Hetaoni

Capítulo 6 - Contraseña/¿Japón tiene visiones?

¡¡¡Hola mis sufridores!!! Vuelvo a estar aquí de nuevo, dando por cerrado el capítulo "Contraseña". Advierto...¡es de los largos, así que con la calma!
De paso agradecer, nuevo, todo,a @MargaPichardo, que lleva animandome estos últimos capítulos...Gracias, mil gracias, porque no es facil... Y a @MargalyDelgadoDiaz por empezar también a animarne... Os lo agradezco a ambas... ¡Sois dos soletes! Así que este mega-capítulo va dedicado a estas dos mega-chicas.

Como siempre, espero que os guste y lo disfrutéis a pesar de que sea Hetaoni y nos vemos en la siguiente entrega.

Sehen sie♡♡♡♥♥♥

Pd:se que acabo de hacer algo raro con este maldito capítulo. .. Pero Wattpad hace lo que le da la gana y me ha tocado hacer un arreglo raro... ¡Estoy que trino! Lo importante es que decida cargarlo...¡ o arderá Troya!
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A nadie le dio tiempo a decir nada cuando el japonés había cerrado y trabado la puerta. Al girarse, se encontró con aquellos ojos oscuros y aquella maléfica sonrisa. Lanzó la garra hacia Japón, pero este se escabulló, llegando con rapidez a su objetivo: el interruptor de debajo de la mesa. Lo accionó de nuevo, logrando que la librería regresará a su posición inicial. Podía oír los gritos ahogados de Inglaterra y Alemania, ordenando ambos que abriera la puerta. Japón sonrío con tristeza, encarándose al enemigo, arma en mano.

-Esto es entre tu y yo...-escupió con rencor.- ¡No te permitiré que los toques!-

Lo primero que tenía que hacer era salir de aquel lugar para que el ser no se centrará en los golpes y gritos que sus amigos daban a la puerta. Se abalanzó sobre aquello, haciéndole un par de cortes profundos y molestos, captando por entera la atención del ser. Enfurecido, empezó a seguir a Japón, quien salió disparado de la sala con aquello pisándole los talones, bufando y gruñendo detrás de él.

Salió de aquella sala, llegando al pie de la escalera, oyendo de cerca los gruñidos de aquel monstruo, viéndolo justo detrás de sí. Japón se sonrió, saliendo corriendo a mano izquierda, llegando ante aquella biblioteca en la cual lo había enfrentado por primera vez, abriendo la puerta, viendo de reojo como aquel ser lo seguía igual que un perro.

Sin pensárselo, se encaramó en la primera estantería, la cual daba delante de la misma puerta, concentrándose, alzando la katana por encima de su cabeza, con el filo hacia abajo, como si se tratará de un gran colmillo de acero. Era consciente de que sus movimientos debían de ser precisos, no pudiendo permitirse ningún fallo.

En cuanto aquella cosa entró por la puerta, Japón saltó encima de él, hundiendo sin miramientos la hoja de su katana en el cráneo de aquel ser, haciendo que cayera hacia atrás. A toda velocidad, arrancó su arma, sin girarase, saliendo de la sala, cerrando tras de sí. Se apoyó en la puerta, esperando unos largos minutos, no habiendo respuesta por parte de aquel ser. Japón suspiró, dejándose caer por la madera, sabiendo que había tenido una suerte endiablada, mirando sin expresión alguna la pared de delante suyo.

Después de unos minutos de respiro, se puso en pie con esfuerzo, envainando la katana al tiempo que miraba aborrecido la puerta. Se dio la vuelta, retornando a la estancia a paso calmo.

Una vez entró, cerró la puerta con llave, previniendo así las visitas indeseables. Podía oír los gritos de Inglaterra, mientras las voces suaves de Canadá e Italia trataban de calmarlo: por lo visto, al británico no le gustaban demasiado los espacios cerrados.

"Eso es nuevo... Nunca le conocí ese miedo con antelación. O será el echo de estar en este lugar.", pensaba el asiático mientras se agachaba para accionar de nuevo el interruptor, oyéndose claramente los golpes de aquel grupo. Suspiró desanimado, arrastrando los pies hasta quedar delante de la puerta, sabiendo que una vez abriera, le gritarían.