Capítulo 2

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Cuando finalmente bajé las escaleras mis hermanas y los chicos estaban sentados en la sala viendo lo que parecía ser una película pero al verme la pausaron...

-Hasta que por fin hermanita- Dice Melissa..

-¿Te sientes mejor Sam?-pregunta Ryan.- Nos dijeron que estabas enferma.

-Ah... Si, ya estoy mejor- dejé la bandeja sobre la mesa y corrí hasta ellos con una sonrisa sincera- ¡los extrañé!- chillé abrazando a Alex y a Ryan.

-¿Y para mí no hay abrazo de bienvenida?- preguntó aquella voz a mis espaldas logrando que todo mi ser se paralizase como si de un fantasma se tratase. 8 años habían pasado desde ka última vez que lo vi, desde que hablé con él y ahora estaba aquí y yo no sabía que decir-¿Hola? - preguntó sacándome del limbo en el que me había sumergido sin siquiera notarlo.

Soltando todo el aire que tenía contenido, inconscientemente, giré sobre mis talones para enfrentarlo de una vez por todas.

Intenté sonreír pero salió más parecido a una mueca extraña.

-Bienvenido.- me limité a decir. - ¿Y mis padres?

- Salieron con el tío Michael, a hacer unas cosas de trabajo.- respondió Peyton quien hasta el momento se encontraba sin haber dicho palabra alguna.

-Claro...-suspiré- iré a la cocina ¿Quieren algo?

- ¡Si!- chillaron Alex, Peyton y Ryan al unísono.

Rodé los ojos y me fui a la cocina. Opté por preparar algo sencillo.

-¡Lasaña!- chillaron todos corriendo a la mesa.

Al terminar dejé los trastes en el lavaplatos y subí a mi habitación.
Me arrojé a la cama y caí casi al instante en los brazos de morfeo una vez más.

Así pasaron los días..

Justin y yo apenas y nos encontrábamos o cruzábamos un buenos días y era porque justamente me había encargado de que así fuera.

-¿Sam?- preguntó alguien tocando mi puerta. -¿Puedo pasar?

Joder...

Me incorporé rápidamente.

-Pasa.- grité pero vi las llaves de mi coche en la mesita y las tomé a paso de rayo cuando la puerta se abrió finalmente.

-¿Podemos hablar?- preguntó recargandose de la pared de mi habitación.

¿Quería hablar con él? Tal vez.
¿Lo haría? No, definitivamente no.

-Lo siento, iba de salida.- me puse de pie- pero tal vez luego.- me coloqué mis vans a toda prisa.

-¿Saldrás en pijama?

¿Qué?

Observé mi atuendo y confirmé que me encontraba en pijama. No me juzguen, es sábado y lo único que deseaba era estar todo el día acostada leyendo o viendo Gossip Girl.

-No...si... Es decir, iba a tomar una ducha para luego salir.- intenté salvar mi pellejo.

-¿Y te duchas con zapatos?- insistió.

Suspiré sin saber que otra mentira decir.

-¿Qué quieres?- dejé las llaves sobre la mesita de noche nuevamente y me senté en la cama.

-Solo...- se quedó pensando unos segundos como si se debatiera entre si decirme o no. Pero, cuando por fin se decidió a hablar mi teléfono empezó a sonar y contesté.

-¿si?- pregunté al descolgar.

-¡Sam, soy Nicholas, te estamos esperando!.- gritó.

La primera vez © [Silentium I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora