche y se marchaba, no sin antes esperar a que Liv estuviese dentro.
- Lo siento. Solo estaba... ¿Sabes qué? Olvídalo. Vamos, llegaremos tarde a la práctica - tomó a su amiga del brazo y prácticamente la arrastró hasta el campus.
- ¿Todo en orden? - Preguntó ésta, soltándose de su agarre que ya estaba lastimándola, y apresurando el paso para poder seguirla.
Lana frenó en seco y Alison casi choca contra ella.
- ¿Por qué Nate no me hablaría y me ignoraría olímpicamente? - Soltó de repente. Había sido un pensamiento en voz alta más que otra cosa, pero ya no podía retractarse de lo dicho.
Ali alzó una ceja, sin comprender.
- Lo busqué toda la mañana, una vez que lo encuentro aquí, solo, y voy a mostrarle el vídeo de Tyler, se levanta y se va. ¿Hay alguna explicación lógica para sus repentinos cambios de humor? A veces pienso que es peor que una chica - a Lana ya empezaba a hartarla el asunto de que un día sean los mejores amigos del mundo, y al otro la tratara como si fuera un cero a la izquierda, o peor aun, ni siquiera la tratara.
- No lo se... ¿Estás segura de que fue así de repente? Tal vez pasó algo el sábado... - se encogió de hombros.
- No pasó absolutamente nada. El estuvo con Murray toda la noche, no se despegaron un segundo, y yo una vez que Liam se digna a bailar no iba a desaprovechar la oportunidad. No entiendo qué diablos le pasa por la cabeza a ese chico.
- No tengo idea. Vamos, la entrenadora debe estar esperándonos.
Alison era una de las mejores amigas de Nate, y lo conocía muy bien como para saber, aunque el no haya dicho una palabra, lo que le pasaba realmente. Dos más dos es cuatro, y esa ecuación cerraba a la perfección con lo que estaba sucediendo. De todos modos, no era momento para decírselo a Lana, le arruinaría la práctica, y ya estaba al tanto de la charla que había tenido tiempo atrás con la entrenadora.
Al poner un pie en el campus, Lana se olvidó completamente de todo. Ese deporte era su cable a tierra. No había mejor terapia que un buen partido de Voleyball para alejar los problemas, aclarar la mente, y regresar a casa como nueva después de un largo día de escuela.
***
Al día siguiente, mientras caminaba hacia la cafetería, deliberaba consigo misma entre si debía o no mostrarle el vídeo a Liam. Había dos posibles caminos: o le enseñaba el vídeo y cuando quisiera saber cómo lo había obtenido, mentía descaradamente con la primer excusa que se cruzara por la cabeza; o evitaba el momento incómodo y buscaba a Nate, con la excusa de hablar sobre por qué la había ignorado de tal forma, lo cual seria más incómodo aún. Pero, ésta última opción, le daba la ventaja de no tener que mentir a Liam. Se sentía terrible haciéndolo.Alguien la tomó de la cintura y tiró de ella hacia la derecha, haciendo que soltara un pequeño grito agudo. Y para cuando se percató de que era Nate, ya estaba caminando (casi corriendo) hacia la salida, siguiéndolo.
- Nate, espera - se detuvo y tiró de la mano de chico,frente a las puertas dobles de la escuela. Éste se volvió hacia ella, clavando sus azules ojos en los suyos - ¿Qué estamos haciendo? ¿A dónde vamos?
ESTÁS LEYENDO
El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)
Novela Juvenil- Te quiero Lana, y esto es la prueba - dicho esto, la besó en los labios. - Yo también te quiero... (...) - Si Lana, me gustas. Me vuelves loco desde el día que te vi. Sólo podía verte a ti. Estoy loco por ti, Lana Brooks. Y si, también estoy cel...