Capítulo 8

1.8K 184 4
                                    

El resto de la noche no fue muy interesante, excepto cuando Justin y yo estábamos hablando y de pronto se giró para ir al baño, pero chocó con un camarero, e intentó apoyarse de la mesa junto a nosotros pero la mesa cayó y junto a ella cayó la fuente de chocolate encima de Justin.

Pero fuera de eso... todo fue aburrido.

Cuando llegamos a casa subí a mi habitación rápidamente, estaba muerta del sueño. Me coloqué mi pijama, me tiré en la cama y caí rendida casi al instante.

4:09 am

Desperté por un ruido proveniente de la primera planta.

Tomé un palo de golf y bajé a ver que pasaba.

Cuando llegué a la sala, vi a Justin acabando de llegar de la calle. Parecía borracho o algo así, se arrojó al sofá.

-Justin..- dije acercándome a él. -Justin..- repetí.

-¿Mmhh?- dijo con pesadez.

-¿Que hiciste?-dije ayudándolo a sentarse.

-Puezz..- empezó a hablar extraño.- Primero, tomé unas llaves, subí a un auto, llegué a.....- alargó la " a " como si lo estuviera pensando.- un bar, vi a una chica muyyy... sexy bailando y la besé, hablamos y me pidió sexo pero la llamé....- frunció él ceño mirando a la nada- ¿Sam?.-dijo mirando a todos lados.

¡Genial!, pensé.

Me puse de pie, busqué dos vasos de agua fría y un poco de café.

Regresé a la sala y Justin seguía tal y como lo había dejado.

-Bien..- dije tirandole el vaso de agua fría en la cabeza.

-¿Qué haces?-prácticamente gritó poniéndose de pié rápidamente. Creo que ya está despertando.

-Mejor tomate el café pronto antes de que decida tirartelo encima también. -dije e iba a volver a mi habitación, tomé el palo de golf pero Justin tomó mi brazo.

-Espera.- volteé a ver que quería pero estábamos demasiado cerca. Él era más alto así que tuve que levantar un poco la cabeza para poder verlo. Solo estábamos ahí, mirándonos como si nuestras miradas tuvieran una conversación.

De un momento a otro tomó el vaso de agua que estaba sobre la mesa y me lo arrojó encima.

-Eres un.....- Me quedé callada.

-¿Un qué? -preguntó aún cerca de mi. Seguía allí, inmóvil, como si nada hubiese pasado.

-Un idiota, un imbécil y no te soporto-me iba a retirar a mi habitación pero él me haló del brazo.

-Yo tampoco te soporto.- dijo casi en susurro demasiado cerca de mis labios.

Mi respiración estaba empezando a agitarse, un espacio entre nosotros era casi nulo.

-Sueltame.- dije zafandome de su agarre y alejándome un poco- no me vuelvas a tocar...

-Aún no te he tocado.- su vista seguía fija en mí hasta que miró hacia un costado. Levantó su mano y la acercó hasta mi rostro, acarició mi mejilla y cerré mis ojos disfrutando de sus tacto casi inconscientemente, degustaba como su piel quemaba la mía al rozarla, descendió por mi brazo hasta llegar a mi espalda baja y todas mis alarmas se activaron.

Tomé la taza de café caliente y se la arrojé encima.

Hizo una mueca de que se estaba quemando y se quitó la camisa rápidamente. Sus músculos estaban bien tonificados. ¿Quien me dijo que tenía que tirarle el café encima?. Me arrepiento.

La primera vez © [Silentium I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora