Capitulo XXXII

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- Ya me preguntaba cuánto se tardarían esos dos en caer en manos del otro - comentó Is.

- ¿Los viste el viernes por la noche? Parecían unidos por un abrojo - la siguió Cece.

Se referían a Liv y a Tyler. Criverly presionaba a Murray contra los casilleros, mientras le succionaba el rostro con su boca. No era para nada agradable verlos besarse de manera tan desaforada, y mucho menos en público. Cada uno que pasaba por su lado, hacia un gesto de repugnancia con la cara.

Así habían estado toda la semana, desde el viernes. El grupo de amigos los había encontrado en "Twenty-four Seven", y literalmente, no se habían separado ni un minuto. Lo que dejaba tranquilos tanto a Lana, como a Nate. Uno nunca sabia hasta qué punto podría llegar Liv, y aunque se habían asegurado de que sea lo que sea que Murray hiciera, no la dejarían arruinar su relación. Ya lo había hecho una vez, y no se saldría con la suya dos veces.

- Son tal para cual, se llevaran de maravilla - apuntó Lana, cerrando su casillero, al tiempo que el timbre les indicó que el día comenzaba, acompañado de un examen de álgebra.

- ¿Alguna vio a Alison? - Preguntó Cece, sentándose en su lugar. Aunque era extraño que Ali no se presentara a clase, o llegase tarde, lo único que pudieron hacer fue negar con la cabeza, porque el profesor ya estaba repartiendo los exámenes. 

La semana había sido caótica, y lo que les esperaba seria peor aún. Se avecinaba el receso de Navidad, y como de costumbre, a todos los profesores se les había ocurrido tomar exámenes, trabajos, proyectos, exposiciones, etc.

Con todo esto, Nate y Lana a penas habían tenido tiempo de verse. Habían organizado para hacer algunos trabajos y proyectos juntos, pero con los horarios de Voleyball y el entrenador Ruppert, que aún se seguía cobrando aquella broma, sólo tenían tiempo para dedicarse a pleno a la escuela si querían aprobar, y no podían tomarse ni diez minutos para descansar, o pasar el rato hablando.

Otra cosa que preocupaba a Lana, y en demasía, era el hecho de que Emma no estaba nunca en su casa. Se la pasaba con Jace. Es decir, es la ponía feliz saber que habían arreglado sus problemas y que al fin estaban aprovechando el tiempo que les quedaba antes de que al chico partiera; pero lo que la traía pensativa, era que no había cumplido con lo que Will le había pedido hacia un tiempo, al inicio de clases.

No había podido conseguir que Emma entablace amistades con nadie. Se había centrado por completo en su relación con Jace, y pensaba que si no tenía ninguna amiga, le sería muy doloroso superar la separación. Crystal había desaparecido, y Lana estaba agradecida de eso; no quería que su hermana cayera tan bajo como ella. Si fuese por ella, ayudaría a Emma a salir adelante, pero eran polos totalmente opuestos y eso estaba bien claro. Emma jamás se abriría con ella como para darle una mano, y sólo haría que las cosas se hicieran más difíciles.

Cuando Jace les había dado la noticia - a pesar de que algunos ya lo sabían, todavía no era nada oficial - obviamente se habían alegrado por el. Aunque iban a extrañalo, muy en especial Zac, sabían que era un gran paso, y muy importante.

Nate estaba al tanto de esto, y vivía diciéndole que no se preocupe, que debería superarlo sola, que no podía tener como carga a su hermana. Lana no lo consideraba una carga, pero si sentía que estaba fallándole a Will, quien se preocupaba enormemente por ella. Pero, si Emma no estaba dispuesta a colaborar, ella nada podía hacer.

***
- Tengo el cerebro frito - dijo Nate, dando un repaso al libro de biología, mientras mordía una manzana.

- Dímelo a mi. Mañana tengo examen de Física, y tengo que entregar un ensayo sobre un libro que aun no empecé. Además de las prácticas - respondió Lana.

El Triángulo Amoroso de Lana Brooks. (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora